- El politólogo haitiano Joseph Harold considera se debe incluir a Haití en planes de soluciones
Las declaraciones del presidente de la República, Luis Abinader, sobre la situación de Haití encontraron respaldo a nivel político y social.
El mandatario pidió ante la Asamblea General de la ONU que la comunidad internacional fomente un plan de desarrollo económico y social para Haití.
Joseph Harold Pierre, politólogo y economista haitiano, coincidió con Abinader en que el principal problema de Haití es la seguridad
Además, de que la comunidad internacional debe ayudar a Haití a salir de la crisis de seguridad en la que se encuentra, pero consideró que la solución que se presente no debe hacerse al margen del pueblo haitiano.
El problema de inseguridad en Haití se agravó con el incremento de los secuestros y asesinatos. A esto se suma la violencia entre bandas por conflictos territoriales, que provocó el desplazamiento de sus hogares de miles de haitianos.
Según informaciones que presentó en junio pasado el Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos (CARDH), durante ese mes más de 150 personas fueron asesinadas y otras 200 secuestradas solo en la zona metropolitana de Puerto Príncipe.
Hace dos semanas, el presidente Abinader les advirtió a las pandillas haitianas que si intentan cruzar hacia la República Dominicana serán enfrentadas por las Fuerzas Armadas.
El director ejecutivo de la Fundación Zile, Edwin Paraison, consideró que el llamado de Abinader debe marcar el inicio de novedosas reflexiones sobre cómo la comunidad internacional puede y debe acompañar a Haití de acuerdo con lo que necesita.
Paraison, excónsul general de Haití, reiteró que la situación en Haití es “catastrófica” en todos los ámbitos, siendo más compleja en el plano político. En la política la situación también se agudizó con el asesinato a tiros del presidente Jovenel Moïse, en julio pasado.
El excanciller dominicano Miguel Vargas también suscribió las declaraciones de Luis Abinader sobre que ninguna acción unilateral desde la República Dominicana será suficiente para superar la dramática situación en Haití.
“Por esa realidad, el presidente Abinader propuso acertadamente que la comunidad internacional tiene que asumir con urgencia, de una vez y por todas, la crisis haitiana como de altísima prioridad”, significó Vargas, presidente del opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
También el alcalde de Santiago de los Caballeros, Abel Martínez, se refirió al tema y dijo que el discurso de Abinader fue “extraordinario” y “fenomenal”, pero desde el punto de vista teórico y estético.
Pero, indicó que “faltan acciones” por parte del Gobierno para corregir el “descontrol” que asegura existe de más de un millón y medio de haitianos que vive en el país sin documentos de identidad.
Edwin Paraison también respaldó el acercamiento regional de Luis Abinader con países como Panamá y Costa Rica. Dijo que ese sería el camino correcto para llevar a cabo lo que la Fundación Zile propone: una cumbre internacional sobre la crisis haitiana que se celebre en República Dominicana.
“Dicho evento permitiría, entre otros, definir las responsabilidades de los actores haitianos y de la comunidad internacional, así como delinear pistas de soluciones para encarar los diversos matices de la crisis”, explicó Paraison.
En tanto que Miguel Vargas le sugirió al jefe de Estado retomar o dar continuidad al preacuerdo o iniciativa Laredo, que se firmó durante su gestión como canciller.
Esta iniciativa, firmada por autoridades dominicanas y haitianas, busca crear una zona especial de desarrollo en la frontera.
El preacuerdo, dijo Vargas, es un concepto presentado por Estados Unidos apoyado por Francia, Canadá y la Unión Europea.
De manera específica, Joseph Harold Pierre precisó que la comunidad internacional debe ayudar para que emerja una nueva clase política, porque con la existente, aseguró, no habrá cambio.