Incluso Lewis Hamilton. El piloto británico se suele poner los cascos en las ‘drive parade’ de cada circuito mientras el resto de compañeros hablan entre ellos en los camiones o cuando esperan a subirse en un coche de época para dar la vuelta al circuito los domingos antes de la carrera saludando al público. Pero esta vez estuvo con todos. Fue en la cena que la mayor parte de los pilotos del Mundial de Fórmula 1 tuvieron en un lujoso restaurante de Shanghái cerca del Bund y en la que estaban diecisiete pilotos titulares además del reserva de Renault, Esteban Ocon.
Solo faltaron por diversos problemas, tenían otros eventos los dos de Renault, Kevin Magnussen y Jolyon Palmer y no llegaron Rio Haryanto, el debutante de Manor, Romain Grosjean, el piloto de Haas y el campeón del mundo de 2007, piloto de Ferrari, Kimi Raikkonen.
El resto estuvieron todos, incluidos por supuesto, los dos españoles, Fernando Alonso y Carlos Sainz. El asturiano fue uno de los primeros en hacer visible esta cena en la que además dejaba clara la unidad que existe en estos momentos de los pilotos en torno a los asuntos de la actual y la futura Fórmula 1. “Cena de colegas” #RacingUnited #GPDA, han sido las etiquetas utilizadas en sus redes sociales por el piloto asturiano, que por cierto sabe como regatear los controles que hay en el país sobre Twitter o Instagram, por ejemplo. Pero no ha sido el único, incluso Nico Rosberg le ha mandado un mensaje a Bernie Ecclestone y aquellas declaraciones en las que el Supremo de la F-1 calificaba a los pilotos de charlatanes. #WindBagsUnited, charlatanes unidos, ha dicho el subcampeón del mundo. Y es que los pilotos se han hartado de no tener voz en el universo de la F-1.