Danilo y Leonel: Separación y rompimiento político  

 Luis Estrella

Cuando entré al PLD en 1995, lo hice a través de Danilo Medina para apoyar la candidatura de Leonel Fernández. En ese momento dos amigos y compañeros de lucha, que desde la fundación del Partido de la Liberación Dominicana en 1973, habían compartido un proyecto común, un sueño, que estaba a punto de materializarse.

 

En ese momento Danilo era presidente de la Cámara de Diputados, posición de la cual renunció para dirigir la campaña de su amigo Leonel Fernández. Esa combinación fue la clave para que el PLD llegara al poder en 1996.

 

En el 1999, Danilo vence en una reñida contienda interna a Jaime David Fernández Mirabal, vicepresidente del País y pasa a convertirse en el candidato oficial del PLD para las elecciones de mayo del 2000, proceso electoral que fue ganado por Hipólito Mejía, candidato del PRD.

 

En el 2003, Leonel Fernández, es escogido de nuevo como candidato por el PLD, en un proceso que se impuso

a Jaime David Fernández Mirabal. Danilo que en ese momento controlaba las estructuras del PLD apoyó de manera militante y decidida a Leonel Fernández.

 

En el 2006 Danilo renuncia a su posición de ministro de la presidencia y lanza su candidatura presidencial para las elecciones del 2008. Ese hecho marca el inicio de la separación de dos amigos y lo que sería la posterior división del PLD 13 años después.

 

En mayo del 2007 se celebran las primarias internas en el PLD para escoger su candidato presidencial, entre el presidente Leonel Fernández y Danilo Medina. Fue un proceso muy difícil y doloroso, tener que decidirse entre quienes habían sido los forjadores del triunfo del PLD y sobre todo dos entrañables amigos y compañeros.

 

Reconozco que para mí fue una de las decisiones más difíciles que he tomado en mi vida, pero al final por fidelidad, opté por apoyar a Danilo Medina, ante lo que para muchos lucía en suicidio político. Lo hice por lo que consideraba un asunto de honor, aunque eso implicara enfrentar el poder y con ello asumir todas las consecuencias que eso conllevó.

 

Para las elecciones del 2012, Danilo Medina es electo sin grandes obstáculos como candidato del PLD, para luego ganar las elecciones nacionales en una reñida contienda a quien lo había derrotado en el 2000, Hipólito Mejía candidato del PRD.

 

Siendo justos y honestos, esas elecciones que siempre estuvieron favorables a Hipólito, Danilo pudo salir triunfante por el apoyo total y absoluto que le dio Leonel Fernández. Todos pensamos que eso sería suficiente para que se produjera un acercamiento definitivo entre los dos lideres y compañeros de siempre.

 

En el 2016 Danilo es escogido por consenso para ir a la reelección, acompañado en la vice, por la entonces esposa de Leonel Fernández, Margarita Cedeño, lo cual en principio tuvo la resistencia de Leonel Fernández. Luego de muchas negociaciones, se produce el acuerdo de los 15 puntos, refrendados por el Comité Político, que pone fin a la crisis y se proclama la boleta oficial del PLD.

 

Después de ese traumático proceso, la separación entre los dos grandes líderes del PLD se acentuó, convirtiéndose en algo con características personales, que hizo aún más difícil un acercamiento político entre ellos.

 

En el 2020 ante los aprestos por modificar la Constitución, para eliminar el obstáculo que impedía la reelección presidencial, Leonel Fernández inicia una jornada para impedir que esto se materializara.

 

Luego de descartada la modificación constitucional, ocurre otro acontecimiento inesperado, donde Danilo Medina decide unificar todos los aspirantes de su corriente para elegir uno de ellos y enfrentar a Leonel Fernández, lo cual se realiza a través de varias encuestas y donde sale ganancioso, el ministro de Obras Públicas de ese entonces, Gonzalo Castillo.

 

Si existía alguna posibilidad de unidad y acercamiento entre los dos líderes, Danilo y Leonel, ahí quedó sepultada, ya que el nivel de confrontación no permitió el milagro esperado por todos, la unidad de la familia peledeista. A partir de ahí la historia todos la conocemos, en las primarias de octubre, que declaró ganador a Gonzalo Castillo y cuyos resultados no fueron reconocidos por Leonel Fernández, quien entonces decide marcharse del PLD y formar una nueva organización política.

 

Este fraccionamiento del PLD es considerado la causa de la derrota electoral del 2020, cuyos líderes históricamente habían sorteado todas las dificultades, diferencias y crisis hasta ese momento. Es indiscutible que en esas circunstancias la sensatez cedió ante el radicalismo de sus ideas.

 

A partir de esa dolorosa y triste división, la poderosa maquinaria electoral que constituyó el PLD, ahora marcha en dos frentes, por caminos diferentes y cada día más distanciados. Si hacemos un simple ejercicio matemático y sumamos sus fuerzas, veremos que representan una gran parte del electorado dominicano.

 

Es inevitable que cuando se producen acontecimientos con un impacto tan poderoso en cualquier entidad política, surjan posturas de frustración, desencanto, desmotivación y falta de confianza en su militancia. Ese estado de pesimismo, de manera inevitable conduce a un gran número de militantes a dos cosas; abandonar la organización o retirarse del activismo político.

 

Si revisamos la historia desde su inicio, podemos llegar a una simple conclusión, los responsables de lo que está ocurriendo en la organización de origen, no es culpa de su militancia, como tampoco de los que han tomado el camino de marcharse o retirarse tranquilos a sus hogares.

 

Las circunstancias nos indican, que Danilo y Leonel, dos personas que merecen todo mi respeto y admiración, continuarán por senderos diferentes, dejando siempre la interrogante, sobre las razones que produjeron su separación y rompimiento político.

Por Luis Estrella