Gran Bretaña dio otro gran paso este lunes en el combate al COVID-19 al aplicar las primeras inyecciones en el mundo de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca, fortaleciendo así su programa de inoculación.
Brian Pinker, paciente de diálisis de 82 años, se convirtió en la primera persona en ser inoculada por la jefa de enfermeras en el hospital de la Universidad de Oxford. Pinker dijo sentirse muy complacido de ser vacunado y señaló que “ahora realmente puedo anticipar celebrar mi 48vo aniversario de bodas con mi esposa Shirley posteriormente este año”.
Desde el 8 de diciembre, el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) de Gran Bretaña ha estado utilizando una vacuna fabricada por Pfizer y la firma alemana BioNTech para inocular a trabajadores de salud, así como a residentes de asilos y al personal de los mismos. La vacuna de Oxford-AstraZeneca fortalece ese arsenal y es más barata y fácil de usar, ya que no requiere ser almacenada a temperaturas extremadamente frías como la de Pfizer.
La de Oxford-AstraZeneca está siendo administrada en un pequeño número de hospitales del Reino Unido durante los primeros días, de forma que las autoridades puedan estar atentas a cualquier reacción adversa. Pero cientos de nuevos sitios de vacunación-tanto en hospitales como en consultorios médicos locales-comenzarán a aplicarla esta semana, uniéndose a los más de 700 que ya están operando, señaló el NHS.
El subdirector médico del gobierno, Jonathan Van-Tam, dijo el domingo que esa decisión “es lo correcto para la nación como un todo”.
El Reino Unido se encuentra en medio de un brote agudo, con más de 50,000 nuevas infecciones de coronavirus diarias en los últimos seis días. El domingo registró otros 54,990 casos y 454 fallecimientos adicionales relacionados con el coronavirus, con lo que ya suma 75,024 muertos durante la pandemia, una de las cantidades más elevadas de Europa.
El primer ministro Boris Johnson advirtió el domingo que es probable que en las próximas semanas se imponga un confinamiento más estricto en Inglaterra, pues está enfrentando una variante del coronavirus que ha incrementado las tasas de contagios a sus niveles más elevados registrados.
Sin embargo, Johnson insistió en que “no tiene duda” de que es seguro asistir a las escuelas y exhortó a los padres a enviar de nuevo a sus hijos a los salones de clase el lunes en áreas de Inglaterra donde las escuelas planean reabrir.