Primera ocupación. Han pasado 106 años desde que el 16 de mayo de 1916 Estados Unidos puso en marcha su primera intervención en República Dominicana, que finalizó en 1924.
Ha transcurrido más de medio siglo de una tragedia histórica en la que fluyó mucha pólvora, se contaron muchos muertos y heridos, hubo caos y destrucción, y tanto dolor y rencor parecían atrapados en el tiempo, hasta que llegaron los tiempos de un evidente “borrón y cuenta nueva”.
57 años después del estallido de la Guerra del 24 de abril de 1965, que tres días siguientes abrió una brecha a la segunda intervención de Estados Unidos en Santo Domingo, en el siglo pasado, los vínculos políticos y comerciales entre ambos países se han vuelto cada vez más profundos y diversos, colocando a la isla en una posición clave y privilegiada en todo el contexto regional.
Situada en el corazón del Caribe, República Dominicana disfruta de una envidiable posición estratégica acariciada por Estados Unidos, aportándole envidiables ventajas políticas y fuerza competitiva para el desarrollo del comercio destinado a mercados internacionales.
De hecho, entre un exclusivo grupo de aliados confiables, el país goza de ese distintivo.
Los hechos que marcaron la intervención del 65, como parte de la denominada “Operación Power Pack”, tuvieron su inicio el 28 de abril de ese año, pero en el relato de ese suceso solo se cuenta ese episodio, parado en su tiempo, sin tocar que, al día de hoy, ambos países viven uno de sus mejores momentos en sus relaciones bilaterales.
Para que se tenga una idea, Estados Unidos sigue siendo el principal comprador de diversos rubros dominicanos y entre los productos más exportados figuran los instrumentos médicos, cigarros, joyería, interruptores automáticos y paneles, calzado, ropa de algodón, medicinas, productos farmacéuticos y agrícolas. El año pasado, las exportaciones agrícolas hacia Estados Unidos aumentaron un 37% en los primeros cinco meses.
Según estadísticas del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, las exportaciones hacia ese país pasaron de 709 a 969 millones de dólares, en el año 2021, en comparación con el mismo período en el año anterior.
Otro dato que revela el clima de buenas relaciones entre ambos socios es que los inmigrantes de República Dominicana son el cuarto grupo de hispanos más grande en los Estados Unidos, después de los mexicanos, salvadoreños y cubanos.
Según un estudio, titulado “Primera Agenda Integral de Cooperación y Desarrollo”, elaborado por el congresista dominicano Adriano Espaillat, la población dominicana en Estados Unidos asciende a 2,081,419 personas, una cantidad que supera a los que residen en el Distrito Nacional.
La ocupación
La segunda ocupación estadounidense en la República Dominicana comenzó con la entrada del Cuerpo de Marines en Santo Domingo, el 28 de abril de 1965.
La intervención terminó en septiembre de 1966, cuando se retiró la primera Brigada de la 82 División Aerotransportada, el último remanente de la unidad estadounidense en el país.
La historia cuenta que todo surgió después de un período de inestabilidad política tras el asesinato del dictador Rafael Leónidas Trujillo, en 1961, cuando Juan Bosch, candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), fue elegido presidente en diciembre de 1962 y posesionado en febrero de 1963. Se resalta que un grupo de militares conservadores, junto a la poderosa élite de la oligarquía dominicana y la jerarquía católica, descontentos con las medidas adoptadas por el nuevo gobierno de Bosch, ejecutaron el golpe de Estado del 25 de septiembre de 1963.
Una decisión personal
La decisión de intervenir militarmente en República Dominicana fue una medida personal tomada por el entonces presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson, quien, convencido de la derrota de las fuerzas leales y por temor al surgimiento de “una segunda Cuba” en el Caribe, ordenó a las fuerzas armadas estadounidenses la restauración del orden aquí.
El 29 de abril, bajo el argumento oficial de la necesidad de proteger las vidas de los ciudadanos estadounidenses, ninguno de los cuales había sido muerto o herido, una flota de 41 buques fue enviada para bloquear la isla y de esta forma comenzó la invasión de infantes de la marina norteamericana.
42 mil marines
También se desplegaron alrededor de 75 miembros de la compañía “E” del 7th Special Forces Group y, en definitiva, se terminó por enviar a Santo Domingo un contingente de 42,000 soldados e infantes de marina.
El presidente Lyndon B. Johnson declaró esa noche que había dado órdenes para el desembarco de infantes de marina en Santo Domingo, con la finalidad de proteger la vida de ciudadanos estadounidenses y que la Organización de Estados Americanos había sido informada de esa situación.
Otras versiones afirman que la invasión se efectuó de forma unilateral y que los delegados de la OEA se enteraron de la invasión por radio y televisión, luego del discurso de Johnson.
No obstante, poco después, los Estados Unidos, junto con la OEA, formaron una fuerza militar interamericana para la intervención en la República Dominicana.
El 13 de mayo, el general Imbert comenzó la “Operación Limpieza”, con la que sus fuerzas alcanzaron cierto éxito en la eliminación de focos de resistencia rebelde en las afueras del sector de Ciudad Nueva, y el silencio de Radio Santo Domingo. La operación terminó el 21 de mayo de 1965.
Detalles
Primera ocupación .
El 16 de mayo de 1916, Estados Unidos puso en marcha su plan intervencionista en República Dominicana. Han pasado 106 años de esa acción militar.
El presidente estadounidense Woodrow Wilson (1913-1921) fue quien ordenó tal ocupación, impulsado por la llamada doctrina Monroe: “América para los americanos”.
La ocupación duró ocho años y modificó al país caribeño. Durante la intervención se produjo la mayor penetración de capital norteamericano, que lentamente se apoderó de los sectores productivos dominicanos, principalmente de la industria azucarera.