Lo había conseguido. Iba a tener de nuevo todo el control de su gran creación gracias… a los chinos. Ron Dennis había logrado el apoyo de un consorcio de inversores de aquel país y ponían sobre la mesa nada menos que 1.900 millones de euros para hacerse con el control de la compañía de la que es presidente el británico y de la que posee el 25% de las acciones.
De hecho la pasada semana Ron presentó la oferta al resto de accionistas, el fondo de la familia real de Bahrain y el empresario saudí Mansour Ojjeh, los primeros poseen el 50% y el segundo el otro 25% restante. No lo quisieron, no les gustó la oferta y ahora quieren librarse de Dennis de una vez por todas.
Pero, según Sky News, Ron ha decidido acudir a la justicia para tratar de blindar su contrato que no expira hasta el mes de enero del próximo año, un tiempo en el que espera conseguir los apoyos necesarios o mejorar la oferta. Así las cosas hoy mismo se está celebrando una reunión entre los accionistas, en esta tremenda lucha de poder, con la intención de echar a Dennis de la compañía y de su actual puesto. Seguiremos informando…