Luis Almagro pidió ayuda al presidente del Caricom; la OEA dispuesta a enviar técnicos a zona donde se construye canal
“La Construcción del canal, no se va a detener. La Construcción del canal no va a parar”, dijo en varias ocasiones el embajador de Haití ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados americanos (OEA) mientras la República Dominicana reitera como condición indispensable el cese de los trabajos en el río Masacre o Dajabón, para sostener un diálogo propicio en busca de una solución al conflicto entre ambos estados.
Dominicana y Haití se enfrascaron en un intercambio de palabras, que requirió que el presidente del Consejo les dijera que no tiene intención de fomentar una “discusión interminable” porque los presentes en la sesión extraordinaria se han edificado con las exposiciones de ambos estados.
Entre tanto esto ocurría, el primer ministro de Haití, Ariel Henry, recibió en su país a una delegación de las Naciones Unidas con la que trató, entre otros puntos, la crisis surgida con República Dominicana por la construcción en el lado haitiano de un canal para la toma de agua de un río fronterizo.
La delegación de la ONU es encabezada por el secretario general adjunto para Europa, Asia Central y las Américas, Miroslav Jenca.
Discusión en el Consejo de la OEA
El ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, calificó de “irracionales e inaceptables”, los pronunciamientos del embajador Leon Charles, al tiempo que señaló las amenazas que implica el dique que Haití tendría que construir en el canal para su funcionamiento.
“Yo no logro entender cómo es posible que un Estado responsable no quiera sentarse a dilucidar algo semejante. Es una acción absolutamente irresponsable que podría causar un acto ilícito internacional con las responsabilidades de lugar”, afirmó el canciller de República Dominicana.
Álvarez presentó al Consejo Permanente los riesgos que corren las zonas fronterizas de ambos lados de la isla con la construcción del canal. Afirmó que esto amenaza con inundar la planta binacional de capital dominicano Codevi, ubicada a 200 metros de la obra y que emplea a 19,000 haitianos; a 880 hectáreas de terreno cultivable en territorio dominicano y 628 hectáreas en territorio haitiano que benefician a 266 agricultores dominicanos y a 125 agricultores haitianos.
En tanto que Charles dijo que Haití condena firmemente la forma de intimidación y toda la desinformación que ha sustituido el respeto del derecho internacional y expresa su gran preocupación frente a esta situación y la toma de medidas por parte de las autoridades dominicanas.
“Lo que nosotros queremos como haitianos y como gobierno, es el diálogo pero no se le puede exigir al gobierno haitiano que pare la construcción del primer canal, mientras ya se han construido otros doce canales. Sí, queremos el diálogo pero, mientras la frontera permanezca cerrada, hay trabajos que se hacen en el canal La Vigía, donde prosiguen las obras y el gobierno haitiano, que tiene responsabilidad para con su población, promueve el diálogo pero no acepta soluciones impuestas”, dijo el embajador al señalar las obras de tomas que hay del lado dominicano.
“Nosotros no estamos intimidando a nadie”, refutó el canciller Álvarez respecto a la presencia militar en la frontera, aclarando que RD nunca ha tomado las armas contra Haití. Recordó que esa nación invadió el lado este de la isla durante 22 años.
“Queremos en este momento dejar constancia, no solo del interés del Gobierno dominicano de encontrar una solución justa y equitativa, sino también registrar y dejar constancia de la responsabilidad de las autoridades haitianas si esto efectivamente causa una tragedia que nadie quiere”, advirtió el diplomático dominicano.
Llaman al diálogo franco
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, así como las delegaciones de Estados Unidos, Francia, Costa Rica, Panamá y Brasil reiteraron el llamado a buscar soluciones para el uso equitativo de las aguas binacionales, mediante el diálogo.
“Insistimos en lo que se ha dicho acá. La situación no beneficia a ninguna de las partes. A ambos países los une y los unirá siempre un espacio común. Ninguno de los dos países puede ser insensible a lo que ocurre en el otro. En definitiva, la relación estrecha entre las poblaciones de ambos no puede tolerar desavenencias que las pongan en riesgo”, manifestó Almagro.
En tal sentido, propuso la celebración de una reunión entre ambas delegaciones, en un lugar de mutuo acuerdo. De igual modo, informó estar dispuesto a enviar, inmediatamente, una misión técnica, tanto en lo que se refiere a recursos hídricos como en temas legales para visitar el lugar y hacer un informe al respecto.
Refirió, además, que ha solicitado a la presidencia de la Comunidad del Caribe (Caricom) que se sume y le apoye en este proceso de diálogo.
Estados Unidos dijo que los sucesos recientes han escalado las tensiones, por lo que insta a ambas naciones a que resuelvan este asunto por medios pacíficos porque los medios de subsistencia de las comunidades de ambos lados de la frontera dependen de los recursos hídricos. “La situación actual no beneficia a ninguna de las dos partes”, expresó.
Brasil apeló a que las partes eviten tomar medidas que pueden agravar la situación e instó a priorizar el diálogo y la cooperación por medio de consultas, sobre todo, el intercambio transparente de información técnica de impacto ambiental como una forma de permitir una buena evaluación y el aprovechamiento del río de manera justa y equitativa.
Costa Rica expresó que la conversación, franca, debe estar basada en el respeto por el derecho internacional y los acuerdos históricos de paz y amistad vigentes entre las dos repúblicas.
Preocupación por el medioambiente y cuenca
Francia dijo estar preocupada por las consecuencias humanitarias y económicas del cierre de la frontera entre ambos países por lo que saluda el anuncio de RD de reapertura parcial para permitir el paso de un convoy humanitario y medicamentos esenciales. Afirmó que la gestión compartida de la cuenca transfronteriza es en general un trabajo esencial en el contexto del cambio climático que aumenta la presión sobre los recursos en numerosas regiones del mundo. “Esta delegación hace votos para que las decisiones que se tomen sobre el río Dajabón o Masacre, tomen en cuenta la protección del medioambiente”, manifestó Panamá al destacar que es sumamente importante ponderar el riesgo de inundaciones y el impacto ambiental que puedan crear la toma de medidas no coordinadas entre ambas naciones.