Ambos sostuvieron un encuentro a puerta cerrada y luego dieron declaraciones conjuntas a la prensa
El secretario de Estado de EE.UU. y el presidente de la República Dominicana discutieron a puerta cerrada diversos temas, entre ellos sobre derechos humanos, la prosperidad económica y la seguridad regional. Sin embargo, la crisis en Haití, país fronterizo con República Dominicana y devastado por la violencia, dominó la conversación.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, llegó a la República Dominicana para una visita de un día después de aterrizar en la vecina Haití el jueves, en donde dio apoyo a la misión respaldada por la ONU y liderada por Kenia para luchar contra las pandillas.
Blinken dijo que había hablado con el presidente dominicano Luis Abinader sobre las inquietudes de éste en relación con Haití, que comparte la isla de La Española con la República Dominicana.
Abinader declaró a la prensa que su gobierno está preocupado por la aparente falta de recursos para la misión y por los miles de reclusos que escaparon después que las bandas tomaran por asalto dos prisiones importantes de Haití a principios de año como parte de un ataque coordinado.
La crisis de Haití ha provocado un aumento en el número de inmigrantes que intentan ingresar a la República Dominicana, dijo Abinader, y añadió que están desbordando la capacidad de las escuelas y hospitales.
Crisis en Haití y su impacto en la región
Blinken reconoció el viernes durante la rueda de prensa con Abinader que la crisis por la que atraviesa Haití desde hace años repercute en todo el hemisferio occidental y se comprometió en seguir trabajando para que el vecino país «sea exitoso».
El tema de Haití es «un reto y es muy complicado» porque se trata de asuntos que «se remontan a muchos años, son problemas muy arraigados», apuntó el alto funcionario estadounidense.
En su visita a Haití, Blinken se reunió con las autoridades de transición, anunció un aumento de la ayuda humanitaria de 45 millones de dólares y prometió trabajar durante la Asamblea General de Naciones Unidas para incrementar las contribuciones internacionales a la misión de seguridad.
En sus declaraciones, señaló que ha habido cierto progreso en los últimos meses tras la instalación del Gobierno de transición y la llegada del contingente de soldados de Kenia, como parte de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMS) para ayudar a la Policía Nacional a hacer frente a las bandas armadas que han sembrado el terror en ese país, especialmente en la capital, Puerto Príncipe.
«Nuestro futuro y destinos están unidos», afirmó Blinken, quien reiteró que Estados Unidos llevará de nuevo el tema haitiano a las Naciones Unidas para que se renueve el mandato de la misión en octubre.
Presión en RD
En su comparecencia junto a Blinken, el presidente Luis Abinader dijo que la crisis en Haití ha incrementado la presión migratoria hacia la República Dominicana, afectando servicios públicos, como el escolar y la salud, además de generar riesgos para la seguridad del país.
El gobernante dominicano recordó que en los hospitales públicos de República Dominicana «el 14 % de los internamientos y el 34 % de los partos son de inmigrantes indocumentados haitianos».
«En ningún sistema de salud del mundo ocurre esto», manifestó el jefe de gobierno.
El mandtario también destacó que la presión migratoria incide en la matrícula del sistema escolar dominicano «donde el 6.5 % de los estudiantes, unos 147,000, son de nacionalidad haitiana.
Normalizar relaciones con Haití sin afectar a RD
Abinader afirmó que aspira a normalizar «en la medida de lo posible», las relaciones con Haití para que haya, por ejemplo, apertura de los viajes, pero que su prioridad ante todo es la seguridad de los dominicanos, lo que es uno de los principales problemas del vecino país, que no puede garantizársela a sus ciudadanos.
Explicó que, según los haitianos vayan avanzando en su seguridad interna, de la misma manera habrá más cercanía e intercambio de República Dominicana con la vecina nación.
«Nuestra intención es tratar de normalizar en la medida de lo posible las relaciones, pero siempre respetando y cuidando la seguridad de la República Dominicana, la prioridad de nosotros como gobierno es la seguridad de los dominicanos», sostuvo Abinader al responder preguntas a los periodistas luego de un encuentro privado con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en el Palacio Nacional.
Preocupación por Venezuela
La crisis desatada por el rechazo a los resultados oficiales de las elecciones del pasado 28 de julio y que favorecen a Nicolás Maduro, también formó parte de los temas tratados entre Luis Abinader y Antony Blinken.
En el caso del mandatario dominicano, este respondió a la amenaza del ministro de Justicia venezolano, Diosdado Cabello, asegurando que «sin tener petróleo, sin tener hidrocarburos, pero con una administración que funciona», República Dominicana «se ha convertido en los últimos años en la séptima economía de América Latina».
Las relaciones entre Venezuela y República Dominicana enfrentan serias dificultades desde que el país expresó sus preocupaciones por la legitimidad del proceso electoral en el país sudamericano. Desde entonces, Caracas decidió romper relaciones diplomáticas con el país y suspender los vuelos comerciales entre ambos países, esta última medida fue extendida por un mes más hasta finales de septiembre.
El más reciente lastre en las relaciones bilaterales entre los dos países fue la incautación por parte del gobierno estadounidense de un avión propiedad de Nicolás Maduro y que tenía varios meses en el país. Washington citó violaciones a las sanciones y exportación ilegal de la aeronave.
«No tenemos petróleo, pero nuestra economía es mayor que la de Venezuela ahora, por lo que continuaremos defendiendo los valores democráticos ahora en esta administración y seguiremos defendiéndolos cuando y donde podamos», subrayó el mandatario dominicano.
Blinken reiteró la preocupación de los Estados Unidos por la situación de Venezuela tras «unas elecciones en las que la voluntad del pueblo venezolano no pudo haber sido más clara, pero lamentablemente esa voluntad y sus votos no se vieron reflejados en lo que ha sucedido desde entonces».
El secretario considera vital, sobre todo para los venezolanos, que el país retorne a una «trayectoria democrática», por lo que indicó que trabajan con organizaciones regionales y países como la República Dominicana, Brasil, Colombia, México, para devolver a Venezuela a «su camino democrático».