El horario especial por Navidad y sus posibles secuelas en la pandemia

El Gobierno dominicano, a través del Gabinete de Salud, anunció ayer las nuevas medidas adoptadas para permitir el disfrute de las festividades navideñas en familia, al tiempo que se intenta controlar las aglomeraciones de personas que incidan en un mayor incremento de los casos de COVID-19.

Las disposiciones anunciadas por la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, en su calidad de coordinadora del Gabinete, incluye la ampliación del toque de queda para el cierre de establecimiento a partir de las 7:00 noche hasta la 5:00 de la madrugada, pero permitiendo la circulación hasta las 9:00 de la noche, para que las personas puedan llegar a sus hogares.

Esta medida se aplica para el Distrito Nacional y las provincias Santo Domingo, Santiago, La Vega, Duarte y Puerto Plata.

En todo el país, sin embargo, se hace la excepción de que los días 24 y 31 de diciembre, el libre tránsito se extiende hasta la 1:00 de la madrugada de los días 25 y 1 de enero. La disposición contempla, además, prohibir la venta de alcohol a partir de las 6:00 de la tarde.

Estas medidas buscan contener la propagación del coronavirus en momentos en que se refleja una tendencia a al alza en los contagios. Este martes, el Ministerio de Salud Pública reportó 613 nuevos casos en las últimas 24 horas, con una positividad acumulada de 12.99 %, cuando en la víspera fue de 12.82 %. La situación de los hospitales sigue en aumento de la ocupación tanto en camas de internamiento como en las unidades de cuidados intensivos.

Sin embargo, las constantes violaciones a las medidas restrictivas de las actividades comerciales y sociales ponen en entredicho la efectividad de las mismas, así como la capacidad de los organismos de seguridad del país para contener a la parte de la población que decide salir a desafiarlas.

A diario, las redes sociales y medios de comunicación publican imágenes de aglomeraciones de personas, algunas sin mascarilla, contrario a lo que establecen los protocolos establecidos para evitar el contagio del COVID-19.

Tradicionalmente, los dominicanos aprovechan la fecha del 24 de diciembre para trasladarse a cenar con sus familiares, encuentro que se repite el 31 de diciembre cuando se espera en familia la llegada el Año Nuevo.

Para las festividades del 2019, el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) estimaba que unos tres millones de personas se movilizarían en cada una de estas fechas. Para entonces, se anunció que se disponía de un contingente de unos 40,000 hombres para el operativo de seguridad denominado “Pacto por la Vida, Navidad Segura 2019”. No obstante, al cierre del operativo que buscan resguardar a las personas y sus bienes, el COE reportó 22 personas fallecidas en unos 195 accidentes de tránsito reportados durante las festividades de Navidad y Año Nuevo.

El COE deberá anunciar esta misma semana el nuevo operativo a aplicar para este año atípico en que, además de los casos de accidentes de tránsitos e intoxicaciones alcohólicas, suma el posible incremento de contagios de COVID-19.

El presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Waldo Ariel Suero, se mostró a favor de la ampliación del toque de queda, pero no así de la flexibilización de la circulación los días de Noche Buena y el Fin de Año. Entiende que esa medida “va a permitir que las personas estén juntas por más tiempo y en grupos sociales”, y que eso se traducirá en focos de contagios.

La vicepresidenta de la República, Raquel Peña, (centro) durante el anuncio de las nuevas medidas y toque de queda.
La vicepresidenta de la República, Raquel Peña, (centro) durante el anuncio de las nuevas medidas y toque de queda. ( )

Justo en los momentos en que en el país se debatía el alcance de las medidas adoptadas por el Gabinete de Salud, las agencias de noticias reproducían la información de que Londres había subido al nivel 3 de las restricciones, debido a los “aumentos exponenciales muy marcados” que se están registrando en el contagio del COVID-19.

En este nivel, las personas no podrán socializar en interior y cierran todos los bares y restaurantes, que solo tendrán servicio para llevar.

Alemania, que ha experimentado récords de contagios, también dispuso que desde este 16 de diciembre y hasta el 10 de enero se cierran los comercios no esenciales y los colegios. Disposición similar adoptaron en los Países Bajos la que se extiende hasta el 19 de enero. Francia también estableció un toque de queda nocturno desde el 15 de diciembre al 20 de enero.

Esta misma semana, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció medidas de control, como el no comer en el interior de los restaurantes, pero justo el lunes, el alcalde Bill de Blasio, advertía que la ciudad debe prepararse para un cierre total.

El pasado 3 de diciembre, la gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vásquez, anunció nuevas restricciones que empezarían desde el 7 de ese mes y se extendería hasta el 7 de enero, debido al incremento que observaban en los contagios. En el vecino país se cierran todos los negocios a partir de las 8:30 con un toque de queda a partir de las 9:00 y solo se les permite operar con el 30 % de su capacidad. Los restaurantes operan hasta las 11:00 de la noche, pero solo con servicios para llevar o a domicilio, tampoco se permite la venta a alcohol desde las 5:00 de la mañana del sábado hasta las 5:00 de la mañana del lunes.

Efectividad de las medidas

Agentes supervisan un vehículo durante el toque de queda.
Agentes supervisan un vehículo durante el toque de queda. ( )

El sociólogo especializado en temas de seguridad, Daniel Pou, dice tener dudas sobre la capacidad que puedan tener los organismos de socorro y seguridad para evitar que se cumplan las prohibiciones al libre tránsito en las fechas señaladas.

“Las medidas no están siendo acatadas por la ciudadanía y las autoridades carecen de eficacia para hacerlas cumplir”, comenta Pou, quien ve un relajamiento en la ciudadanía que, a su juicio, se evidencia en el repunte de los casos de COVID-19.

Indica que los cuerpos de seguridad no tienen capacidad para tener presencia en todo el país, además de que gran parte de la ciudadanía no les tiene el respeto que se debería.

“Esas medidas especiales, sencillamente son un ingrediente que va a contribuir más al relajamiento de la gente en el aspecto de observancia (de los protocolos sanitarios) y creo que no resultará exitoso, al contrario, deteriora más el cumplimiento de las normas y los resultados los tendremos en enero”, insiste Pou.