Luis Abinader inició la semana introduciendo algunos cambios en su equipo. Los cambios que hace un Presidente, usualmente son calificados de rutinarios por los voceros del Gobierno. Pero casi siempre hay motivos para hacer los traslados, nombramientos y cancelaciones. En este caso, hay espacio para una lectura política, sobre todo porque se trata de un año preelectoral.
Antes de partir
El mandatario decidió encender la máquina de decretos poco antes de abordar el avión que lo llevó a Argentina donde participa desde hoy en la cumbre Celac. La figura más política involucrada en los cambios es Neney Cabrera, que ha sido un funcionario clave en el gobierno, y se espera que también juegue un rol importante en la campaña por la reelección de Abinader. Al veterano Cabrera el mandatario lo cambia por Roberto Ángel Salcedo, de reciente ingreso al oficialista PRM. Hay dos cosas a resaltar, una de fondo y otra de forma: Neney se queda con el rango de ministro, y en el decreto queda claro que fue él quien renunció. Otro mensaje claro en los decretos es que el gobernante no quiere ruidos, y por eso el cambio en la Dirección de Pasaportes. Se cree que algo parecido motivó los cambios en las gobernaciones provinciales, aunque en ese caso se entiende que hubo algunas declaraciones imprudentes. Otro elemento a destacar es que Abinader sigue confiando en sectores de la sociedad civil. Bartolomé Pujals ya tenía un ticket premiado, y en este paquete obtuvo otro.
Cambios en el PLD
Mientras Abinader designa funcionarios, el PLD, hasta prueba en contrario, principal partido de la oposición, nombra los enlaces en las provincias para la campaña del candidato Abel Martínez. En los “decretos” hay dirigentes ortodoxos y figuras nuevas. También se observa que se dio participación a seguidores de los aspirantes que fueron derrotados en la consulta. Sin embargo, se registra cierto malestar y se le atribuye a Gustavo Sánchez, un hombre del candidato, la afirmación de que el Comité Político tendrá que revisar esas designaciones.