Se Dicen Muchas Cosas” …

Por Leonardo Sánchez

Diciendo muchas de las cosas que se están diciendo, se hace una costosa propagada a un proyecto de gran beneficio para el país, pero contratado de manera oscura y dolosa; y se oscurece más cuando se percibe por qué se dice lo que se dice y no se dice lo que todo el mundo quiere que se diga de lo que hay que decir para esclarecer los contratos, la financiación y la adjudicación de las obras.

Dicen que la energía de las plantas de Punta Catalina es “‘energía dominicana” y, si la energía viene del carbón mineral, lignito, coque o hulla, como aquí ese mineral no se encuentra en “el subsuelo de la tierra”, entonces la energía que se va a producir con material importado no es dominicana, es de dónde se compre el material que la contiene.

Dicen que es un combustible más abundante sobre la faz de la tierra, pero en RD no existe “en el subsuelo de la tierra” ni en la faz, por tanto, hay que importarlo igual que los derivados del petróleo, aunque sea más barato, pero tiene subproductos más contaminantes que el petróleo, como las cenizas vitrificadas que son el residuo después de la combustión.

Y dicen, dentro de las muchas cosas que se dicen, que las cenizas se usaran en la producción de cemento; olvidando que el uso de ese subproducto en la producción de cemento, estaría muy por encima de las cantidades que proporcionalmente se pueden usar en la industria cementera de todo el país en sustitución de una parte de la piedra caliza y para producir una variedad especializada de cemento y de mercado limitado en el país.

Porque no todas las cenizas producidas se pueden usar para producir cemento. Es solo una proporción de las cenizas livianas que se precipitan en los dispositivos electroestáticos para esos fines y es de un 10 a un 15 %. Las cenizas pesadas que se precipitan por su propio peso, no tienen uso en la industria cementera. Y si se usan en otros tramos de la industria constructiva, ¿se mantendrían inertes? Como los rellenos estructurales y ligeros de caminos y carreteras que, con el paso de vehículos sus efectos se expandirán al ambiente en forma de polvos.

Y, el uso de las cenizas livianas, sería para la producción de cemento portland puzolánico que no es la mayor demanda porque tiene usos especializados donde se requiere un aglutinante especial, como en muelles y represas donde se requiere mayor resistencia a largo plazo, impermeabilidad, mayor plasticidad y resistencia a los sulfatos. También emite menos calor en el fraguado y produce menos grietas y esto lo hace muy bueno para grandes obras que no se están construyendo en el país.

Igual con los agregados y bloques para construcción civil. Pero para usarse y mezclarse con otros componentes cementantes, las cenizas deben reducirse en su granulometría que las hace peligrosas por el polvo generado en el proceso que puede ser movido por los vientos con potencial de llegar a las personas.

Dicen que los componentes de las cenizas no son tóxicos, pero entre otros elementos tienen Arsénico, Bario, Cadmio, Cromo hexavalente, Plomo, Mercurio, Selenio, Aluminio y algo de Plata de bajísima ley, todos muy contaminantes. ¿Y qué van a hacer con los productos secundarios de combustión de carbón, agua y residuos del sistema de tratamiento de agua? ¿Irían a una planta de tratamiento? ¿Y los lixiviados?

¿Dónde se va a almacenar el volumen de cenizas que no sea absorbido en las cementeras? ¿Por cuánto tiempo? ¿Qué ocurrirá cuando llueva con el agua de lluvia que caiga sobre esas cenizas almacenadas a la intemperie? Y, si solo se va a usar ese material tóxico en la planta cementera cercana, la proporción de uso será menor y el almacenamiento mayor. Y, si se va a usar en todas las plantas cementeras del país, ¿cómo se va a transportar? ¿Quién va a pagar el costo de ese transporte? ¿A cuántas poblaciones y ambientes se van a exponer durante ese transporte?

