Concentrará gran parte de la atención en Barcelona. Estaremos atentos a si veremos el primer duelo entre Rosberg y Hamilton o entre ambos Mercedes y Ferrari, tampoco perderemos de vista lo que hagan Alonso y Sainz ante su afición, pero, sobre todo, seguiremos al detalle el debut de Verstappen con Red Bull. Tras la sonada sustitución de Kvyat, Max tendrá que soportar toda la presión, y más le vale estar preparado para ello.
«Vamos a ver si Max puede romper los récords de Red Bull de nuevo. ¿Si está listo? No tiene otra opción, lo tiene que estar», afirma tajante Mark Webber a ‘The Telegraph’, un piloto que conoce bien la tensión que hay en el equipo energético porque la vivió de primera mano durante siete años. Al australiano no le pilla por sorpresa el prematuro movimiento de los de Milton Keynes: «Marko sólo quiere rendimiento, quiere a los chicos más rápidos en el mejor escenario lo más rápido posible. No me sorprende».
Es más, Mark cree que la decisión de bajar a Daniil del RB12 de forma tan precipitada estaba tomada antes de que tuviera tal accidentada carrera en Sochi ante su público: «Es probable que estuviera previsto incluso antes de Rusia. Podías sentir que se estaba preparando algo. Ha tenido un año allí y creen que no ha hecho lo suficiente. Normalmente se esperan hasta el final del año, pero eso no sucede a veces, sobre todo con Red Bull».
Webber sabe bien que el rendimiento te condena en la Fórmula 1, y más en la formación austriaca, y que no tardará en pasarse página a este polémico ascenso. «Es duro. Es un gran negocio, las cosas se mueven rápido. Red Bull se ha adelantando al mercado de 2017 para preparar todo. En tres meses ya no será noticia, como es habitual en la F1. Aquí no hay lugar donde esconderte, todo depende de cada sesión. Te miden por tu rendimiento». El de Kvyat no le ha valido a Marko, veremos el de Verstappen.