A los 59 años de la Guerra de Abril del 1965:

Por Luz María Fernández De Peralta. M.A.

Sobre este acontecimiento que marcó de manera significativa la vida de los dominicanos, recordemos.

¿Por qué surgió y quiénes participaron en esta revuelta?

Este acontecimiento bélico (La Guerra de Abril) buscaba el derrocamiento del triunvirato y el regreso de Juan Bosch al poder que había sido destituido por un Golpe de Estado.

Esta Guerra de Abril, también conocida como Guerra Civil Dominicana, la Revolución del 65 o la Revolución de Abril, se constituyó en una revolución popular que tuvo lugar en Santo Domingo un 24 de abril del año 1965.

Participaron jóvenes, hombres y mujeres civiles y militares que buscaban libertad y democracia.

En este caso, con el objetivo de derrocar la gobernanza del triunvirato encabezado por Donald Reid Cabral, además, de luchar contra la segunda ocupación norteamericana que se dio entre 1965 y 1966.

Los manifestantes de la Guerra de Abril tenían el propósito de que Juan Bosch regresara al poder en conjunto de la constitución de 1963. Su gobierno fue considerado como legítimo y constitucional durante los 7 meses que estuvo al mando en 1963 antes del golpe de Estado.

El surgimiento de los Comandos

Para ello se organizaron en comandos, que no fue más, que una forma de organización militar. Los militares jóvenes, encabezado por el coronel Fernández Domínguez, tomaron la histórica decisión de distribuir armas entre la población civil, miembros de los Partidos de la Izquierda y del Partido Revolucionario Dominicano; de esta forma se organizaron los llamados comandos. Los comandos se diversificaron y se clasificaron en: comandos de unidades móviles, de abastecimiento y de inteligencia.

Los hombres se encargaron de hacer frente a la lucha mientras que las mujeres fungieron como apoyo en los quehaceres domésticos en los comandos, también asumieron labores de comunicación, instrucción cívico-militar y de suministros de materiales de manera clandestina.

¿Los que participaron?

Esta guerra se dividió en dos bandos: los constitucionalistas, que estaban a favor del retorno de Bosch y los lealistas que estaban en contra de su regreso.

Entre los participantes constitucionalistas se encuentran: Rafael Fernández Domínguez, Francisco Caamaño Deñó, Hamblet Hermann, Claudio Caamaño Grullón, Hilda Gautreaux, Yolanda Guzmán, Emma Tavarez Justo, Piky Lora, Aniana Vargas, entre otros.

Mientras que entre los lealistas estaban: Elías Wessin y Wessin, Antonio Imbert Barrera, Pedro Bartolomé Benoit, Bruce Palmer, Tapley Bennet, entre otros.

Mantenían contacto con todos los comandos sobre todo con los del Movimiento Popular Dominicano (MPD) y el Partido Socialista Popular (PSP)

Incidencia de la Revolución de Abril en elevar el patriotismo y nacionalismo de los dominicanos.

Inmediatamente se produce el golpe de Estado al gobierno democrático del profesor Juan Bosch el 25 de septiembre de 1965 los revolucionarios hicieron suyos el discurso constitucionalista.

Recordamos que en este efímero gobierno del profesor Juan Bosch fue la aprobación de una constitución liberal y democrática que impactó significativamente a la sociedad dominicana en todos los sentidos.

Esta constitución, proclamada el 29 de abril de 1963, hizo una valoración a las clases populares, así como a los pobres y más excluidos y discriminados. Se instauró un régimen de respeto a los derechos humanos, la igualdad de los hijos fue proclamada, se prohibió la prisión por razones políticas, se suprimió el latifundio, hubo participación de los trabajadores, se promulgó para que hubiera salarios dignos, distribución de tierras para los campesinos, salud, educación, vivienda, alimentación, protección y producción asociativa, entre otros. Se hizo declaración de un Estado laico.  Todos estos beneficios y/o bondades para los más desposeídos choca con los intereses de las minorías, los oligarcas y Burgueses y el discurso de profesor Jun Bosch fue considerados por parte de los interesados en quitar valor a las reivindicaciones de las masas populares, lo que le hizo considerar y proclamar que la constitución del 1963 disertaba un discurso de corte “antidemocrático”, “anticristiano” y “comunista”.

