Destrozados. Así estaban en McLaren Honda ayer después de comprobar como todas las esperanzas y horas de trabajo que habían puesto en el nuevo coche se desvanecían apenas había amanecido la mañana cuando se producía una fuga de aceite en el monoplaza y todo el sistema se veía afectado sin que tuvieran una solución rápida para volver a poner al asturiano en pista. Estuvo más de seis horas fuera del asfalto.
Finalmente y a falta de exámenes más exhaustivos desde Honda hablaban de lo que podría haber causado el problema. Primero, Hasegawa explicaba cómo sucedieron las cosas: «Durante la mañana hemos detectado un problema en el sistema de aceite durante la vuelta de instalación de Fernando. Para ahorrar tiempo hemos decidido que la mejor opción era cambiar la unidad de potencia».
Después, contaba la supuesta causa: «Basándonos en las investigaciones preliminares, pensamos que el problema está relacionado con la forma del tanque de aceite de 2017, pero requiere más investigación antes de poder confirmarlo». Y dejaba claro que iban a trabajar duro para solucionarlo: «Seguiremos esforzándonos por la noche para mejorar la situación en el entrenamiento de mañana».
Pues bien, en el día de hoy las cosas no empezaron bien porque Vandoorne se quedó parado a poco de empezar a rodar, aunque pronto pudo volver a pista. Lo malo del asunto es que pudiera ser un fallo estructural si como dicen es del diseño de esa pieza y además lo preocupante es que apareciera en una primera toma de contacto en el primer día de test cuando suele producirse en un momento de curva rápida llevando el coche al límite. Estaremos pendientes en los próximos días porque son clave para comprobar si este es un nuevo año perdido para McLaren y Alonso o puede haber esperanza.
Sigue el tercer día de pretemporada de los entre Test F1 2017.