Por Luis Estrella
El término posverdad se popularizó en el 2016, siendo elegida por el diccionario Oxford, como la palabra del año. Ese nivel de popularidad se proyectó con el Triunfo de Trump en Estados Unidos y la votación del Brexit en Gran Bretaña.
El término posverdad fue incluido en el Diccionario de la Real Academia Española, que lo define de la siguiente manera: “Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones, con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales “. En realidad, el término posverdad es una traducción de la expresión inglesa “post-truth, la cual fue empleada por vez primera, por el dramaturgo Steve Tesich, en 1992, en un artículo publicado en la revista The Nation.
Según el filósofo Fernando Buen Abad, con la posverdad ya no hay rumores falsos, ya que todo es verdadero mientras sirva para obturar la verdad. “Se usa para destruir al rol del Estado, para invisibilizar escenarios de represión y crimen, para ocultar fraudes electorales de todo tipo”.
La posverdad ha servido para que se utilicen las redes sociales por especialistas en publicidad, comunicación social y psicología para manipular la opinión pública. Usando esta estrategia, se logran vender productos, pero también ganar elecciones.
Después del dominio de la posverdad, todo es posible, lo importante no son los hechos, las evidencias, sino lograr que una opinión basada en los sentimientos, aunque surja de una mentira, logre manipular la opinión pública. Si logras fabricar una historia y que te la crean, tiene más valor que cualquier hecho real. Eso se lo debemos a la posverdad.
Esto es en términos generales, pero desde mi punto de vista, donde está lo difícil, es que, en los tiempos de la posverdad, ya nadie es como se presenta en realidad. La gran mayoría vive una vida falsa, usando las redes para presentar una imagen y perfil, que dista mucho de ser el verdadero .
En las redes cada quien trabaja para crearse un perfil, en base a publicidad, escenarios falsos, fotos maquilladas y de presentar la parte que quiere los demás se enteren. De esa manera logran crearse una imagen, que dista mucho de corresponderse con la esencia de su verdadera personalidad.
Por las redes todos somos felices, siempre estamos riendo y de excelente humor, sin preocupaciones y con el mundo en las manos. Pero esa por lo general no es la verdad, porque detrás de eso que se presenta, hay una vida, repleta de problemas, preocupaciones, frustraciones, depresiones y otros sentimientos negativos.
La vida real es esa, la que nos produce momentos alegres y tristes, no la que vivimos como si fuera un sueño, en una burbuja, que nos aleja de la realidad. Eso está provocando graves problemas en los jóvenes, ya que viven tratando de alcanzar lo que le ofrece una publicidad, que está muy distante de sus posibilidades.
Esa vida de buscar like, aprobación y fama, al fínal siempre choca con el mundo real, provocando grandes decepciones, periodos de depresión, rabia, ira y frustración, que en el peor de los casos llevan al suicidio. A veces siento gran preocupación observar a jóvenes actuar como si fueran autómatas, porque ya el nuevo mundo de posverdad le ha arropado el cerebro.
Aunque todos de una manera u otra somos afectados por este nuevo esquema de vida, basado no en los hechos, sino en la mentira que se pueda imponer con la manipulación, los jóvenes son los más afectados. Es notorio ver cómo la juventud cada día deja de prestarle atención a los valores, sólo le importa lo material, lo que puede darle sustento a la vida que han construido en su mente, a su burbuja.
Casi todos tenemos una doble vida, la real y la de las redes, esa es la cruda realidad, aunque el escenario de la posverdad ha magnificado todo. En el peor de los casos, tenemos en el escenario, depravados sexuales, pervertidos, traficantes de niños y de pornografía infantil etc., y por el otro, los narcisistas y sociópatas, quienes ahora están a sus anchas, por sus exquisitas habilidades para la manipulación usando las redes sociales.
Ante este panorama, mi pregunta es la siguiente. Que vendrá después de la posverdad.?