Uno de los pasatiempos favoritos de los aficionados al baloncesto cuando llega la época del draft de la NBA es averiguar quién será el número uno. Otro, repasar los errores del pasado. Michael Jordan (tercero en su promoción), Larry Bird (6º), Kobe Bryant (13º), Giannis Antetokounmpo (15º), Nikola Jokić (41º), Stephen Curry (7º) y Joel Embiid (3º) quedaron relegados por jugadores que dejaron mucha menos huella. Otros, como LeBron James, Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar y Shaquille O’Neal fueron números uno que marcaron época. A la lista de los números uno indiscutibles se da por hecho que se sumará este año el francés Victor Wembanyama, la gran promesa de la NBA. Y tras la lotería de este martes, el equipo con prioridad para elegirlo son los San Antonio Spurs, que ya han mostrado su entusiasmo.
Wembanyama es un prodigio de la naturaleza. Con 19 años y 2,21 metros de estatura puede marcar una era en su nuevo equipo. Además de altura y envergadura (casi puede agarrar el aro sin saltar), tiene habilidad tanto para el tiro como para el pase. Le falta ganar músculo y peso para aumentar su potencia, pero los entrenadores de la NBA se encargaran a buen seguro de ello, como hicieron en su día con Pau Gasol y han hecho con tantos otros.
El jugador francés nació el 4 de enero de 2004 en Le Chesnay, a las afueras de París, hijo de un atleta de origen congoleño y una jugadora y entrenadora de baloncesto, de 1,98 y 1,91 metros de altura, respectivamente. La genética jugó sus cartas y aunque de niño le gustaba el fútbol y el yudo, estaba destinado a triunfar en el baloncesto. Empezó a jugar en el Nanterre. Con 14 años y 2,10 metros de altura, fue invitado por el Barcelona para jugar la Minicopa ACB, pero solo estuvo una semana vistiendo de azulgrana. Años después aseguró que declinó quedarse en el Barça por varias razones, pero que la principal fue que sentía que los entrenadores no se atrevían a corregirle y hacerle mejorar.
Aunque el club haya ganado la primera elección en la lotería, el draft como tal no se producirá hasta el 22 de junio, tras el fin de la temporada. El año pasado los favoritos no estaban tan claros, pero la elección de Paolo Banchero como número uno por los Orlando Magic por delante de Chet Holmgrem y Jabari Smith causó cierta sorpresa. Banchero ha cumplido y ha sido el novato del año, aunque Orlando se haya quedado fuera de la postemporada.
Este año, sin embargo, más que un sorteo para ver quién elige primero era un sorteo para ver quién se quedaba a Wembanyama, a quien se considera la mayor promesa desde LeBron James, número uno en 2003. Estaba tan claro que la ESPN, que retransmitía el evento, ha conectado enseguida para entrevistar al francés en directo en París, donde seguía el sorteo y preguntarle qué le parecía su nuevo equipo. El francés se ha mostrado encantado.
“Me late el corazón. Tengo a todos los que quiero aquí a mi alrededor. Es un momento muy especial que voy a recordar el resto de mi vida”, ha declarado. Preguntado por lo que aportará a los Spurs, ha respondido: “Un jugador de equipo. Voy a hacer todo lo posible para ganar tantos partidos como pueda. Quiero ganar un anillo cuanto antes, así que preparaos”. Y se ha despedido: “Me encanta Texas. He estado allí antes. Estoy muy, muy feliz y realmente estoy impaciente por conocer a los fans y el equipo al que estoy a punto de unirme”, ha contestado dando por hecho que será el primer elegido.
Los San Antonio Spurs eran junto a los Detroit Pistons y los Houston Rockets los tres equipos con más papeletas en la lotería: un 14% de probabilidades cada uno. Este martes, la estrella del PSG, Kylian Mbappé, se ha acercado al pequeño pabellón de Levallois, en las afueras de París, a ver el último partido de la liga regular de Wembanyama con el Metropolitans 92, su actual equipo. A Mbappé le han preguntado en qué equipo le gustaría que recalase su compatriota y el futbolista ha contestado que le gustaría que le eligiesen los San Antonio Spurs de Gregg Popovich, con los que el también francés Tony Parker ganó cuatro anillos de campeón.
