Por JUAN T H
El Partido Revolucionario Moderno (PRM) encabeza la preferencia electoral en prácticamente todos los municipios y distritos del país, de acuerdo con las últimas encuestas de trabajo (que generalmente no se publican) que sirven para saber cómo está la correlación de fuerzas políticas en todo el territorio nacional.
De manera inteligente, todos los sectores dentro del PRM se han unificado alrededor del liderazgo bien ganado del presidente Luís Abinader y del expresidente Hipólito Mejía, que se ha convertido en un elemento importante de cohesión y de unidad.
El PRM está monolíticamente unido a pesar del disparate antidemocrático y dañino de seleccionar candidatos a través de encuestas. El presidente Abinader, Hipólito, José Ignacio Paliza, Carolina Mejía, Eddy Olivares, entre otros dirigentes, tuvieron que emplearse a fondo para evitar problemas mayores. La decisión de elegir diputados, regidores, alcaldes, etc., mediante sondeos de opinión, no puede repetirse. La Junta Central Electoral debe prohibirlo tajantemente, que sean las bases de las organizaciones políticas, en convenciones abiertas, plurales y democráticas, las que elijan a sus posibles representantes en el Congreso y las alcaldías y los distritos.
Soy partidario de una convención nacional, única, el mismo día, con el padrón de la JCE.
El PRM se ha convertido en la principal fuerza política electoral del país, superando al Partido de la Liberación Dominicana, disminuido por sus propios errores, el fardo de las acusaciones de corrupción y la división. La Fuerza del Pueblo no es un partido grande. No tiene candidatos sólidos, como sí los tiene el PLD en algunas demarcaciones. La Fuerza del Pueblo es un partido de un solo candidato, que, aunque quiera, no pude ser postulado en todas las demarcaciones del país. La política caudillista, del “Conejo Bugs”, que puede jugar todas las bases al mismo tiempo: pichar, cátcher y batear simultáneamente, hace tiempo que terminó. El único que no lo sabe es Leonel.
El presidente Abinader se ha convertido en un fenómeno político, en un líder con dotes de estadista. El Tsunami Abinader permitirá que los candidatos de su partido se suban en la ola que representa. En los escasos municipios donde el PRM está relativamente mal, el presidente Abinader está muy bien posicionado. No hay un solo municipio, ni un distrito municipal, donde Abinader no supere el 40 o el 50%. ¡En algunos casos llega al 70%! ¡Esa es la realidad! Así va el proceso electoral de cara a las elecciones de febrero próximo.
El PRM quiere que las elecciones se produzcan con tranquilidad; sin sobresaltos, sin amenazas de disturbios, porque “el que está seguro del triunfo, no quiere problemas, quiere que el pueblo bien temprano en la mañana salga a ejercer su d ere cho al voto, con todas las garantías que las leyes y la Constitución le otorgan al ciudadano.
El PRM, compactado como está, junto con sus aliados, más de 20 organizaciones, ganará en la mayoría de las alcaldías grandes, incluyendo los distritos; a saber, la capital, Santiago, Santo Domingo Este, Higüey, Romana, San Cristóbal, Barahona, Peravia, Azua, Montecristi, entre otras. El PRM igualmente mantendrá el control de la cámara de diputados y del senado. Es el resultado de la descentralización del presupuesto nacional, de la inversión pública en todo el país, de la decencia y la honradez que exhibe cotidianamente el presidente de la República, que, como ya he dicho en otras ocasiones, ha resultado mejor presidente que candidato. Ahora, en este proceso de reelección será un tolete de presidente y un tsunami de candidato, llevándose del medio a todo el que se le atraviese en el camino hacia la victoria en primera vuelta. ¡He dicho!