Ray Guevara defiende la labor del TC y aseguró que muestra de la confianza ganada es que al final de un proceso siempre se argumenta «nos vemos en el Constitucional»
el presidente del Tribunal Constitucional (TC), Milton Ray Guevara, asegura que se marchará con la satisfacción del deber cumplido, dejando un organismo encauzado, independiente y sin mora judicial.
Aún con la sensación de que queda mucho por hacer, el magistrado sostiene que asumió el cargo en el 2011, sin contar con local, ni estructura, servidores constitucionales, ni mobiliario, «sin absolutamente nada».
Esa condición, los llevó a un peregrinaje donde se vieron en la necesidad de celebrar la primera reunión del pleno en un restaurante, a operar en universidades, hasta llegar finalmente a la Plaza de la Bandera.
«Eso no impidió que el tribunal desde su inicio empezara a dotarse de las herramientas necesarias para construir un tribunal ciudadano. Y desde el primer momento nacimos con un plan estratégico de tres años y empezamos a utilizar las herramientas del plan operativo anual institucional. La planificación estratégica ha sido la base del desarrollo institucional del plan», precisó.
«No estamos para hacer alharacas, estamos para decidir. Por eso con este Tribunal Constitucional, la gente dice ya, ´nos vemos en el Constitucional´. Cuando hay una autoridad pública o alguien del sector privado que está cercenando o quiere cercenar los derechos, la gente dice, nos vemos en el tribunal, porque sabe que es un tribunal que falla en conciencia de su deber, de su obligación», enfatizó.
Ray Guevara destacó que ese organismo ha dado ejemplo de independencia, al tiempo de señalar que trabaja sin recibir órdenes de nadie.
Los nuevos jueces
El presidente de la Alta Corte se mostró confiado que en la renovación de los jueces de ese organismo prime la sensatez, la prudencia, el sentido de responsabilidad y la capacidad.
«Esto, de manera que el Tribunal pueda seguir conservando ese carácter de instancia suprema de la Justicia donde gobernantes y gobernados se sientan confiados en que la decisión que emane es conforme a la Constitución«, refirió. En diciembre próximo el TC entrará en su tercera renovación, en la cual saldrán el presidente y cuatro jueces
¿Hay mora judicial?
De acuerdo al presidente del TC, en esa jurisdicción «prácticamente no hay mora judicial».
Explica que el histórico de atención de casos desde el año 2012 hasta la actualidad, es de un 94 % de los expedientes recibidos, así como han aumentado el número de sentencias emitidas.
En sus más de 11 años, dijo, han recibido 8,281 expedientes y han emitido 6,802 sentencias.
«El Tribunal Constitucional está conociendo casos del 2023; tenemos siempre retrasos en casos, pero eso lo tienen todos los tribunales. Lo que yo quiero decir esque si nosotros estamos conociendo casos del 2023, ¿cuál es la mora?»
Leyes complementarias
La aprobación de leyes complementarias de la Constitución del 2010 es una deuda pendiente no solo del Congreso Nacional sino de los propios partidos políticos que se hacen representar en ese poder del Estado, consideró Ray Guevara.
«Antes de una legislatura se reúnen los voceros de los bloques, del presidente de la sala, y deciden cuál es la agenda que se va a priorizar. Entonces, ¿qué es lo que ha pasado? Esa es una carencia grave, la que nosotros tenemos en eso», afirmó.
El magistrado manifestó que el tribunal ha insistido en la aprobación de dichas leyes, dado a que aparte de la función jurisdiccional, tienen un mandato pedagógico de promover los estudios de derechos múltiples.
Entre las legislaciones reclamadas, puso de ejemplo la Ley de Indultos, la que no ha sido aprobada, a pesar de su disposición constitucional.
Ray Guevara se pregunta: ¿a quién mortificaría que aquí se apruebe? ¿Por qué no hay ley? ¿Por qué los bloques parlamentarios no aprueban una ley? A pesar de los esfuerzos ya realizados.
De igual modo, cuestionó que los legisladores no hayan podido ponerse de acuerdo para aprobar el Código Penal Dominicano.
«Aquí la gente se sienta, hay mesas de diálogo diversas y es un ejercicio en lugar de enfrentamientos estériles y eso hay que preservarlo», sostuvo al participar en el Diálogo Libre encabezado por la directora Inés Aizpún.
El presidente del Tribunal Constitucional se define como un apasionado de la docencia, actividad que combina con sus funciones y que seguirá desarrollando al cumplir su mandato en el organismo. Además, se sumará al campo profesional privado, dando consultorías, así como escribiendo sus memorias. «Yo dejaré el tribunal como un transbordador espacial listo para seguir avanzando», recalcó.