A pesar de la preocupación que existe por el aumento de la tasa del dólar, técnicos del Banco Central garantizaron la estabilidad en la tasa de cambio en este año y explicaron las razones del movimiento alcista de la cotización del dólar en lo que va del 2025.
En el artículo “Las economías emergentes frente a un entorno externo cambiante: Algunas ventajas para la economía dominicana”, publicado en Página Abierta, señalaron que esperan que el tipo de cambio se mantenga relativamente estable en torno a su variación histórica promedio durante el 2025.
“Aunque en enero y febrero de este año se ha experimentado una tendencia alcista en la demanda de divisas que se ha traducido en una depreciación acumulada del peso dominicano de 1.8 % al 20 de febrero, la misma obedece en cierta medida a aspectos coyunturales vinculados al componente estacional de reposición de inventarios de las ventas registradas durante noviembre (asociadas al Black Friday que cada vez toma más popularidad en el país) y durante las festividades de diciembre que es el mes del año de mayor actividad comercial, así como al incremento en la volatilidad en los mercados financieros internacionales”, señalan los expertos.
Resaltan que para 2025, el Banco Central se mantiene vigilante y dispuesto a usar sus instrumentos de política para cumplir con su misión de mantener la estabilidad de precios, en un escenario global que se torna más complejo y que presenta múltiples riesgos.
Recordó que a dos meses de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos y en la medida de que creció la probabilidad de que el entonces candidato republicano Donald Trump ganara la presidencia, se observó una tendencia alcista en el dólar estadounidense que aún persiste hoy. En efecto, desde septiembre de 2024 hasta la fecha, el dólar se ha apreciado en más de 7.0% con respecto a las seis principales monedas del mundo.
Ante este escenario, los fundamentos macroeconómicos de los países cobran mayor importancia. En el caso dominicano, los mercados ven con buenos ojos que se trata de la economía que registró el mayor crecimiento de la región en 2024, un 5.0 %, a la vez que mantuvo la inflación interanual dentro del rango meta de 4.0 % ± 1.0 %, cerrando el año con una tasa de inflación de 3.35 % y con una inflación subyacente justo en el centro del mencionado rango.
El cuadro de estabilidad que presenta la economía dominicana lo completa una tasa de desempleo de 4.8 % y un nivel de ocupación récord de 5.05 millones de personas.
Retos naciones emergentes
Las economías más grandes de América Latina, entre ellas República Dominicana, se consideran economías emergentes de ingresos medios. Una gran parte de este grupo de economías venía presentado notables mejorías en la percepción de riesgo que los inversionistas internacionales tienen sobre ellas.
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Específicamente el riesgo país promedio de América Latina, medido por el indicador de bonos de mercados emergentes de J.P. Morgan (EMBI, por sus siglas en inglés), se había reducido de 460 puntos básicos en febrero 2022 a 300 puntos básicos (pbs) en abril 2024. Desde entonces, esta tendencia a la baja del EMBI latino se ha revertido porque es afectada por una coyuntura internacional cada vez más incierta.
El entorno externo actual, caracterizado por la alta volatilidad y liquidez restringida en los mercados financieros, tasas de interés elevadas, fuerte apreciación del dólar y crecientes tensiones comerciales, ha afectado las perspectivas de riesgos de las economías emergentes de la región.
Este panorama presenta a los países el reto de posicionarse como destinos atractivos para la inversión extranjera, lo que implica preservar la estabilidad, fortalecer los fundamentos económicos y aplicar políticas que garanticen los derechos de propiedad y la seguridad jurídica en un entorno de paz social.
Riesgo país en el caso de RD
Un área donde se ven las ventajas de la que habla el informe es en la medición del indicador de riesgo país para el caso dominicano (EMBI dominicano) y su comparación con el riesgo país promedio de América Latina (EMBI latino).
El riesgo país de RD era de 530 pbs en marzo 2022, más alto que el riesgo promedio de América Latina de 460 pbs. A partir de ese momento ambos índices mejoraron notablemente, pero mientras el EMBI latino comenzó a percibirse como más riesgoso desde abril 2024 llegando hasta 410 pbs en febrero 2025, el EMBI dominicano continuó mejorando hasta alcanzar en esa fecha 200 pbs, su nivel histórico más bajo.
“Este resultado muestra cómo las firmas calificadoras y los inversionistas internacionales van reconociendo los fuertes fundamentos macroeconómicos de la economía dominicana percibiéndola como menos riesgosa que muchos de los países de la región, a pesar de que algunos de ellos tienen grado de inversión. Por ejemplo, el riesgo país dominicano de 200 pbs es menor que el de países como Colombia (316 pbs), México (301 pbs) y Panamá (277 pbs), todos con grado de inversión por al menos una compañía calificadora”, dice el documento.
Dada la confianza que los inversionistas foráneos parecen tener en la economía dominicana no es de extrañar que la inversión extranjera directa (IED) se haya posicionado como la más alta de Centroamérica, superando los US$4 mil millones en los últimos tres años. Solo en 2024, la IED alcanzó US$4,512 millones, una cifra histórica para la República Dominicana. Se espera que en 2025 el flujo de IED hacia el país mantenga su dinamismo, ubicándose por encima de los US$4,700 millones al cerrar el mes de diciembre.
De igual manera, destaca que más allá de la inversión extranjera, RD sigue beneficiándose de un gran influjo de divisas provenientes de las remesas, el turismo y las exportaciones. “En el caso de las remesas que habían alcanzado US$10,756 millones en 2024, los últimos datos a enero 2025 muestran un crecimiento interanual de 7.0% con envíos totales de dinero desde el exterior que ascendieron a US$936.5 millones. El turismo recibió 11.2 millones de visitantes en 2024 que gastaron US$10,975 millones. Las exportaciones aumentaron 7.0% de forma interanual, recibiéndose US$903 millones adicionales en 2024 con respecto al año anterior. En total, las divisas que entraron al país el pasado año ascendieron a unos US$43 mil millones”.
Perspectivas económicas
El año 2025 se presenta como un año de retos para las economías emergentes de América Latina. Según el FMI, la región crecería en promedio 2.5% en 2025, una tasa por debajo del crecimiento promedio esperado para la economía mundial de 3.3%. En contraste, la economía dominicana se expandiría muy por encima del promedio y continuaría como uno de los líderes de la región en materia de crecimiento.
En efecto, las últimas proyecciones de crecimiento de la economía dominicana apuntan a una expansión en torno a 4.5% para este año en un contexto global que sigue incierto. Un elemento que podría contribuir a este desempeño sería un mayor dinamismo en la inversión pública en los próximos meses. Finalmente, el país podría aprovechar las ventajas que ofrece el “nearshoring” y la diversificación de sus exportaciones para atraer más inversión extranjera, afianzando su contribución de esta a la estabilidad cambiaria.
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