Los sectores que perdieron las elecciones en las que Juan Bosch resultó ganador y la iglesia, apoyados por los EEUU, orquestaron el golpe de Estado al presidente Bosch que se materializó el 25 de septiembre de 1963. El rechazo de casi todo el pueblo dominicano a este golpe de Estado fue contundente; la lucha por la vuelta a la constitucionalidad fue lo que encarnó posteriormente la Revolución de Abril. Es decir, el espíritu de esa lucha: la vuelta a la más progresista y avanzada constitución que haya conocido la República Dominicana, fue la causa de la guerra civil entre golpistas y constitucionalistas. Es en medio de esa lucha que surge el “discurso constitucionalista”. Se conformó un movimiento entre los que querían la vuelta a la constitución y al retorno de Bosch y empezaron a ser identificados como “los constitucionalistas”.

¿Qué motivo de la Guerra de abril de 1965?

La contradicción surgió precisamente, porque los militares trujillistas-balagueristas, desconocieron los acuerdos políticos, y se negaron a aceptar el gobierno de Bosch, sin elecciones, precisamente esas descendencias fueron la causa principal para que un golpe de estado, se transformara rápidamente en una revolución.

Qué pasó en la revolución de abril de 1965?

La revolución de abril de 1965, fue un movimiento cívico-militar que se caracterizó por la participación activa, militante y armada de las masas populares, con la finalidad de volver al gobierno legítimo y constitucional de Juan Bosch.

¿Quién fue el líder de la revolución de abril de 1965?

Este enfrentamiento cívico militar encabezado por el coronel Francisco Alberto Caamaño buscaba reponer la Constitución, y provocó la intervención militar de la Fuerza Interamericana de Paz.

Quién encabeza a los militares en la Guerra de Abril?

Rafael Fernández Domínguez, era el líder de los militares que  lucharon por el retorno del presidente constitucional, profesor Juan Bosch.

Personajes más destacados de la Guerra de Abril de 1965

Entre los participantes constitucionalistas se encuentran: Rafael Fernández Domínguez, Francisco Caamaño Deñó, Hamblet Hermann, Claudio Caamaño Grullón, Hilda Gautreaux, Yolanda Guzmán, Emma Tavarez Justo, Piky Lora, Aniana Vargas, entre otros.

Por ello es que, en la Revolución de Abril del 65, es decir el enfrentamiento ocurrido del 24 al 28 abril, primó un discurso que clama por la vuelta a la constitución del 63. Luego, en la guerra patria, ocurrida del 28 al 3 de septiembre del mismo año, ante la invasión norteamericana, se integró un discurso de soberanía, de liberación nacional, manteniéndose el discurso constitucional que sin ser abandonado pasó a un segundo plano. El objetivo era liberar la patria para restablecer la soberanía perdida, y luego de esta, la vuelta de la constitución.

Algunos ejemplos del discurso constitucionalista son:

1.Imágenes de manifestaciones multitudinarias en donde la consigna, en un solo clamor, pedía el retorno a la constitución. Se “exigía el retorno a la constitución sin elecciones”.

2.El día 24 de abril todo el país escuchó por radio un discurso constitucionalista del líder político José Francisco Peña Gómez, el cual hacía un llamado al pueblo para que se lanzaran a las calles y que respaldaran el contragolpe de Estado que los militares constitucionalistas le habían dado a Donald Reid Cabral.

El discurso lanzado por Peña Gómez buscaba sembrar conciencia y que se restableciera la Constitución de 1963 y el anuncio al retorno de Bosch.

Wessin y Wessin, para impedir el regreso de Bosch, bombardeó el palacio de gobierno.

El surgimiento de los comandos constitucionalistas. Este tipo de unidad militar y civil que brotó espontáneamente, es una forma de identidad rebelde.

