En abril de 2022 las remesas sumaron US$809.8 millones
El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) informó este martes que entre los meses de enero y abril de 2022, las remesas recibidas alcanzaron una cifra de 3,206.1 millones de dólares.
Asimismo, destaca que este monto supera en 877.7 millones de dólares a las remesas recibidas en los primeros cuatro meses de 2019, período anterior al inicio de la pandemia del COVID-19, y en el que en Estados Unidos no se tenían aún los esquemas de ayuda que fueron implementados luego de marzo de 2020 y que finalizaron en septiembre de 2021.
El BCRD señala que en abril de 2022, particularmente, las remesas sumaron 809.8 millones de dólares, marcando así una cifra por debajo del mismo mes en 2021, cuando se ubicaron en 910.8 millones de dólares.
«Estas cifras reafirman el establecimiento de un nuevo nivel de flujos de remesas mensuales en torno a los US$800.0 millones. En ese sentido, al comparar este monto de abril de 2022 con el valor promediado en el mismo mes para el período previo a la pandemia de 2015-2019, que fue de US$489.0 millones, se observa un aumento importante», cita el comunicado de la institución.
El ente emisor explica que las condiciones del mercado laboral de los Estados Unidos (EEUU) es uno de los principales factores que sigue incidiendo sobre el comportamiento de las remesas, ya que desde ese país provino el 85.2 % de los flujos de abril. Durante dicho mes, la economía norteamericana creó 428 mil empleos, manteniendo la tasa de desempleo en 3.6 % en abril de 2022. Particularmente, el desempleo de los hispanos en EE.UU. descendió de 4.2 % en marzo a 4.1 % en abril.
El BCRD destaca también la recepción de remesas desde otros países, como España, en el orden de 6.0 %, país que alberga más de 186 mil dominicanos de la diáspora en Europa, según un estudio del Instituto de dominicanos y dominicanas en el exterior (Index), así como Haití e Italia con 1.3 % y 0.8 % de los flujos recibidos, respectivamente. El resto de la recepción de remesas se divide entre países como Suiza, Canadá y Panamá, entre otros.
Respecto a la distribución de las remesas recibidas por provincias, el BCRD señala que el Distrito Nacional obtuvo la mayor proporción, un 33.1 %, seguido por las provincias Santiago y Santo Domingo, con un 14.5 % y 9.0 %, respectivamente. Esto indica que más de la mitad (56.5 %) de las remesas se recibe en las zonas metropolitanas del país.
Analizando los flujos de abril del 2022 según el género de la persona que recibe, los hombres captaron el 53.8 % y las mujeres el 46.2 % de las remesas recibidas por canales formales.
El BCRD confirma que la evolución del sector externo para este año estará caracterizada por el dinamismo de las remesas, las exportaciones, la inversión extranjera directa y la recuperación del turismo, el cual en los últimos meses ha registrado cifras récord en llegadas de turistas. Estos acontecimientos contribuirán a un mayor flujo de divisas al país y ayudarán a mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio que se observa en la actualidad, de tal manera que el tipo de cambio mostró una apreciación de 4.2 % al cierre de abril respecto a diciembre de 2021. En conjunto con los fuertes fundamentos macroeconómicos del país, todo esto indica que la República Dominicana posee condiciones favorables para acomodar los choques adversos del entorno internacional.
La institución resalta que este mayor flujo de divisas ha permitido la acumulación de reservas internacionales, que para el cierre de abril de 2022 se colocaron en torno a los 14,400 millones de dólares, representando un 13.5 % del PIB y equivalentes a 5.9 meses de importaciones. Estas métricas superan los niveles recomendados por el FMI, contribuyendo a que la República Dominicana mantenga una posición externa favorable, proyectando un flujo de remesas para el cierre del 2002 de cerca de los 10,000 millones de dólares y un déficit de cuenta corriente de alrededor de 3.0 % del PIB.
El Banco Central reitera que continúa alerta para seguir tomando las medidas necesarias para contrarrestar el impacto en la economía dominicana del desafiante entorno internacional imperante, a fin de garantizar la estabilidad de precios y del mercado cambiario.