Recientemente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su Informe de Perspectiva Económica Mundial (WEO, por sus siglas en inglés) de octubre 2020, señaló que la República Dominicana estaría creciendo a un ritmo de 4.0 % en 2021 y con proyecciones de mediano plazo de ser el país de la región que más rápido recuperaría su nivel de ingreso per cápita previo a la pandemia. En ese tenor, el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, en una conferencia virtual organizada por Bank of America Securities, presentó ante importantes bancos y fondos de inversión internacionales, un análisis del desempeño económico nacional y las perspectivas para el próximo año, afirmando que conforme el sistema de pronósticos del Banco Central, se espera que el crecimiento económico se ubique en torno a 6.0 % para 2021, por encima de su potencial.
Con el objetivo de complementar la visión positiva presentada por el FMI y el gobernador Valdez Albizu, este documento presenta un análisis basado en informaciones recientes sobre los avances logrados en materia sanitaria y económica a nivel global, los cuales evidentemente contribuirían a agregar certidumbre y a crear las condiciones para que el próximo año, la economía dominicana se desenvuelva en un ambiente más favorable respecto a lo previsto al inicio de la pandemia.
En ese sentido, el análisis parte de los resultados publicados recientemente sobre el desarrollo de varias vacunas que permitirían prevenir el COVID-19, lo que podría cambiar de forma dramática el contexto económico internacional y flexibilizar las medidas de confinamiento implementadas en la mayoría de los países para contener la propagación del nuevo coronavirus. A continuación se aborda cómo los avances en el desarrollo de una vacuna, junto a las medidas de política económica implementadas, han impactado de forma positiva la valoración que tienen los inversionistas internacionales sobre República Dominicana. El texto cierra con una evaluación del proceso de reapertura gradual de la economía dominicana y la trayectoria recuperación sostenida de la producción nacional.
La economía dominicana hacia un entorno externo más favorable
Es de todos conocido los efectos negativos generados por la pandemia del nuevo coronavirus sobre las economías del mundo, principalmente en el segundo trimestre de este año. No obstante, durante el tercer trimestre y hacia el cierre del 2020, se han recibido noticias esperanzadoras. En ese sentido, en los últimos días Pfizer y Moderna, importantes farmacéuticas estadounidenses, presentaron los resultados alcanzados en la última etapa de prueba de sus respectivas vacunas, mostrando una efectividad en torno a 95 %. Asimismo, se ha anunciado que la Administración de Fármacos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) se reunirá en diciembre para decidir sobre la autorización de uso de estas vacunas.
Para poner en contexto la importancia de estos resultados, es preciso resaltar que, de acuerdo al Centro para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) y a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los porcentajes de efectividad anunciados para las vacunas de Pfizer y Moderna se sitúan por encima del de vacunas autorizadas para prevenir otras enfermedades, tales como la influenza, la hepatitis B, la meningitis, la papera, entre otras.
En ese mismo orden, en el Reino Unido la farmacéutica AstraZeneca, asociada a la Universidad de Oxford, ha mostrado importantes adelantos en el desarrollo de una vacuna, informando que los ensayos realizados muestran una eficacia promedio de 70 %, a la vez que han generado respuestas inmunes significativas, principalmente en la población de más de 70 años.
En adición a los avances logrados en el desarrollo de una vacuna, la humanidad ha acumulado un importante aprendizaje en cuanto a las medidas de prevención, los métodos de diagnóstico, la oportunidad en la atención médica y la necesidad de aumentar la disponibilidad de unidades de internamiento y equipos respiratorios; lo que ha propiciado una disminución de la tasa de fatalidad por casos confirmados a nivel global de 7.0 % al inicio de la pandemia a 2.5 % en la actualidad.
