Apenas fueron unas vueltas y en unas condiciones nada favorables, con el asfalto de Silverstone empapado en un día frío y lluvioso, pero le valieron a Red Bull para hacer las comprobaciones iniciales del RB14 y a Ricciardo para tener el primer feeling con el coche que llevará este 2018, y ambas cosas fueron bastante positivas. El objetivo del filming day que realizaron el mismo día en el que dieron a conocer su monoplaza era descartar cualquier funcionamiento anormal para corregirlo cerca de casa, y lo cumplieron.
«Siempre es difícil contar algo tras solo unas vueltas, pero la sensación inicial es buena. No hizo nada que me asustase y ya puedo sentir que la parte trasera del coche está bastante asentada, incluso en estas condiciones tan pobres. Esas son unas primeras señales alentadoras», afirma el australiano en la web del equipo austriaco luciendo sonrisa desde su primer día de trabajo al volante del RB14 con un diseño provisional que le tiene encantado: «El coche luce muy bien, es lo que quieres ver cuando entras en un garaje».
Han logrado lo que querían adelantando los plazos de desarrollo, llegar con más calma a los test: «Fue un día largo intentando hacer que todo funcionase, pero es mucho mejor tenerlo aquí que en Barcelona. Eso no significa que no tengamos nada en Barcelona, pero es bueno quitarse algunos desafíos iniciales». Será allí cuando Verstappen se suba al RB14, mientras, ayer se mordía las uñas: «El coche se ve muy agresivo y me gusta la decoración. No puedo esperar a que sea mi turno en Barcelona. Espero que esté más seco».
¿Y qué tiene que decir Ricciardo sobre la novedad más visible de su coche, el Halo? Pues poco negativo: «Puedo ver bien. Antes solo había hecho un par de vueltas de instalación con él, así que era bastante nuevo, pero realmente no me di cuenta de que estaba ahí. A menos que haya alguna señalización arriba, no veo ningún problema. Es un poco incómodo entrar y salir, ¡probablemente me rompa un aductor! Pero está bien. Es un pequeño reto, pero lo superaremos». Como hicieron con el estreno del coche que debe acercarles a la cabeza.