Luego de la renuncia de Molina Ureña se escucha al profesor Juan Bosch dando instrucciones para que Caamaño sea juramentado como presidente constitucional y respaldado por todo el pueblo. “Todos acudan, todos corran a rodear y apoyar al gobierno de presidente Caamaño. Yo lo apoyo con toda el alma, con todo el corazón, ese es el gobierno constitucional, el gobierno que el pueblo se ha dado en la hora más hermosa de toda su historia…” Este es un discurso enteramente constitucional.

El 28 de abril, cuando se produjo la invasión norteamericana y se produce   el desembarco de los primeros 400 marines invasores, aun manteniendo su sentido constitucionalista, ante el giro que convirtió la guerra civil en una guerra Patria.

3.Así discursaba Lora Fernández: afirma: “Desde la trinchera del honor le saludo en este día glorioso en que la patria pequeña se agiganta al enfrentar con sus hombres nacionalistas y democráticos a la fuerza bruta del invasor extranjero de la actitud negativa de los eternos enemigos; pero si grande es nuestro enemigo, mayor es nuestro arrojo y decisión de salvar a la patria y devolverle limpia de mancha y bochorno la dignidad de su bandera y la pureza de su escudo”.

Recordemos que Lora Fernández, fue un militar combatiente que se distinguió en la batalla del Puente Duarte y en todos los demás combates del movimiento insurrecional. Caamaño lo nombró Jefe de Estado Mayor del Gobierno Constitucionalista y lo ascendió a coronel.

4.Rafael Fernández Domínguez, hace la siguiente afirmación: “Pueblo dominicano, el movimiento por el retorno de la constitucionalidad que encabeza un grupo de oficiales honestos de las fuerzas armadas…. No está ligado a los comunistas…” …unidos al pueblo venceremos todos los obstáculos, por Dios por la Patria y la libertad”.

5.Mientras que Imbert Barreras acusando a los constitucionalistas de causar la guerra. Imbert, declarado héroe nacional por su participación en el ajusticiamiento de Trujillo, reconocido por el pueblo como tal, al principio, era uno de los oficiales que estaba de acuerdo con los constitucionalistas. Pero se deja convencer por los golpistas y por los norteamericanos y pasó a ser títere de los EEUU, encabezando un gobierno de Reconstrucción Nacional que se puso al frente de la “Operación limpieza”. Ese gobierno fue responsable de más de 4 mil muertes.

La actitud de Caamaño Deñó, en cambio, se percibe un contraste inverso al de Imbert Barreras. Antes del golpe de 1963 Caamaño era un militar trujillista, formaba parte de los “cascos blancos”, institución especialista en represión. Caamaño había participado en la represión de Palma Sola, donde fueron asesinados 40 dominicanos, y donde el propio Caamaño salió herido. Al producirse el golpe de Estado, Caamaño fue convidado por Fernández Domínguez a unirse al movimiento para defender la constitución. Y a partir de ahí pasó al lado del pueblo convirtiéndose rápidamente en su máximo líder.

Montes Arache. Ante una pregunta de un reportero “¿usted está consciente de que los norteamericanos tienen más armas que los constitucionalistas?”. Y Montes Arache le responde “no tenemos más armas que ellos, pero más ideal que ellos sí”.

Montes Arache es considerado por muchos como “el alma de la Revolución de Abril de 1965”. Convirtió un cuerpo represivo de la dictadura de Trujillo en el más fuerte apoyo militar del movimiento. Sus hombres, antes desconocidos por el pueblo, fueron admirados por su arrojo. La población se sentía protegida con esos soldados vestidos de negro. Manuel Ramón Montes Arache, una de las figuras más emblemáticas de la revuelta, el que enfrentó y salió airoso de los más cruciales combates con valor insólito y determinación excepcional.

6. Resulta impresionante ver al pueblo dominicano lanzarse a las calles para demandar la vuelta a un gobierno democrático, ver como una parte de los militares forman un movimiento para defender la constitución y este movimiento es respaldado por los partidos de izquierdas y las grandes masas; es algo que impacta y enciende el amor patrio.

Ciertamente que mostrar el patriotismo de los dominicanos, la unidad que se gestó en torno a la defensa de la patria, es la mejor manera de contribuir a formar ciudadanos que amen, valoren y defienda el patrimonio nacional.

