El director del Servicio Secreto viaja a Florida para aclarar intento de asesinato a Trump
Rowe también hará un recorrido por el Trump International Golf Club de West Palm Beach, en Florida, donde se produjeron los hechos
El director interino del Servicio Secreto de Estados Unidos, Ronald Rowe, estará en Florida «indefinidamente» hasta que concluya la investigación sobre el posible intento de asesinato en la víspera contra el expresidente y candidato republicano, Donald Trump (2017-2021), mientras jugaba golf.
En una entrevista con CNN, el portavoz de Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, detalló este lunes que está previsto que Rowe se reúna hoy con Trump, así como con miembros de la policía local que participaron el domingo en el operativo de detención de un hombre que estaba armado con un rifle de asalto AK-47 equipado con una mira telescópica junto al campo en el que jugaba el aspirante a la presidencia.
Rowe también hará un recorrido por el Trump International Golf Club de West Palm Beach, en Florida, donde se produjeron los hechos.
En un mensaje publicado esta madrugada a través de Truth Social, Trump agradeció a los ciudadanos su preocupación y buenos deseos y también al Servicio Secreto de los Estados Unidos y al sheriff Ric Bradshaw y su oficina de Palm Beach (Florida).
«Y a todas las fuerzas del orden, por el increíble trabajo que hicieron hoy en Trump International para mantenerme a salvo, como el 45 presidente de los Estados Unidos y el candidato republicano en las próximas elecciones presidenciales. El trabajo realizado fue absolutamente excepcional», apuntó Trump.
En una entrevista con Fox News, el sheriff Bradshaw relató que la persona detenida en relación con lo que esta siendo investigado como un intento de asesinato «no disparó ningún tiro» porque «el agente del Servicio Secreto de Estados Unidos actuó muy rápido».
«El sistema funcionó», «esto no es como lo que pasó en Butler», afirmó Bradshaw, en referencia al intento de asesinato que sufrió el expresidente en julio en un mitin en Pensilvania, en el que resultó herido en una oreja.
En declaraciones a los medios antes de subirse en el helicóptero presidencial, el presidente estadounidense, Joe Biden, pidió al Congreso que haga lo necesario para proveer de más fondos al Servicio Secreto.
«Una cosa que quiero dejar clara: el Servicio Secreto necesita más ayuda y el Congreso debería responder a esa necesidad», afirmó. «Gracias a Dios que el presidente está bien», añadió.
Este lunes se publicó la fotografía del momento en el que Ryan Routh, un hombre de 58 años que una vez apoyó a Trump pero acabó calificándolo como «idiota» y «bufón», fue detenido. Era un obsesionado con Ucrania, Taiwán, Corea del Norte y lo que él llamaba el «fin de la humanidad», cuenta CNN.
Llegó a viajar a Kiev para tras la invasión rusa para participar en protestas y plasmó sus ideas en un libro autoeditado.
Las autoridades sospechan que Routh, propietario de una pequeña empresa de construcción en Hawái, planeaba atacar al expresidente mientras jugaba a golf. El intento de asesinato contra Trump se produjo en torno a las 13:30 hora local (17:30 GMT) del domingo.
En una conferencia de prensa, Bradshaw ofreció el mismo domingo los primeros detalles oficiales y se conoció que fueron agentes del Servicio Secreto quienes vieron a un hombre con un rifle junto a la valla del campo de golf perteneciente a Trump, donde se encontraba jugando, a unos 300-500 metros.
El Servicio Secreto le disparó y este salió corriendo de entre unos arbustos en los que se estaba escondiendo, hasta el vehículo en el que intentó huir, una camioneta negra cuya matrícula logró fotografiar un testigo.
Gracias a esto, el individuo fue detenido unos minutos después en la carretera a bordo de su vehículo. En los arbustos se encontró el arma y también dos mochilas y una cámara deportiva GoPro.
Las fuerzas del orden indicaron en la conferencia de prensa que el campo de golf está rodeado de arbustos y que cuando alguien se esconde en ellos queda prácticamente «fuera de la vista». Según dijeron, la seguridad está limitada a la zona que el Servicio Secreto considera factible y esa organización «hizo lo que tenía que hacer».