En los últimos meses han aumentado de manera significativa los asesinatos en Estados Unidos, tanto en lugares públicos como en centro escolares, hechos ocurridos por jóvenes adolescentes en su gran mayoría. La crítica en sentido general se inclina por culpar a los grandes fabricantes de armas, que han impuesto su venta libre, sin ningún tipo de requerimientos psicológicos ni de edad.
En cierta medida la libertad que permite la constitución norteamericana para obtener armas de cualquier calibre, es un factor que incrementa estos ataques que ocasionan muertes masivas a seres inocentes. Las grandes compañías de armas dirigidas por sectores pertenecientes al sector republicano, son los más favorecidos, por lo que los intentos para controlar ese negocio, se queda en acciones de simple retórica pública.
Observo que nadie quiere ir al fondo del problema, que desde mi punto de vista, está dirigido hacia la gran cantidad de sociópatas que la sociedad norteamericana está produciendo. Esta es una realidad que en su momento deberá ser estudiada por los expertos en el área de psiquiatría.
Los sociópatas se hacen, contrario a los psicópatas que nacen. El sociópata casi siempre también es narcisista, nacido o formado en un hogar disfuncional, con padres adictos al alcohol o las drogas, con un alto nivel de violencia doméstica.
Esos jóvenes desarrollan su niñez e infancia en medio de un verdadero infierno, donde en innumerables ocasiones hay incesto y violaciones . Ese calvario en que viven, les ocasionan en principio muchas frustraciones, sufrimientos y finalmente depresiones.
En medio de esas perturbaciones mentales, su cerebro empieza a producir cambios sinápticos, que poco a poco los va llevando a querer llamar la atención a cualquier precio, optando en el peor de los casos, por asesinatos masivos. El ambiente familiar unido en ocasiones a burlas en los centros escolares, son el detonante, que provoca que tomen esas terribles acciones.
Son enfermos mentales productos de la sociedad, víctimas de una realidad que se le impone y los lleva a convertirse en sociópatas y narcisistas, que ven en la venganza social la respuesta a un sufrimiento, que las víctimas nada tienen que ver con su motivación y origen.
En Estados Unidos y el mundo, en vez de quedarse en analizar sólo las consecuencias, que se repiten cada cierto tiempo, deben ir a la raíz y ver que está pasando en la sociedad. Buscar la causa que lleva a esos jóvenes enfermos a ver esos asesinatos múltiples como algo normal, lo cual inclusive hasta disfrutan cuando asesinan un niño que apenas comienza su vida.
Algo profundo está pasando en la sociedad, los valores se han ido perdiendo, la violencia sigue aumentado en los jóvenes, el irrespeto a los adultos ya es algo cotidiano. El mundo ha cambiado, la tecnología está produciendo otro tipo de seres humanos, insensibles, apáticos y solo interesados por lo material, por buscar aprobación, fama y like.
Cuando esto se conjuga con otros factores , como un hogar donde predomine la violencia, las drogas, la carencia de valores y el acoso físico, estamos ante un ambiente propicio para crear sociópatas y narcisistas que luego cometen acciones como las que hemos venido observando en los últimos tiempos.
Por eso es que decimos que los sociópatas se hacen, al contrario de los psicópatas que por un defecto en su cerebro nacen con ese trastorno de la conducta. Por eso el sociópata, aunque manipulador como el psicópata, es impulsivo y puede crear vínculos con quien exclusivamente decida. El psicópata en cambio, además de ser un experto manipulador, es frío, calculador y con nada de empatía. A diferencia del sociópata no se hace, sino que nace con la condición.
El tema de la psicopatía será tema de una próxima entrega