Luis Estrella
El cerebro es un órgano situado dentro del cráneo o cabeza, que trabaja sin descanso las 24 horas del día y su peso es de 1.5 Kilos en los hombres y 1.3 kilos en las mujeres. Su tamaño aparente es de medio metro cuadrado, aunque en realidad es de 2 metros cuadrados, si lo extendemos al máximo.
El cerebro representa aproximadamente un 2% de nuestro cuerpo, por lo que no es el órgano más pesado del organismo, ya que la piel y los microorganismos de los intestinos pesan más de 2 Kilos. Aunque hay mamíferos que tienen cerebros de mayor peso, como la ballena y el elefante, el de los humanos es 20 veces más pesado en relación al total del peso corporal.
El cerebro consume el 20% de la energía metabólica generada en el cuerpo, debido a que las neuronas cerebrales son muy activas, incluyendo cuando estamos durmiendo. Al consumir el 20% del oxígeno de nuestro cuerpo, el cerebro necesita unos 70 litros de oxígeno en el día, para poder funcionar adecuadamente, por lo que unos minutos que se quede sin oxígeno, el deterioro podría ser irreversible.
El cerebro es el órgano más graso que tenemos, representando su grasa cerebral un 60% del total de su estructura. A pesar de su alto contenido de grasa, sus células no son eficaces productoras, por lo que es vital para evitar un envejecimiento prematuro, incorporar a nuestra dieta, el omega-3, omega-6 y omega-9.
La deficiencia de grasa cerebral, en los primeros años de vida puede provocar déficit cognitivo y retraso mental irreversibles. Las neuronas cerebrales se comunican a través de la sinapsis, por impulsos electroquímicos, por lo que sin la grasa cerebral suficiente, esto sería imposible.
Se ha establecido que el cerebro está compuesto por alrededor de 100 millones de neuronas, las cuales pueden tener entre ellas de 5 mil a 10 mil conexiones. Para tener una idea de tal complejidad, podemos decir, que esas conexiones podrían llegar a 42 mil billones de conexiones, creando una red de comunicación de unos mil kilómetros.
El cerebro nunca puede fallar y tiene que trabajar todo el tiempo, controlando indirectamente los latidos del corazón y el movimiento de los músculos. Usándose casi para todo, como es respirar, regular el apetito, coordinar los sentimientos, la voluntad, la memoria, el aprendizaje, el divertirse, emocionare, reflexionar, imaginar y regular el estado anímico, por lo que, en definitiva, el cerebro interviene en lo que eres y haces.
Científicamente se ha demostrado, lo cual es una excelente noticia, que el cerebro nunca deja de producir neuronas, por lo que hay funciones fisiológicas que pueden ser modificadas por la neurogénesis, como el aprendizaje, la memoria y la plasticidad sináptica. Para que esto sea posible, es necesario alimentar el cerebro, con una dieta apropiada de minerales, ejercitarse con la lectura y retos cognitivos, así como llevando una vida lo más saludable posible, siempre acompañada de ejercicios y caminatas.
El cerebro de los homínidos anterior al homo erectus, pesaban sólo medio kilo, comenzando con estos homos, hacen dos millones de años, un paso trascendental que implicó que en menos de 100 mil años el cerebro aumentara el doble. Esta evolución continuó hasta que el cerebro llegó al peso actual, con el homo sapiens.
Como hemos podido observar en este breve resumen sobre el cerebro, que éste es un órgano, que aun trabajando todo el tiempo, jamás deja de crecer y producir nuevas neuronas y por lo tanto nuevas conexiones sinápticas, que pueden permitirnos llegar no sólo a la vejez, sino morir con un cerebro sano.
Es importante conocer un poco sobre el cerebro y del funcionamiento cerebral, para poder darle su mantenimiento correspondiente, proporcionándole los minerales apropiados, el agua necesaria, una alimentación sana, acompañada de ejercicios físicos y cognitivos.
Vamos a prestarle mayor atención a ese órgano vital para el ser humano, evitando los excesos y la vida desorganizada, para tener de esa manera, mayores posibilidades de envejecer con un cerebro vigoroso y mejor calidad de vida.