Sostiene Jhael Isa: Se ha diseñado para una movilidad sobre una estructura de rieles en hormigón armado o viaducto que atravesará toda la ciudad, desde el sector Cienfuegos hasta Pekín.
La construcción del monorriel de Santiago, cuyos trabajos dejó iniciados el presidente de la República el 30 de marzo pasado, tendrá un costo superior a los 33,000 millones de pesos.
Solo los trabajos de ingeniería de detalle y construcción de obras fueron adjudicados al Consorcio Sistema de Transporte Metropolitano de Santiago (CSTM) ganadora de la licitación abierta para tales fines, en 25,028,500,339 pesos, la menor de las dos ofertas económicas presentadas.
Además del monto de la obra civil se contemplan 8,557.5 millones de pesos para los componentes electromecánicos del sistema de transporte, considerado por el Gobierno como la mejor opción para resolver los problemas de movilidad en Santiago.
El monorriel, según se informó, tiene capacidad para transportar 40,000 pasajeros por hora y captará hasta el 30 % de los alrededores de 1,197,000 viajes al día que se realizan en esa ciudad.
Se ha diseñado para una movilidad sobre una estructura de rieles en hormigón armado o viaducto que atravesará toda la ciudad, desde el sector Cienfuegos hasta Pekín. Recorrerá 15 kilómetros, entre los cuales se distribuyen 16 estaciones y una terminal central. En esa terminal se integra con el teleférico que también se construye en la actualidad y que deberá estar listo a finales de 2023.
El monorriel está planificado para concluir en 2024.
Cuestionada sobre los estudios que soportan el monorriel como mejor opción, la Oficina para el Desarrollo de Proyectos de Movilidad Urbana e Interurbana, que dirige Jhael Isa, indicó que se sustentan en un análisis de la demanda, evaluación de alternativas y condiciones geográficas, socioeconómicas y medio ambientales.
Las alternativas estudiadas -especifica- fueron los corredores de autobuses tipo BRT, (Bus Rapid Transit, en inglés), el tranvía y el metro elevado o subterráneo, según informaron.
También afirman que se tomó en cuenta el Plan Integral de Movilidad Urbana de Santiago de los Caballeros (PIMUS), un diagnóstico elaborado en 2019 por varios técnicos nacionales bajo la colaboración del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que, entre otros planes, contempla ocho planes integrales de intervención para mejorar el tránsito, aunque no sugiere un modelo específico de transporte masivo.
El estudio parte de varias realidades del sistema de transporte de Santiago. Una de ellas es que el transporte está atomizado, con unas 6,760 unidades de transporte de baja capacidad (como los conchos, motoconchos, banderitas y voladoras), repartidas en 60 rutas.
Lo segundo es que estos vehículos tienen bajo nivel de ocupación que, frente a un elevado nivel de oferta, “imposibilita crear un sistema de transporte eficiente”.
La otra realidad es la “inexistencia de infraestructura de soporte para la mejora de la operación: en Santiago no existen carriles segregados para el sistema de transporte público. Las unidades comparten espacio con el tráfico rodado”, dice el Pimus.
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Propuesta de reestructuración
De sus ocho planes, el último desarrollado es el transporte colectivo que contempla “la reestructuración e implementación de un sistema de transporte público, considerando todas las modalidades de transporte de manera integral”.
Propone como su primera acción, la reestructuración de la red de transporte colectivo con siete rutas troncales “(las cuales permitirán proveer servicio a las principales demandas sin transbordos) y seis rutas alimentadoras”.
“Se hizo una propuesta para que la ciudad asumiera transporte colectivo en vías exclusivas para autobuses, con una propuesta de cómo transformar las calles de manera que pudieran recibir el autobús en vía separada, aplicación de acera y ciclovías”, comenta Marcos Barinas, uno de los técnicos que trabajó en el Pimus.
Barinas considera que ese plan integral, cuyo costo de implementación sería de 603.3 millones de dólares, es más importante que el monorriel. “El monorriel podría ser una de las troncales propuestas, pero de ninguna manera sustituye al sistema completo”, enfatiza el urbanista. l