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Un día como hoy hace dos años, el expresidente Leonel Fernández anunció su salida del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), hecho que marcó la división formal de la familia boschista y el camino de la salida del poder que había controlado durante 16 años seguidos.
Dos años después, Fernández tiene su propio partido, Fuerza del Pueblo (FP) y Danilo Medina es el presidente del PLD, pero ambos quedaron fuera del poder.
La mutual Leonel-Danilo había sido hasta el 2020 la más exitosa maquinaria electoral de la historia del país.
Estaba prevista a seguir cosechando éxitos de no incurrir en diferencias insalvables por la silla presidencial para el periodo 2020-2024. El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) gobernó cinco periodos, pero no seguidos, como sí logró el PLD que ganó cuatro elecciones presidenciales consecutivas.
El Partido Revolucionario Dominicano (PRD), ahora Partido Revolucionario Moderno (PRM), no es referencia de éxito electoral, pues a pesar de ser el partido más viejo del sistema es el que menos ha gobernado el país. Para el 2012 (última vez que participó unido como PRD) tenía 51 años y había gobernado 12 años y los siete meses de Juan Bosch.
En la versión PRM, gobierno por primera vez, y al concluir el mandato de Luis Abinader habría gobernado cuatro periodos.
La división que sacó al PLD del poder, sigue en la oposición, pues ahora ambos se pelean por el liderazgo opositor. En esa batalla, el PLD como organización política se mantiene como principal partido de oposición de acuerdo a los resultados de las elecciones del 2020.
Sin embargo, la Fuerza del Pueblo ha sacado cabeza y en el Senado tiene más fuerza que el PLD. Igualmente, según la encuesta Gallup de octubre del 2020, Fernández es el principal líder de oposición.
En la guerra de la FP y el PLD por crecer, el PRM juega una estrategia de unificarse con uno y con otro para decisiones en las que no puede por sí solo o necesita dar la imagen de consenso.
Anhelo de reunificación
Aunque todavía con un discurso parco en público, en privado, tanto en el PLD como en la FP se habla de la necesaria reunificación para volver a ganar el poder, conscientes de que la historia, y su propia experiencia, enseña que los partidos divididos no ganan elecciones. Desde la pasada campaña, el expresidente Fernández ha sido abanderado del discurso de la reunificación de la familia boschista para volver al poder.
Aunque Medina, líder del PLD, no ha referido públicamente ese tema ni a favor ni en contra, tras la salida del poder, durante la campaña electoral pasada repitió en más de un escenario que con lo que le quedó del PLD ganaría las elecciones, lo que no ocurrió.
Un enfoque distinto tiene el secretario general, Charlie Mariotti, quien dijo en una entrevista en elCaribe que el mayor anhelo de la familia boschista es la reunificación, pero que no es el momento de hablar de ese tema.
“La alianza más deseada es la reunificación del PLD en torno a las siglas del PLD. Somos dos vías hacia la Trinitaria, que corramos todos, que corramos todos, que cada quien haga su tarea”, comentó.
El meollo del asunto es: ¿Con cuál de los dos partidos y cómo se logrará esa reunificación?
La variable fundamental a considerar sería cuál de los dos proyectos garantiza mayor unificación del voto que se dividió en el 2020.
¿Cómo y por qué se dividió el PLD en 2020?
En la práctica, el PLD estaba dividido desde que concluyeron las elecciones del 2016, incluso para esas elecciones pareció un “matrimonio obligado” entre Leonel y Danilo por la reforma a la Constitución que aprobó el Comité Político para la repostulación de Medina para esas elecciones. Luego Fernández culpó al gobierno que dirigía Medina de todo lo malo que le ocurría como las protestas en el 2012, las acusaciones de que “Quirino Paulino Castillo le había dado dinero para la campaña” y luego de las denuncias que hizo el periodista Jaime Bayly de supuesto financiamiento ilegal a la campaña de Fernández. Leonel, ante supuestas intenciones de otra reforma a la Constitución para un tercer periodo consecutivo de Medina, creó un movimiento en contra de esa posibilidad que caló y logró amplio rechazo de casi 70 %, según la mayoría de las encuestas. Para entonces el gobierno de Medina se quejaba de que la mayor oposición venía de su propio partido. Descartada la repostulación de Medina, en el 2019 el hoy presidente del PLD presentó a Gonzalo Castillo como su delfín para las primarias contra Fernández. Castillo resultó ganador y Fernández alegó fraude. Con ese argumento dejó al PLD después de 45 años de militancia.