Las mujeres también hicieron abril, lucharon por su vida y por su barrio, las mujeres de la zona norte combatieron militarmente de tú a tú junto a los hombres constitucionalistas. Motivaban la lucha vociferandos consignas, en plena lucha.

Se habla de que hubo mujeres de la pequeña burguesía que se hicieron entrenadoras militares de hombres y mujeres y que prácticamente desempeñaron todos los roles. El patriotismo no tiene género, las mujeres son tan patriotas como lo pueden ser los hombres. En la revuelta de abril participaron artistas, quienes hacían infatigables actividades para crear conciencia a través del arte para el pueblo.

Desde nuestro punto de vista, algunas de las múltiples enseñanzas que dejó la guerra de abril fueron:

– Se mostró que cuando un pueblo, por pequeño que sea, se une a defender sus derechos y el orden institucional, no hay golpe de estado, guerra civil e intervención extranjera que lo detenga. Contrario a lo que se podía esperar, no hubo vencedores. Todas estas agresiones a la democracia dominicana provocaron la más hermosa y espontanea alianza entre el pueblo y los militares constitucionalistas para enfrentar heroicamente la intervención norteamericana en la trinchera del honor. Esta segunda intervención, una vez más amenazó la identidad nacional, lo que provocó que la conciencia patriótica del pueblo dominicano se mostrara en su grado más alto.

-Se Mostró claramente que ese golpe de Estado al gobierno democrático de Juan Bosch fue el más nefasto error de los sectores conservadores dominicanos. Históricamente el pensamiento conservador ha sido predominante y se ha caracterizado por el entreguismo y el deseo de dependencia como garantía de mantenerse en el poder, lo que se creía en el 1965 una etapa superada, pero los sectores conservadores volvieron a su esencia al solicitar la intervención norteamericana.

– La guerra de abril mostró como Imbert Barreras terminó presidiendo el gobierno de Reconstrucción Nacional, títere de las fuerzas invasoras y responsables de miles de muertes. Mientras Francisco Alberto Caamaño, formado en la policía trujillista y experto en represión, al ser invitado por Domínguez Fernández a defender la constitución democrática de Bosch, se convirtió en el héroe de abril, luego en presidente constitucional de la república y termino sus días luchando por la democracia, como guerrillero heroico.

-Una gran enseñanza la ofreció el ideólogo de la revolución de abril, el coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, cuando al referirse al papel de los Estados Unidos con aguda reflexión expresó: “Todo ha sido prefabricado ordenado por ‘nuestros queridos amigos los Yanquis’… para la consumación de cuyos hechos, como es lógico y natural, se han servido de los viejos y nuevos militares comprometidos” (Fiallo, Clío, 174,193).

-Una lamentable enseñanza tiene que ver con los sectores progresistas y militantes de izquierda, quienes después de jugar un papel glorioso en la guerra de abril, al término de esta contienda, se vieron sumidos en enfrentamientos internos que provocaron toda clases de divisiones. Ante esta debilidad, se impusieron de nuevo los representantes del pensamiento conservador, que históricamente han sido mayoría, y que esta vez contaron con apoyo directo de los Estados Unidos.

-Una hermosa enseñanza, tiene que ver con la solidaridad con la lucha del pueblo dominicano por la democracia y la liberación mostrada por varios extranjeros. Entre estos, el legendario Ilio Capozzi, italiano instructor de los hombres ranas; y también los haitianos que fueron tan numerosos que conformaron su propio comando constitucionalista.

A 59 años de la guerra de abril el mejor homenaje que el pueblo dominicano puede hacer a los hombres y mujeres que mostraron su heroísmo en la trinchera del honor, además de conocer y mantener viva sus acciones y discursos constitucionales y de liberación, es seguir luchado sin descanso por una sociedad donde exista una real democracia participativa, sin exclusiones de ningún tipo, tal como la soñó y por la que luchó Juan Pablo Duarte, nuestro padre fundador, en el 1844.

La contienda terminó con la firma del Acta Institucional de septiembre del 1965, la cual puso fin al conflicto armado y dio paso a un gobierno provisional (Héctor García-Godoy Cáceres), cuya función era llamar a elecciones en medio año.