Por: Lic. Yenifer Gil
Una pandemia pareciera estar azotando al pueblo dominicano respecto a la ola de femenicidios que año tras año ocurren en el país, hasta el punto de encontrarnos entre los que tienen la más alta tasa del mundo en crímenes cometidos contra la mujer. Esto a pesar de los esfuerzos realizados por las autoridades competentes para erradicar este flagelo.
Cada día son más las féminas que mueren de mano de sus parejas o ex parejas, en lo que va del 2016 ya son 48 mujeres las que han perdido la vida de esta forma, añadiendo aquellas que al defender a la víctima también mueren en el hecho o las que fallecen de otras formas violentas, calificado como homicidios, causando dolor a los familiares y dejando en la orfandad a niños pequeños. Cabe destacar que en muchas ocasiones el/los verdugo (s) se suicida (n) al instante o se da (n) a la fuga.
Es lamentable que alrededor de 200 mujeres en edades comprendidas entre los 17 y 35 años mueran cada año en hechos consternadores que podrían evitarse, pues en muchos casos son asesinadas luego de que hayan denunciado la situación ante las autoridades, sin que se tomen las medidas pertinentes para protegerlas, en otros casos, las víctimas desisten de la querella a pesar de los intentos del Ministerio Público de que no lo hagan, esto si se deciden hablar, pues generalmente el maltrato queda en silencio y por la dependencia emocional y bajo autoestima lo ven como algo normal.
Según un informe ofrecido por el Departamento de Estadísticas de la Procuraduría General de la República, en el año 2015 hubo un total de 77 femenicidios y 144 muertes de mujeres entre homicidios y femenicidios, de las cuales 90 murieron en horario de 6:00 de la tarde a 5:59 de la mañana, ocurriendo la mayor parte de los casos durante la noche, siendo más vulnerables los domingos en que fallecieron 30 mujeres en edades productiva y reproductiva, lo que demuestra que la juventud es la más propensa a fallecer por estas causas. 62 fueron asesinadas con armas de fuego, 51 con armas blancas y 31 con otros tipos de objetos. Según esta fuente, del 2005 hasta la fecha, en el 2011 se registró el mayor número de feminicidios (128 para ser exactos), con un saldo de 233 mujeres muertas por causas no naturales.
La promulgación de la Ley 24-97 que tipifica la violencia contra la mujer, el que estos casos sean de acción pública, las orientaciones dadas a través de los medios de comunicación, no han sido suficientes, pues los índices de violencia de género demuestran que aún existen fallas en el sistema y que es necesario hacer mucho más.
La sociedad en general debe prestarle atención a este problema, tanto el Gobierno, como las instituciones de poder: iglesias, escuelas, ministerio de salud, autoridades competentes y medios de difusión deben unirse, emprender acciones concretas cuyo objetivo sea educar a las personas en el respeto al derecho a la vida e incentivar a las víctimas a denunciar a su agresor, y el Estado garantizarles que sus necesidades serán atendidas y su integridad resguardada.
Reitero, toda la ciudadanía debe ser alertada y aportar para evitar que estos casos sigan ocurriendo, se deben reorientar las políticas públicas para prevenir el maltrato, fortalecer el marco legal, que los tribunales apliquen medidas más severas en contra de los victimarios. Entiendo que se debe dar información más precisa a las mujeres para que sepan dónde dirigirse a denunciar los hechos, pero sobretodo se deben intensificar las campañas de valoración y amor propio hacia las mujeres, desde las escuelas, los barrios, las iglesias para que entiendan que no deben permitir el maltrato y a los hombres para que se concienticen que nada les da derecho a golpear a una mujer mucho menos a acabar con su vida, con sus sueños, sus ilusiones. ¡Basta ya! No más Violencia contra la Mujer.