La Encuesta Gallup

Por JUAN T H

Las encuestas de opinión son buenas dependiendo si perjudican o benefician. Tal es el caso de la encuesta publicada por la empresa RCC Media del empresario Antonio Espaillat ordenada a la prestigiosa firma Gallup que dirige Rafael Acevedo, un profesional que goza de mucho prestigio y credibilidad.

De acuerdo con el sondeo, el presidente Luís Abinader se perfila como el seguro ganador, en primera vuelta, de las elecciones del próximo año.

Hasta el momento, según la Gallup, no hay un escenario de segunda vuelta. En primera ronda, el presidente Abinader tiene asegurada la victoria, evitando el trauma y los gastos cuantiosos, de una segunda ronda electoral.

Todas las encuestas que he visto -y he visto muchas en los últimos meses- dan a Luís Abinader ganador por mucho. Se pueden unir los opositores y como quiera Abinader les ganará a todos. ¡En primera vuelta!

La ruta del mercado electoral está definida. Abinader gobernará el país durante un periodo más, sin mayores dificultades, pues el pueblo, que no es tonto, como cree buena parte de la oposición, volverá a elegirlo. ¡Y hará bien! Repostular al presidente Abinader en las actuales circunstancias, será una decisión acertada. El presidente Abinader merece una segunda oportunidad. ¡Se lo ha ganado! El mandatario ha sabido enfrentar con acierto todos los momentos difíciles que se le han presentado durante los casi tres años que ya atiene al frente del Estado, como ha sido reconocido por otros países y por distintos organismos internacionales.

Todos sabemos que la República Dominicana, bajo su mando, salió airosa de la pandemia del Covid-19, obteniendo las vacunas necesarias para la población sin importar los sacrificios económicos, en el entendido que esa lo prioritario para poder salir de la crisis, lo que permitió ser uno de los primeros países en abrir sus puertas al mundo, recuperar el turismo, los empleos, las zonas francas, la inversión, tanto nacional como internacional, entre otros logros de capital importancia. Podemos decir que las autoridades dieron cátedras de cómo enfrentar una crisis que afectó al mundo.

No me imagino el país en manos del Partido de la Liberación Dominicana, ni de Danilo Medina, durante la pandemia. ¡Uf! ¡Qué horror! ¿Ustedes se imaginan al PLD en el poder durante el Covi-19 sobrevaluando los precios de los medicamentos, comprando a cien pesos lo que probablemente no costaba diez pesos? Para el gobierno morado el negocio siempre estuvo primero que la salud del pueblo, contrario a lo que ocurrió bajo la dirección personal del presidente Abinader, que en todo momento puso como prioridad la salud de todos los dominicanos, dándole solución, al mismo tiempo, a los problemas puntuales como el abastecimiento de los productos de primera necesidad. En este país, justo es decirlo, no faltó, ni nadan los productos de la canasta familiar, independientemente de los elevados precios, resultado -no olvidemos- de la crisis económica mundial en medio de una guerra que amenaza la estabilidad y la gobernabilidad de todos los países del mundo.

No ha sido fácil enfrentar los problemas derivados de la pandemia, de la crisis económica que encareció los precios de los combustibles, los fletes, los comodotis, etc. Había que tener decisión y voluntad. El presidente Abinader, economista de profesión, lo hizo bien.

Los resultados de la encuesta Gallup y de todas las demás, que coinciden en ofrecer una percepción de “primera vuelta”, es resultado del trabajo que durante casi tres años ha realizado el presidente Abinader. Es un precio a su esfuerzo, a su trabajo diario de 12 y 14 horas todos los días, de lunes a lunes.

La amenaza de crear un Frente Opositor para enfrenar al presidente Abinader no tendrá éxito. Desde ya está condenado al fracaso, porque el pueblo le dará la espalda, porque este pueblo, insisto en que no es tonto, como lo creen muchos, no dejará de votar por un hombre trabajador, transparente y honesto, como Luís Abinader, para votar por un grupo de delincuentes que deberían estar presos. Y si no lo está se debe a la debilidad del sistema de justicia dominicano.