Se espera que estos avances en materia de salud generen un ambiente de mejores perspectivas y confianza para los inversionistas internacionales sobre la senda de recuperación de la actividad económica. En ese sentido, cifras preliminares sobre la economía mundial muestran que luego de caídas abruptas en el segundo trimestre del año, se observó una recuperación importante en el tercer trimestre en economías industrializadas como Estados Unidos (de -9.0 % a -2.9 %), Francia (de -18.9 % a -4.3 %), España (de -21.5 % a -8.7 %) e Italia (de -17.9 % a -4.7 %) y emergentes como China (de 3.2 % a 4.9 %), Brasil (de -11.4 % a -0.4 %) y Chile (de -13.7 % a -9.1 %).
Para el caso de la economía dominicana, sus fuertes fundamentos macroeconómicos y su mostrada capacidad de resiliencia han contribuido a la valoración positiva que le atribuyen diferentes bancos de inversión internacionales. En ese sentido, recientemente Citigroup, uno de los más importantes grupos financieros a nivel global, recomendó a sus clientes la compra de bonos soberanos de República Dominicana por entender que la economía obtendría grandes beneficios de la introducción de una nueva vacuna a nivel mundial, ya que facilitaría un retorno rápido de los turistas al país, permitiendo una recuperación del sector que más divisas aporta a la nación.
La visión de Citigroup se relaciona con la posición que ocupa República Dominicana como líder regional en materia de turismo al contar con una amplia oferta de más de 83,000 habitaciones hoteleras en distintos polos vacacionales del país. En adición, estimaciones basadas en plataformas internacionales de alquiler de propiedades, muestran que el país cuenta con más de 50,000 habitaciones no hoteleras lo que potencia las perspectivas para atraer turismo luego de que la vacuna esté disponible.
La recuperación del sector turismo podría generar un crecimiento más allá de lo previsto por el sistema de pronósticos del Banco Central. Es en este sentido que el Bank of America, publicó el pasado mes de octubre, un informe resaltando la rápida recuperación económica de la República Dominicana, estimando que hacia el 2021 la economía registraría un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 8.4 %.
Esta percepción favorable sobre la economía dominicana también se refleja en el mercado internacional de deuda soberana. En septiembre 2020, el gobierno dominicano colocó de manera exitosa bonos soberanos por un monto total de US$3,800 millones, principalmente en dos emisiones, una de US$1,800 millones con vencimiento en 2032 y la otra de US$1,700 millones con vencimiento en 2060. El precio de la nueva emisión con vencimiento en 2032 ha aumentado de 99.31 al momento de su colocación a 107.04, lo que evidencia una mayor demanda de estos títulos en el mercado internacional (ver gráfica 2), por su menor riesgo relativo y perspectivas de recuperación sostenida. Asimismo, la emisión con vencimiento 2060 cuyo precio disminuyó a mediados de marzo hasta 63.00, en la actualidad se ha recuperado situándose en 103.53.
Es preciso señalar que esta visión favorable de los inversionistas internacionales podría fortalecerse dada la reciente evolución de los indicadores del sector externo de la economía. Se espera que hacia el próximo año se mantendrían términos de intercambio favorables para la República Dominicana como indican las tendencias de los precios internacionales del petróleo y del oro, importantes rubros de la balanza comercial dominicana.
De acuerdo a información de los contratos a futuro, no se esperan aumentos importantes en los precios del petróleo ya que registran precios entre US$42.15 por barril a finales de este año 2020 y US$43.51 por barril al cierre del próximo año 2021, aún por debajo de sus niveles pre-pandemia. Igualmente, los precios internacionales del oro, metal utilizado como reserva de valor por los inversionistas internacionales en períodos de incertidumbre, se mantendrían en alza durante el próximo año, pudiendo terminar al cierre del 2021 en US$1,886.4 según indican los contratos a futuro. Lo anterior, contribuiría a que el saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos se sitúe en torno al -2.5 % del PIB al cierre del 2021.
Asimismo, se destaca de manera particular la significativa reactivación de los sectores generadores de divisas, de los cuales las remesas mantienen su liderazgo al registrar US$6,639.4 millones en los primeros 10 meses del año, un crecimiento de 13.0%, respecto del mismo período del 2019 y las exportaciones de zonas francas que iniciaron su recuperación en el mes de septiembre al incrementar un 9.8% de forma interanual. De igual modo, la inversión extranjera directa en septiembre alcanzó unos US$2,066 millones y al cierre del año, se proyecta podría situarse por encima de los US$2,500 millones, cercano a sus niveles promedios históricos.
