Por Luis Estrella
En una de esas noches que despierto y me asaltan recuerdos de acontecimientos guardados en el subconsciente, me llegó a la mente el proceso donde Isabel fue electa diputada por la Provincia María Trinidad Sánchez, después de tener tres periodos como diputada por Santiago.
Por razones familiares, habíamos acordado que Isabel no aspiraría de nuevo a repostularse y retirarnos a su pueblo natal, Río San Juan. Faltando dos meses para las elecciones, recibimos una llamada con la propuesta de incluirla en la boleta de MTS, porque había que poner una mujer y ella como era nativa de esa Provincia no tenía impedimento constitucional.
En ese momento Hilario Amparo y Arístides Victoria, ya eran candidatos oficiales por el PLD, los cuales tenían una gran parte del terreno recorrido. Recuerdo que la primera reacción de Isabel fue la de rechazar la propuesta, con el fuerte argumento de que faltaba muy poco tiempo y que ella nunca había hecho vida política en MTS.
Conociendo muy bien a mi esposa cuando asume una postura, le planteo que antes de tomar una decisión, realicemos un recorrido por la provincia y veamos cómo andan las cosas. Lo hicimos y pudimos notar que todos los dirigentes ya estaban comprometidos, con Hilario la mayoría y los demás con Aristides. De regreso a Río San Juan, el ambiente no era nada positivo, por lo que al llegar y notar que Isabel estaba decidida a no aceptar, le digo que haga un último intento y que llame a Hilario Amparo.
Isabel llama a Hilario y éste le dice que acepte la candidatura, ya que a él lo iban a sobrar como 5 mil votos y que ella podría salir arrastrada por su alta votación. Aprovecho para decirle a Isabel que acepte, ya que sus posibilidades eran de un 50% de salir, que todo dependería del trabajo y la estrategia que pudiésemos desarrollar en ese tiempo que nos quedaba.
Después de eso, pasó una semana y ya faltando horas para la inscripción, Isabel me dice que va a aceptar y me reitera su poca confianza en que eso pudiese salir bien. Su alegato era que después de ganar tres diputaciones en la segunda ciudad del País, Santiago, perder en su pueblo sería algo muy doloroso para ella. Un argumento muy fuerte y convincente, pero reconozco que en esos tiempos era muy inclinado a los retos y mejor mientras parecieran más difíciles.
Entonces, le digo lo siguiente, podemos ganar si logramos concentrar una mayoría de votos en RSJ y Cabrera y dividir los votos en Nagua y el Factor. Desde un principio esa fue nuestra estrategia, tu ventaja es que en esta área eres una sola candidata, mientras que en la de ellos son dos y dividirán los votos. Trabájanos un mes y 45 días sin un sólo minuto de descanso, dormíamos dos o tres horas y para la calle. Dejamos amurallado a RSJ con Jacobo y Rufino a nivel del partido y las Isabelinas, con Anny, Ivelisse Ramírez, Ilcania, Isis, Yarissa, Evelina, etc, así como con Eddy Núñez e Indira Alonzo, pertrechados en el programa de TV.
Era una aspiración que parecía imposible, pero el trabajo, la perseverancia, la dedicación y muchas gentes que se sumó al proyecto de manera desinteresada, sólo con voluntad y amor, lo hicieron posible. Recuerdo en una ocasión y quizás para mí el momento más difícil, fue una noche que al llegar de madrugada de Nagua a Río San Juan, Isabel me dice llorando, que eso no iba a ser posible, que no había posibilidad de ganar.
Recuerdo que saqué fuerza de donde no tenía y le dije, Isabel tenemos un 50% de ganar o perder, vamos a seguir y jamás volvamos a dudar que podemos lograrlo. Desde ese día jamás hubo vacilación, ni pesimismo, redoblemos los esfuerzos y nos comprometimos a hacer todo lo que estuviera a nuestro alcalce y que pasara lo que tuviera que pasar.
Tres días antes de las elecciones, nos habíamos quedado sin recursos, le pedimos apoyo al Puma para rematar como estabamos acostumbrados a hacerlo en los procesos anteriores, y éste nos dice que no era necesario porque ya él estaba ganado. Recuerdo que le dije esa noche a Isabel, esperemos en la casa tranquilos, el trabajo está hecho, tú vas a ser diputada y muy probable el Puma no sea Senador.
La estrategia que seguimos nos resultó casi en un 100%, sacar la mayor cantidad de votos en Río San Juan y Cabrera y dividir Nagua y el Factor. En las elecciones votaron 17 mil personas por los diputados, 11 mil en Nagua y el Factor para un 65% de los votos emitidos y 6 mil en Río San Juan y Cabrera para un 35%.
Del 35% que votó en Cabrera y Rio San Juan, Isabel sacó un 75% de los votos, Hilario y 15 % y Aristides un 10%. En la zona de Nagua y el Factor con el 65% de los votos emitidos, Isabel obtuvo un 21%, Arístides un 34% e Hilario un 45%. El total general aproximado, porque estoy escribiendo sin calculadora, sólo apoyado en la memoria, fue el siguiente en la Provincia. Isabel un 40%, Hilario un 35% y Aristides un 25%.. Perdimos la Senaduría e Isabel fue la única diputada sacada por el PLD.
Entiendo que lo importante de las experiencias es la enseñanza que nos pueden dejar, ya que nada se repite de la misma manera. El pasado es un simple referente, que nos puede nutrir de un poco de sabiduría, si lo observamos con consciencia, pero sin apego.
Esta experiencia nos indica, que nunca debes subestimar a nadie, por más débil e insignificante que parezca, porque cuando las cosas se hacen con pasión, con amor, con dedicación, con trabajo y perseverancia, podemos obtener excelentes e inesperados resultados.
Jamás subestimes, para que no te lleves sorpresas.