Santo Domingo. – Ante el inminente paso por el país de la Tormenta Tropical Franklin, el presidente de la Liga Municipal Dominicana (LMD), Víctor D’Aza junto al Comité Ejecutivo Ampliado de la institución, exhortaron a todos los gobiernos locales del país a tomar las medidas de prevención y post impacto del fenómeno atmosférico, con el fin de salvaguardar vidas y bienes de las personas.
D’Aza sugirió a los administradores de los distintos territorios a mantenerse trabajando de manera coordinada con las instituciones de socorro y respuesta civil como forma de dirigir todos los esfuerzos en una misma dirección.
Los alcaldes y alcaldesas afirmaron que se ejecutan medidas en sus territorios, a fin de que el impacto de la tormenta sea lo menos grave posible.
Entre las recomendaciones sugeridas están: Permanecer atento a las informaciones, los alertas y avisos de los organismos correspondientes como Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) y la Defensa Civil (DC)
Además, activar los Comités Municipales de Prevención Mitigación y Respuesta (PMR). Establecer canales de comunicación con la gobernación, defensa civil, cuerpo de bomberos y otras instancias de la gestión de riesgos en el territorio a bien de tomar las medidas que sean oportunas a su municipio.
Mantener un equipo de vigilancia por posibles inundaciones, así como formar brigadas especiales de limpieza y organizar operativos de limpieza, poda de árboles que representen riesgos, limpieza de imbornales, alcantarillados, cañadas, en especial en zonas de inundaciones.
También clausurar balnearios, playas, excursiones u otras actividades que pongan en riesgos la salud en los territorios con algún nivel de alerta (verde, amarilla o roja).
Los ayuntamientos y juntas distritales deben identificar las zonas de riesgos del municipio y suspender labores municipales y/o actividades no esenciales, si el territorio está en situación de riesgos.
Igualmente, los gobiernos locales deben incentivar a la población a mantener limpio el entorno residencial, en especial de escombros y basura acumulada.
Además, orientar sobre los lugares dentro del territorio que son vulnerables ante el fenómeno, y conminarles a no cruzar ríos, arroyos y cañadas, no tocar alambres del tendido eléctrico e informar de inmediato la ocurrencia de problemas en el sistema eléctrico (caída de postes y bancos de transformadores).