El presidente del Instituto Duartiano, Wilson Gómez Ramírez, calificó hoy de “infame y falaz” el informe anual del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre la política migratoria del Gobierno dominicano, en el que denuncia la supuesta expulsión masiva de haitianos y alegadas prácticas apátridas contra personas de ascendencia haitiana con estatus legal en el territorio nacional.
Gómez Ramírez habló en rueda de prensa y consideró “hipócrita” la actitud del gobierno norteamericano porque, “deportan a los haitianos a su país de origen, bajo métodos y prácticas muchas veces infrahumanas”.
“Nueva vez ese informe vuelve a formular acusaciones infundadas contra nuestro país, y hace exigencias que los propios Estados Unidos se resisten a cumplir, porque ellos deportan a los haitianos a su país de origen, bajo métodos y prácticas muchas veces infrahumanas”.
Consideró que, “contrario a las pretensiones del Departamento de Estado, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA), a República Dominicana le asiste el absoluto derecho de actuar enérgicamente en la aplicación de sus leyes migratorias.
Afirmó que las leyes migratorias del país constituyen una expresión vigorosa orientada a proteger su soberanía.
Mayores controles
Gómez Ramírez pidió a la Dirección de Migración medidas más drásticas para evitar el ingreso masivo de haitianos al territorio dominicano.
Le pidió, además, que “enfrente con determinación a los grupos de desaprensivos que burlan los controles militares y los puntos interagenciales instalados en las carreteras, principalmente en la región sur.
“Conductores de vehículos, tipo minibuses y motocicletas, operan en contubernio para transportar por territorio dominicano a personas que provienen del vecino país con la finalidad de establecerse de manera definitiva aquí”, denunció Gómez Ramírez.
“República Dominicana, en legítima defensa, está compelida a aplicar rigurosamente una política migratoria que garantice la deportación efectiva de todo ilegal o indocumentado que esté en el país”, dijo el presidente del Instituto Duartiano.
No injerencias
Consideró imprescindible que los deportados se vean imposibilitados de reingresar al país, como suele ocurrir, con la misma condición que determinó su deportación.
Insistió en que las autoridades nacionales no pueden aceptar imposiciones ni injerencias en manejo de su política migratoria.
“Hay que hacer más efectiva la política de repatriación, con mayores recursos a la Dirección General de Migración, para que pueda repatriar a su país un número de extranjeros ilegales.