El grandeliga aseguró que sí espera ver acción detrás del plato en esta ocasión
La frase que posiblemente resumía el sentimiento colectivo en el dugout de los Tiburones de La Guaira en el día de ayer era: “si así llueve, pues que no escampe”. No se trataba de un pronóstico climático real, sino del chaparrón de buenas noticias que ha caído sobre los dirigidos por Oswaldo Guillén recientemente.
Los salados, que llegaron a la jornada de ayer con una racha de cinco victorias de forma corrida y en posesión absoluta del segundo lugar en la tabla de posiciones, no solo esperan la inclusión en el róster del relevista Ryan Kussmaul en cualquier momento o la del diestro Edgmer Escalona a finales de mes, sino que también podrían añadir al grandeliga Héctor Sánchez a su róster tan pronto como la próxima semana. “No es seguro todavía, pero creo que la semana que viene podría ingresar en el róster y de ahí veríamos qué día me estreno”, indicó Sánchez ayer, cuando realizó su primera práctica con el equipo. “Todavía estoy en conversaciones con los Padres, por eso no he puesto una fecha exacta”.
El receptor, quien se uniformó con los escualos por última vez en la 2014-2015, tomó práctica de bateo con el resto de sus compañeros previo al choque ante los Bravos de Margarita. Sánchez aseguró estar completamente recuperado de lesiones que le impidieron participar en la pasada campaña invernal, especialmente una conmoción cerebral, la segunda en su carrera, sufrida al recibir un foul en la careta en agosto de 2014.“Hasta ahora no he tenido ningún otro síntoma, ninguna secuela. Todavía queda el miedo, pero los síntomas parecen haberse ido”, indicó el maracayero, quien espera poder ver acción en la receptoría con los escualos, a diferencia de en su última experiencia con el club. “No tengo límites ahorita, como sí los tuve antes por la conmoción que me impedía quechar. Puedo estar en la receptoría, en primera o como designado, lo que el mánager crea más conveniente”, agregó el toletero quien en cinco temporada en el circuito rentado criollo ostenta promedio de .309 con el madero.
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