Trump ordenó a un trabajador que escondiera las cajas con información clasificada

Un trabajador del expresidente estadounidense Donald Trump ha confesado al FBI que este le pidió que escondiera cajas con información clasificada en su residencia de Mar-a-Lago en Florida después de que el Departamento de Justicia citara en mayo al exmandatario por la tenencia ilegal de documentos gubernamentales.

El empleado a cargo de Trump sacó las cajas con documentos clasificados de interés nacional de un depósito en un sótano y los movió hasta la residencia de Mar-a-Lago, hechos corroborados por las grabaciones de cámaras de seguridad a las que ha tenido acceso el FBI, según ha informado el diario ‘The Washington Post’.

La orden tuvo lugar momentos después de que el equipo legal de Trump recibiera una citación del Departamento de Justicia de Estados Unidos para que el expresidente confesara la localización de dichos documentos, entre los que se encontraban secretos de Estado o incluso información sobre la defensa de otros países.

Este testimonio sugeriría un esfuerzo por ocultar los documentos al Gobierno de Estados Unidos por parte de Trump a pesar de los esfuerzos de la Administración Nacional de Archivos y Registros y del Departamento de Justicia por pedir cooperación al expresidente estadounidense.

Con todo, el empleado que ha confesado la información al FBI trabajaba en la residencia en Florida del magnate y fue requerido por los agentes federales en varias ocasiones.

En una primera entrevista, este negó rotundamente haber manejado documentos sensibles o las cajas que podrían contener dichos documentos. No obstante, a medida que iban recopilando pruebas, los agentes decidieron volver a entrevistar al testigo, que finalmente confesó haber movido cajas a petición de Trump, según ‘The Washington Post’.

El testigo se ha convertido en una pieza clave en la investigación sobre los documentos clasificados confiscados a Trump, después de su intento fallido de nombrar a una perito especial para que revisara los documentos y atrasara así la investigación del Departamento de Justicia.

El pasado 8 de agosto, un grupo de agentes del FBI irrumpieron en la lujosa mansión del expresidente Trump en Palm Beach, Florida, llevándose alrededor de veinte cajas repletas de carpetas con documentación clasificada, algunas de ellas con la etiqueta de alto secreto.

Entre los documentos que recogieron los agentes del FBI durante la redada a la residencia de Mar-a-Lago el pasado mes, se han encontrado algunos archivos confidenciales que incluso describirían las defensas militares de un Gobierno extranjero, incluidas sus capacidades nucleares.