Por Kelvin Peralta Madera
Conmemoramos hoy la Batalla del 30 de marzo, gesta histórica del año 1844 que nos recuerda a los héroes que lucharon por nuestra independencia. Hoy recordamos la fecha exigiendo el fortalecimiento de nuestro frágil “estado de Derecho” secuestrado entre sobornos, delincuencia, inseguridad ciudadana y la impunidad que ampara y mantiene vigente la no aplicación de la ley de forma selectiva en un círculo vicioso de nunca acabar.
Nunca antes Gobierno alguno en nuestra historia democrática había visto la participación tan activa de la sociedad civil en reclamo de algo que el Estado está en la obligación de garantizar. Varias Marchas hemos tenido del denominado “Movimiento Verde” pidiendo el fin de la impunidad de una vez por todas.
Qué lástima que el Gobierno, en lugar de reflexionar y acatar el llamado popular ha decidido implementar la estrategia de enfrentar al movimiento social y así lo notamos porque el mismo día de la marcha del domingo 26 de marzo y a días posteriores a la misma hemos visto a funcionarios y también militantes activos del PLD desacreditando, maltratando, mal hablando en las redes sociales y en los medios tradicionales de comunicación en contra de la Marcha Verde; en la mayoría de los casos algunos de ellos han quedado en ridículo con declaraciones realmente absurdas y sin fundamento que quedan silenciadas por el contundente peso de la manifestación o más reciente marcha hecha en la ciudad de Santiago en la que por más que trataron de boicotear no pudieron, siendo un acontecimiento de millares de ciudadanos y ciudadanas que se dieron cita y marcharon en un acto Patriótico genuino en contra de la impunidad que insiste el Gobierno en mantener.
Ahora nos enteramos de que el Gobierno quiere aprovechar el tradicional desfile militar del 30 de marzo para mostrar que también tiene fuerza; por supuesto, como usted debe suponer, los convidados son en su mayoría de la nómina pública o empleados públicos, además de aquellos que forman parte de la gran cantidad de beneficiarios del Estado con cheques sin funciones o botellas. Sabemos que contrario a los asistentes de las “marchas verdes” ya celebradas, éstos irán bajo supervisión de lista y la amenaza de ser despedidos o cancelados de los cargos que desempeñan en el Estado si no apoyan el evento o la improvisada marcha de los gobiernistas.
No es la primera vez que un Gobierno obliga a sus empleados a apoyarle en marchas o en proselitismo; sin embargo, este 30 de marzo puede ser la primera en la que la mayoría de los asistentes estén en contra y quieran como la mayoría de dominicanos y dominicanas que de una vez y por todas llegue el fin de la impunidad para que nos encaminemos a un mejor futuro para todos.