Esas son algunas cosas que deberían decirse dentro de las muchas cosas que se dicen. Aunque no se digan “metro a metro” y se sigan diciendo “catalina a catalina”.

Dicen que en EE. UU., y Alemania entre 35 y 40 por ciento de su generación de energía es producida con carbón mineral, siendo esta una verdad a medias, porque están dejando de decir que en Alemania están cerrando sus plantas a carbón y optando por energía limpia hidráulica, eólica y solar, porque también están cerrando las plantas de energía atómica. Esas cifras que se dicen son estadísticas del pasado en aquellos países, aunque en EE. UU., Trump quiera volver a la producción contaminante que ahora es 20 % de carbón.

¡EE. UU. 20% generación a carbón!

En esos países ya no se construyen plantas a carbón. Están depreciando sus viejas usinas para irlas cerrando según alcancen su obsolescencia.

Sobre el costo de Catalina, se esconde el hecho de que, aunque en EE. UU. hay plantas con costos parecidos al costo de Catalina, resulta que fueron construidas en otra época donde los costos eran diferentes, olvidando también que muchas de esas plantas, eran de mucha mayor capacidad en mega watts generados y por tanto de mayor tamaño.

Que es el costo más bajo de la región, es una mentira o verdad manipulada, igual eso de que se van a terminar los apagones, al comparar momentos pasados con otros por venir como realidad proyectada de un país que va a aumentar su consumo eléctrico por el crecimiento económico y va a cerrar las plantas de alto costo y en total obsolescencia.

Y por eso “Hay muchos comentarios y muchas dudas” … Porque hay mucha gente que no quiere perder sus pingues negocios desde la capitalización y ahora se están gastando unos cuartos en clorofila para pintar muchas cosas de verde para confundirlas con el verde de la indignación legítima contra la corrupción y la impunidad de la que los generadores de dudas también han sido parte.

¡Porque también eso se dice!

Pero no se dice cuáles van a ser las fuentes de agua para las torres de enfriamiento del complejo de generación. Ni hacia dónde irán a parar las aguas servidas, altamente contaminadas con los iones contaminantes antes señalados. Y no es un chin de agua; pudiendo ser entre 3.5 a 6 millones de metros cúbicos diarios de agua. Y, como la materia no se destruye, una parte será evaporada como vapor, de esa, otra condensará en más agua y el volumen acuoso aumentará con los sólidos contaminantes.

Igual no se dice sobre qué base se ha acordado el uso de suelos de los terrenos donde está siendo construido el proyecto, aunque se dice que hay un contrato a 50 años. ¿Ese contrato fue al congreso? ¡La obra es un bien público y el contrato debe ser público!

Porque se dicen muchas cosas, pero no las importantes. Como las fuentes actuales de financiamiento después de perder los recursos del Bandes de Brasil por el Caso Lava Jato, y que un banco italiano se retirara luego del escándalo de Odebrecht y los indicios de sobrevaloración del proyecto.

Se dicen muchas cosas. Como que los altos precios de los combustibles son una de las fuentes de financiamiento de las Plantas de Punta Catalina. Mientras otros miran hacia el Banco de Reservas y la Fiducia de los peajes. Y también las obligaciones del 4 % de la educación y otros ministerios que han venido acumulando deudas con sus suplidores.

Porque “no hay cuartos en la calle”, ¡pero el proyecto no se para! Porque así se han hecho otras obras “metro a metro” y se han aguantado, y ahora se hacen “catalina a catalina”, mientras se mantienen en la cúspide de la loma de escándalos que se siguen apilando.

Y con Punta Catalina en el tope de esa pila de escándalos, los faraones siguen la construcción para que los esclavos sigan pagando las cuentas al mismo ladrón y sobrevaluador tratado como un socio con sus contratos en regla, aunque es un delincuente condenado y que fue allanado luego de que desmontara la operación de sobornos estructurados que se estaba permitiendo y protegiendo en el país.

Y no se dice nada dentro de tantas cosas que se dicen.