LUIS ESTRELLA
El mayor Banco del mundo JP Morgan, vaticinó una recesión inminente para Estados Unidos para finales de año o principio del 2023, por lo que hizo un llamado a actuar con comedimiento y prudencia. El gigante bancario decidió usar 1,100 millones de dólares que tenía para comprar acciones, para el pago de atrasos o morosidad de clientes, por las dificultades que ya se están presentando.
Otros expertos en el área económica y bancaria, establecen que las posibilidades de recesión en USA, son de un 100%, ya que, con la contracción económica de los dos últimos trimestres, de 1.6% y de 1%, han entrado en una recesión técnica. Lo cual con la inflación de 9.1 en junio, obligará a la Fed, a tomar medidas urgentes en la tasa de interés , aunque eso acelere la recesión.
Los vaticinios son de que la Reserva Federal, para poder empezar a frenar la inflación, tendrá que elevar por lo menos 100 puntos a la tasa básica de interés , lo cual no ocurre desde 1986. Eso implicará un grave problema con el pago de las hipotecas, como está ocurriendo en China, donde ya se están poniendo limitaciones para sacar dinero de los bancos.
La crisis no sólo está afectando a Estados Unidos, que bajará su crecimiento a cerca de 1%, sino que toda Europa está siendo golpeada por la inflación y una desaceleración económica. Pero también la segunda economía mundial, que tenía años con un crecimiento del PIB muy alto, China, ahora se proyecta que sólo crecerá 2.7%.
Esa situación de crisis económica inminente en Estados Unidos y el mundo, tendrá serias repercusiones en nuestro País, ya que afectará las remesas, las zonas francas, el turismo y las exportaciones. Al mismo tiempo afectaría el PIB, aumentando el desempleo, la pobreza, el costo de los combustibles y la electricidad.
A nadie que le importe esta Nación, puede interesarle que se cree una inestabilidad económica, ya que eso nos afectaría a todos y sus repercusiones podrían ser catastróficas. Un clima de inestabilidad, afectaría el crecimiento económico, mantendría la inflación, afectaría la tasa de cambio, aumentaría la pobreza y el desempleo. Por eso este no es un momento de jugar con la politiquería, sino de aunar esfuerzos para enfrentar unidos la crisis que tenemos enfrente de nuestras narices.
Por el momento no se vislumbra ninguna solución a corto plazo, ya que la guerra de Rusia y Ucrania, no parece que terminará a corto plazo, por el contrario, los indicativos son de que eso va para largo. Ese conflicto seguirá generando escases de materias primas y aumento del petróleo.
Si en algún momento Rusia decide cortar de golpe el gas a Europa, según JP Morgan, el petróleo podría llegar a costar más de 200 dólares el barril. En los países de economía menor, eso sería catastrófico, tomando por ejemplo nuestro País, que por cada dólar que sube el galón de petróleo, nos representa 50 millones de dólares al año.
Ante un panorama tan complicado, indefinido y de tanta incertidumbre mundial, es oportuno actuar con la mayor prudencia posible. A nadie le conviene que se cree un clima de inestabilidad económica como pasó en el 2003. Si esto pasara todos saldríamos perdiendo y sobre todo el País saldría duramente afectado.
Por eso entiendo humildemente, que es tiempo de unidad nacional.