Washington, 17 mar (EFE).- Estados Unidos aumentó este jueves la presión contra Moscú al acusar a las fuerzas rusas de cometer «crímenes de guerra» en Ucrania con sus ataques «intencionados» a civiles, en medio de los bombardeos continuados de las fuerzas rusas a las principales ciudades ucranianas.
Si ayer, miércoles, el presidente estadounidense, Joe Biden, apuntaba que su homólogo ruso, Vladímir Putin, era un criminal de guerra, hoy se sumó a la acusación su secretario de Estado, Antony Blinken.
«Ayer, el presidente (Joe) Biden dijo que se habían cometido crímenes de guerra en Ucrania. Personalmente, estoy de acuerdo», afirmó Blinken en una rueda de prensa en el Departamento de Estado.
El jefe de la diplomacia estadounidense citó los bombardeos de un hospital infantil y un refugio antiaéreo en el teatro de Mariúpol, una las ciudades más castigadas por los ataques rusos y ubicada en el costa sureste de Ucrania.
«Atacar civiles intencionadamente -subrayó Blinken- es un crimen de guerra».
PUTIN ES UN DICTADOR ASESINO
Biden dedicó también este jueves en la Casa Blanca unas palabras inusualmente duras contra Putin, muestra de la exasperación de Washington con la actitud de Moscú.
«(Es) un dictador asesino, un matón puro que está librando una guerra inmoral contra el pueblo de Ucrania», dijo el mandatario durante un almuerzo en el Congreso con motivo del día de San Patricio, patrón de Irlanda.
Por ahora, el Departamento de Estado no ha hecho una declaración formal contra Rusia por haber cometido crímenes de guerra, pero sí ha anunciado que ha abierto una revisión «legal» al respecto.
En su intervención, Blinken se mostró poco optimista acerca de las conversaciones abiertas entre Moscú y Kiev para alcanzar un alto el fuego, y advirtió de que no parece que Putin esté dispuesto a parar la invasión.
De hecho, aseveró que Washington cuenta con informaciones de que Rusia podría estar preparando un ataque con armas químicas contra Ucrania, del que sería culpado Kiev.
Aunque Blinken insistió en que Moscú ya ha fracasado en su objetivo de tomar Ucrania, reconoció que el conflicto «podría prolongarse terroríficamente por algún tiempo».
Por ello, afirmó, es fundamental mantener la coordinación y la ayuda de la comunidad internacional a Kiev, incluido el envío de armas y nuevos sistemas antiaéreos, para contrarrestar los avances de las fuerzas rusas.
Según los últimos datos publicados por la ONU, al menos 726 civiles han muerto y 1.174 han resultado heridos en los 20 primeros días de guerra en Ucrania, aunque la cifra real podría ser mayor puesto que estos números solo reflejan casos verificados.
Asimismo, la invasión rusa ha provocado que más de tres millones de ucranianos hayan salido del país en busca de refugio, en lo que supone ya el mayor éxodo en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
EEUU EXIGE RESPONSABILIDAD A CHINA
En los últimos días ha crecido la irritación de Washington ante la falta de liderazgo mostrada por su gran rival en el tablero geopolítico mundial, China, que ha buscado mantener una cautela interesada para no molestar a Moscú, su tradicional aliado.
«Creemos que China, en particular, tiene una responsabilidad para emplear su influencia con el presidente Putin y defender las normas y principios internacionales de que dice respaldar», afirmó Blinken.
El diplomático estadounidense afeó a Pekín que «se haya movido en la dirección opuesta con su rechazo a condenar esta invasión, a la vez que busca posicionarse como un árbitro neutral».
Precisamente este jueves, la Casa Blanca anunció que mañana, viernes, Biden sostendrá una llamada telefónica con el presidente chino, Xi Jinping, en la que tratarán la guerra de Ucrania, entre otros asuntos.
La llamada entre ambos líderes servirá para dar «continuidad» al diálogo iniciado este lunes durante la reunión en Roma entre el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, y el director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores de China, Yang Jiechi, explicó la portavoz presidencial, Jen Psaki.
Estados Unidos ha avisado en varias ocasiones a Pekín de que habrá «costes» si ofrece ayuda a Moscú ante las extraordinarias sanciones aplicadas por la comunidad internacional para asfixiar la economía rusa en represalia a la invasión de Ucrania.
Por ahora, no obstante, China ha negado que vaya a ofrecer asistencia militar o económica Rusia para apoyar a sus fuerzas en la invasión de Ucrania.