Vente y siete personas el pasado lunes se levantaron de sus camas como de costumbre para asistir a sus respectivos trabajos y otros realizar actividades cotidianas en el centro de la ciudad de San Cristóbal. Sin embargo, el destino les hizo una mala jugada, y casi concluyendo su jornada, murieron sumamente rápido, pero bajo un extremo dolor.
Todo parecía un día normal. Empleados de las fábricas de plástico, de pinturas, de una empresa textil, y de otras personas que se encontraban en la calle Padre Ayala, cumplían con sus actividades pero pasadas las 3:00 de la tarde una explosión forró sus cuerpos en llamas y murieron calcinados y otros por traumas contusos.
Muchas de las personas ni siquiera pudieron ser reconocidas por sus familiares. Hoy en la provincia San Cristóbal familias lloran desesperadamente a esos hombres y mujeres que murieron de una manera tan rápida pero experimentando un profundo dolor.
Especialistas afirman que una vez que el cuerpo está en contacto con éste, el fuego demora tan solo 10 segundos en consumir todo el vello corporal y la mayor parte de la piel.
Paso siguiente y espeluznante, es que los globos oculares se saldrían de las cuencas de los ojos y las terminaciones nerviosas se empezarían a chamuscar, lo que convierte a esta muerte en puro dolor. Incluso las víctimas de la explosión de San Cristóbal pudieron desangrarse hasta morir, asfixiarse o morir de shock y dolor.
Incluso, ayer decenas de familias permanecían apostados a las afueras del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) ubicado en el cementerio Cristo Redentor de Los Girasoles, Distrito Nacional, en busca de identificar a los parientes fallecidos.
Informe del Gobierno
La cifra de las víctimas mortales de esta tragedia la dio a conocer las autoridades dominicanas en su último informe de ayer. Además, de las 27 personas fallecidas, hay 59 heridos, muchos de ellos con quemaduras graves, de acuerdo a los datos ofrecidos por el director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), Juan Manuel Méndez, durante una rueda de prensa.
Mientras que en el lugar donde ocurrió la tragedia, infraestructuras calcinadas y un manto gris de cenizas, es todo lo que queda después del brutal incendio que provocó la explosión y que sumergió a San Cristóbal en un profundo dolor.
Al segundo día de la explosión (el pasado martes), se habían reportado 11 muertos. Ayer, las autoridades reportaron el hallazgo de 16 cuerpos sin vida durante los labores de rescate.
De acuerdo con el informe del COE, fueron apagados los dos focos de fuego en la tienda Toledo, donde supuestamente se generó la explosión. De igual forma reportaron que continuarán las labores de remoción de escombros hasta el día de hoy.
En los trabajos de remoción, están participando instituciones como cuerpos de bomberos, Fuerzas Armadas, Policía Nacional, Defensa Civil, Servicio Nacional de Salud, Cruz Roja Dominicana, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1 Alcaldía de San Cristóbal y la gobernación de la provincia.
Decretan duelo nacional
Ayer el presidente Luis Abinader dispuso que este jueves 17 de agosto sea de duelo nacional por motivo de la tragedia ocurrida el pasado lunes en San Cristóbal.
La disposición del mandatario está contenida en el Decreto 367-23 emitido el 15 de agosto. La medida establecía que la bandera nacional iba ondear a media asta en los recintos militares y edificios públicos de todo el país.
Misa en honor a las víctimas
Además, el presidente Luis Abinader participó de la misa en memoria de las víctimas mortales y la salud de los lesionados, en una eucaristía celebrada en la iglesia Nuestra Señora de la Consolación, de la ciudad de San Cristóbal.
En la solemne ceremonia acompañaron al mandatario, la vicepresidenta Raquel Peña, la primera dama Raquel Arbaje, el ministro de la Presidencia, Joel Santos, y el ministro administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza.
La celebración estuvo a cargo del sacerdote, Cruz María Echeverría, párroco de la referida iglesia. En las peticiones, elevó plegarias por el eterno descanso de las personas que perdieron la vida en el siniestro y la salud de aquellos que se recuperan de las lesiones sufridas.
Finalizado el culto religioso católico, el jefe de Estado se trasladó a la Gobernación de San Cristóbal para encabezar una mesa de trabajo, en la cual se definirían las acciones tras la tragedia de San Cristóbal.
Allí el mandatario anunció que el gobierno usará el Fondo a disposición de la Presidencia de la República para Calamidades, del presupuesto general del Estado, para responder ante los daños materiales ocasionados por una explosión.
“El Gobierno tiene un fondo para calamidades. Ese fondo para calamidades ya lo vamos a disponer para atender este tipo de cosas”, aseguró el mandatario.
“Atender económicamente a todos los negocios, ya de hecho el Banco de Reservas informó que va a tener un esquema de flexibilidad y también yo sé que los demás bancos comerciales”, remarcó