Por Yanelsy Espinal
ADVIERTE DESPLOME CANDIDATURA DE ABEL MARTÍNEZ
Bonny Cepeda popularizó en los años ochenta uno de sus composiciones más pegajosas “Me tiene chivo”, interpretado por su hermano, Richie.
La moraleja del popular disco es que el comportamiento de la esposa empieza a despertar sospechas porque lo que dice no se corresponde con lo que hace, lo que genera dudas sobre su fidelidad. Es un himno a la infidelidad.
En el buen dominicano “me tiene chivo” se ha extrapolado a todos los ámbitos de la vida cuando se quiere ilustrar duda sobre el comportamiento de alguien.
En la política, la frase es bien recurrente, más porque la falta de confianza entre los actores, dentro de los partidos y entre partidos, es una cultura bien arraigada y el estado casi natural de los dirigentes es de siempre “estar chivo”.
En el PLD, en los tiempos de la hermandad, cuando todos eran una gran familia, eso no existía, había fidelidad con los de casa, primero los nuestros y después los otros. Pero el cuento cambió y ahora son los dirigentes los que están ‘más chivos” del sistema. Lo grave es que es entre ellos mismos, un síndrome que ya afectó al PRD y al PRSC, y arrasó con ambos.
Resulta que el estancamiento, incluso desplome de la candidatura presidencial de Abel Martínez, se debe a que muchos dirigentes “están chivo” porque al parecer el alcalde de Santiago sacó las garras y el manejo le ha afectado para la integración interna.
Pero es que el propio Abel “está chivo” con otros dirigentes que también exhiben un comportamiento que, aunque dicen que están trabajando para que su candidatura crezca, les pasa igual que a la mujer del merengue de Bonny Cepeda, que decía que iba para el salón, pero volvía “con el mismo pajón.. to’ desgreñá o to’ despeinada”.
Parece que están en todo, menos puestos para la candidatura. Lo último que ha surgido a lo interno de esa organización son las dudas sobre la candidatura de Martínez y hasta hay quienes hablan de posible sustitución.
Conviene que duerma con un ojo abierto y otro cerrado, pues tiene la nominación, pero no con papeles. Falta, el paso definitivo, la asamblea de delegados.
Hay gente seducida con dar una sorpresa en ese evento. Ahí todo el mundo “está chivo”.