El propio Parker puso por las nubes a Wembanyama hace unos años: “Victor es un jugador único en el mundo, es el mejor talento joven del baloncesto francés en los últimos 20 años”, afirmó al presentarle como pívot del Asvel Villeurbanne cuando tenía 17 años. En los últimos meses, a los elogios se han sumado las actuales estrellas de la NBA. “Es un alienígena. Nadie ha visto a alguien tan alto y tan fluido y elegante en la pista”, dijo LeBron James. “Debemos prepararnos para este chico”, advirtió Giannis Antetokounmpo. “Es un jugador de videojuego”, señaló Stephen Curry.
Los Spurs han sido el peor equipo de la Conferencia Oeste esta temporada junto a los Houston Rockets, con solo 22 victorias y 60 derrotas. Keldon Johnson, de 23 años, es su máximo anotador, seguido por Devin Vassell, de 22. Va a tener un equipo joven y con talento, pero habrá que ver si da el salto de la mano del nuevo fichaje. Será muy difícil igualar la influencia que tuvo en el equipo el anterior número uno de los Spurs, Tim Duncan, que llevó al equipo a ganar cinco títulos de campeón de la NBA.
El resultado del sorteo, celebrado en Chicago, se ha comunicado en un programa especial en horario de máxima audiencia, pero se ha llevado a cabo con todo el secretismo posible en una sala cerrada a cal y canto una hora antes. En esa sala se hallaban representantes de los equipos, cargos de la NBA, observadores y algunos periodistas que no podían salir de la misma ni comunicarse con el exterior hasta que los resultados se han hecho públicos en una cuenta inversa. Los Charlotte Hornets, los Portland Trail Blazers, los Houston Rockets y los Detroit Pistons completan las cinco primeras elecciones. Brandon Miller y Scoot Henderson suenan para las primeras plazas.
El draft es un sistema establecido para equilibrar la competición a largo plazo. Los equipos más débiles tienen prioridad. Antes, los equipos elegían en orden inverso a su posición en la tabla: solo se sorteaba la primera elección entre los últimos de cada conferencia. El problema es que los equipos se dejaban ganar para hundirse en la clasificación y tener preferencia, una maniobra conocida como tanking. En 1984 se reformó el sistema para reforzar el componente de azar, de modo que perder una posición no garantizase adelantar un puesto en el orden de elección, especialmente en las primeras elecciones del draft. Se ha ido retocando numerosas veces.
En 2017 se estableció el sistema de lotería actual, aplicado desde 2019, que acentúa la aleatoriedad. Entran en el bombo los 14 equipos que han quedado fuera de los playoffs. El nuevo sistema nivela las probabilidades de modo que los tres últimos equipos de la clasificación de la temporada regular tienen cada uno un 14% de posibilidades de ganar la primera elección en la lotería. El cuarto por la cola tiene un 12,5% de opciones; el quinto un 10,5%; el sexto, un 9%; el séptimo, un 7,5%… En la estructura anterior a 2019, el primer cabeza de serie tenía un 25% de posibilidades de ganar la lotería; el segundo, un 19,9% y el tercero, un 15,6%. Las papeletas del resto se reparten en función de las posiciones en la clasificación.
Pese a los cambios, la tentación para algunos equipos sigue siendo demasiado fuerte y lo de dejarse ganar para tener más probabilidades sigue ocurriendo. La NBA impuso hace un mes una multa de 750.000 dólares (unos 675.000 euros) a los Dallas Mavericks por dejarse ganar contra los Chicago Bulls en el partido del pasado 7 de abril. El campeonato de baloncesto profesional estadounidense señaló que la multa al equipo de Luka Dončić era “por conducta perjudicial para la liga”.