El panel de alianzas públicas y privadas celebrado en Santo Domingo, se llenó de la franqueza, sinceridad y transparencia de Luis Abinader. Se sumó el “confieso que he vivido” al mejor verbo de Pablo Neruda, encarnado por Felipe González. También concurrió la disrupción tecnológica explicada por Carlos Slim y pensamiento creativo de Abraham Hazoury.
En vivo, se armó un “Think Tank” o laboratorio de ideas. La actividad de alto nivel convocada por Grupo Hazoury, Fundación Felipe González y UNIBE, marcó fronteras disruptivas y aportó ideas innovadoras.
Los panelistas se concentraron en la importancia de la colaboración pública y privada como instrumento vital para abordar los desafíos en este siglo XXI. Resaltaron el gran reto que significó la pandemia Covid 19, y cómo fue resuelto en República Dominicana por el talento estratégico del presidente dominicano.
Abraham Hazoury marcó las diferencias entre los primeros años después de la Segunda Guerra Mundial, donde el Estado controlaba la economía y la situación actual. Hoy, el aparato productivo de la mayoría de las Naciones, se encuentra en manos del sector privado.
Precisó que en República Dominicana de cada 100 dólares que circulan en la economía, en promedio, 80-90 son aportados por el sector privado. En este escenario, el rol del Estado no es pretender hacerlo todo, sino impulsar, una estrategia de alianza con el sector privado. Una colaboración que evite los monopolios y asegure la creación y distribución de la riqueza, subrayamos nosotros.
Luego de reunir cientos de evidencias, BID y CEPAL, analizaron 10 Naciones exitosas en estas alianzas. España, Australia, Finlandia, Irlanda, Malasia, Nueva Zelanda, Checoslovaquia, Corea del Sur, Singapur y Suecia. El análisis comparado de estas naciones, evidenció enseñanzas.
Se descubrió como vital, la convergencia del mundo académico, universidades y centros de investigación con el desarrollo. UNIBE y Grupo Hazoury, expresan un similar comportamiento a la PUCMM y el Grupo Santiago para el desarrollo. Los ejemplos sobran.
Los empresarios de esas naciones, recibieron sólido apoyo del Estado. Se dio poder a los emprendedores en la mayoría de consejos del Estado, donde se toman decisiones que muchas veces maltratan o garantizan la activa inversión privada.
Los gobiernos regulan como es su rol, pero asimismo se dedican a reducir burocracia, eliminar permisología y evitar monopolios. Aunque no se habló ahí, la alianza pública y privada será la ecuación de éxito en el puerto de Manzanillo y el aeropuerto de Bávaro.
A Santiago y al Cibao, le ocupan las inversiones realizadas en ordenamiento territorial. Basadas en planes estratégicos que resultan de una alianza público y privada, mutuamente beneficiosa.