El presidente Danilo Medina solicitó este lunes al Congreso Nacional prorrogar el estado de emergencia, vigentes desde el 19 de marzo por el coronavirus, por 17 días más partir del 14 de junio para seguir avanzando “de manera incremental y cuidadosa hacia la normalización plena de las actividades”.
En una carta enviada al presidente en funciones del Senado, Arístides Victoria Yeb, Medina señaló que “si bien concluimos exitosamente la primera fase del plan de desescalada” el país tiene “el enorme desafío de ejecutar la actual y la siguientes fases de dicho plan de manera tal que se evite un descontrol de los casos de contagio que eventualmente desborde la capacidad de respuesta hospitalaria”, indica la misiva.
Aunque la apertura de las actividades económicas se ha llevado a cabo de manera gradual y calibrada “es inevitable que se produzca, como en efecto ha ocurrido, un aumento significativo en el flujo de personas en las calles, en los centros productivos y en los establecimientos comerciales” lo que representa “un gran riesgo” para la población, por lo que es necesario el estado de emergencia.
Otros países, advirtió el presidente, “han tenido que revertir el proceso de apertura y establecer el distanciamiento social ante el aumento súbito de la curva de contagio como consecuencia de dicha apertura”.
La República Dominicana, insistió, debe seguir avanzado “de manera incremental y cuidadosa hacia la normalización plena”, lo que requiere “mantener todavía el estado de emergencia”, que ha recibido cuatro prórrogas, la última el 1 de junio, por 12 días.
“Esto también propiciará mantener las condiciones favorables para la celebración exitosa” de las elecciones presidenciales y congresuales del próximo 5 de julio, agregó.
Horas antes de conocerse la carta de Medina, el Senado convocó sesión para mañana.
Rodríguez-Marchena
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Presidente Danilo Medina solicita autorización al Congreso Nacional para prorrogar estado de emergencia por 17 días a partir del 14 de junio para seguir avanzando de manera incremental y cuidadosa hacia la normalización plena de las actividades económicas, sociales y recreativas.
