Pepillo Salcedo, un municipio con un pasado industrial con el potencial para abrazar el desarrollo sostenible

 

El Ministerio de Economía y la Universidad de Pensilvania presentaron el plan maestro “La Ciudad que Queremos” a autoridades municipales y líderes comunitarios de Pepillo Salcedo, el cual es una iniciativa del Programa Interuniversitario para el Desarrollo Urbano de la Zona Fronteriza, contemplado en la Estrategia de Desarrollo para la Zona Fronteriza (MiFronteraRD).

Pepillo Salcedo, Montecristi.. Ubicado en el extremo noroccidental de la República Dominicana y bordeado por una gran cantidad y diversidad de manglares, el municipio Pepillo Salcedo, en la provincia Montecristi, cuenta con el potencial para convertirse en un modelo para el desarrollo sostenible en la zona fronteriza, mediante la combinación de su vocación portuaria con la preservación del medioambiente, sin dejar de lado su pasado industrial.

Estas ideas están plasmadas en el plan maestro “La Ciudad que Queremos”, elaborado por la Universidad de Pensilvania (UPENN) con el apoyo del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, a través del Programa Interuniversitario para el Desarrollo Urbano de la Zona Fronteriza, contemplado en la Estrategia de Desarrollo para la Zona Fronteriza (MiFronteraRD).

Este instrumento de planificación representa la visión compartida a largo plazo de sus habitantes y define un marco para el desarrollo, además de que pone en relación las distintas intervenciones sobre el territorio para la creación de condiciones ideales para el desarrollo urbano de todo el municipio.

El plan maestro de Pepillo Salcedo fue presentado a autoridades municipales y líderes comunitarios de la mano de la arquitecta Azarai Hernández, egresada de la Universidad Simón Bolívar, en Venezuela, y quien actualmente se encuentra finalizando el postgrado de Arquitectura Paisajista con Certificado en Diseño Urbano en la UPENN.

Al explicar la propuesta, la arquitecta Hernández indica que la idea central del plan es “enlazar un pasado industrial con un futuro ambiental”, al hacer referencia al legado de infraestructuras que dejó la empresa bananera Grenada Company durante sus años de actividad en el municipio, a mediados del siglo pasado, el cual abarca barracones aún habitados actualmente y galpones abandonados.