Durante la reunión, Abinader expresó su preocupación por la crisis en Haití, destacando los desafíos que enfrenta el gobierno de transición debido a la insuficiente cooperación en seguridad y el escape de miles de presos.

Solicitó detalles sobre el despliegue de más contingentes de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) y los recursos necesarios para fortalecer el fondo fiduciario de la ONU, subrayando la importancia de renovar el mandato de la MSS en octubre.

El presidente dominicano también abordó el impacto de la crisis haitiana en la presión migratoria hacia la República Dominicana, afectando los servicios públicos y generando riesgos para la seguridad.

Indicó que el 6.5% de los estudiantes en el sistema escolar público son de nacionalidad haitiana, y que el 14% de los internamientos y el 34% de los partos en los hospitales públicos corresponden a inmigrantes indocumentados haitianos.

Abinader reafirmó el compromiso de su gobierno en la lucha contra la trata de personas, implementando recomendaciones internacionales y presentando una reforma legislativa para proteger mejor a las víctimas, especialmente a los menores de edad.

Además, discutió formas de establecer una seguridad regional más efectiva en el marco de la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe.

El mandatario expresó su preocupación por la situación en Venezuela, especialmente por la orden de arresto contra el principal candidato opositor, y reiteró el apoyo de la República Dominicana a las resoluciones de la OEA, abogando por una respuesta hemisférica coordinada con la ONU.