Lo anterior, aunado con la participación activa del Banco Central en el mercado cambiario en los momentos de mayor incertidumbre provocados por la pandemia, ha sido clave para mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio. De esta manera se puede concluir que el sector externo dominicano ha podido amortiguar las adversidades del entorno internacional, lo que ha contribuido a mantener la inflación dentro del rango meta de 4.0% ± 1.0%.
República Dominicana: Apertura gradual y recuperación sostenida
A partir del inicio del proceso de apertura de la economía dominicana en mayo pasado, se ha observado una recuperación gradual en la mayoría de los sectores productivos, indicando que existen vínculos importantes entre estas dos variables. Para analizar la relación entre apertura y recuperación económica en el caso dominicano, hacemos uso de datos publicados por la firma de tecnología Google la cual construye indicadores de movilidad de las personas, a partir la información generada por el uso de sus equipos celulares.
Específicamente, estos indicadores comparan la cantidad de visitas diarias que las personas hacen a diferentes lugares, con la cantidad de visitas que realizaron durante el período base comprendido entre el 3 de enero y el 6 de febrero de 2020. El valor de los indicadores representa en términos porcentuales cuál ha sido el aumento o la disminución de la movilidad entre un periodo y otro. Los lugares monitoreados a través de esta metodología son: Comercio al detalle y recreación; supermercados y farmacias; lugares de trabajo; estaciones de transporte; parques y lugares al aire libre y áreas residenciales.
A continuación, se presenta una gráfica con el indicador de movilidad de Google para República Dominicana. A partir de este indicador, inferimos cómo ha sido la apertura de la economía dominicana luego del confinamiento inicial y cuál ha sido su impacto en la recuperación.
Gráfica 3
República Dominicana: Indicadores de movilidad de Google
Febrero-noviembre 2020
Fuente: Google – Our World in Data – Informe de movilidad de las comunidades ante el COVID-19 – Actualizado al 20/11/2020.
Se puede observar claramente en la gráfica cómo la irrupción de la pandemia provocó medidas de confinamiento que se reflejaron en el cierre de una gran parte de la economía dominicana durante los meses de marzo y abril. En dicho período, la movilidad de las personas se contrajo en más de un 80% en las estaciones de transporte público y en más de un 70% en lugares de comercio y recreación. Otras áreas que proveen bienes que son esenciales durante una pandemia como los supermercados y farmacias, en su punto más bajo de movilidad se redujeron en torno a un 55%, respecto al período previo a la pandemia.
A partir del mes de mayo, momento en que inicia el proceso de reapertura, el indicador de Google presenta una tendencia al alza, aunque todavía permanecen por debajo de los niveles previos a la pandemia. Eso indica que la apertura se ha estado implementando de manera prudente y gradual, permitiendo una recuperación sostenida de la economía desde que tocó fondo en el mes de abril, manteniendo controlada la curva de contagio de la pandemia. En efecto, luego de caer -29.8% en términos interanuales en el mes de abril, el producto interno bruto dominicano registró una disminución cinco veces menor en septiembre, cerrando el mes con una tasa de -5.6%.
Es necesario señalar que la trayectoria de recuperación sostenida de la economía durante este período de reapertura ha sido impulsada por las medidas de flexibilización monetaria implementadas por el banco central y por una política fiscal de apoyo a los diferentes sectores por parte del gobierno.
En cuanto a la parte monetaria, el Banco Central redujo la tasa de interés de política monetaria en 150 puntos básicos, de 4.50 % a 3.00 % anual; al tiempo que estrechó el corredor de tasas de interés, disminuyendo la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) de 6.00 % a 3.50 % anual, y la tasa de los depósitos remunerados (Overnight) de 3.00 % a 2.50 % anual. Adicionalmente, se han implementado medidas de provisión de liquidez por unos RD$190 mil millones (más de 4 % del PIB), de los cuales han desembolsado a través de las entidades de intermediación financiera, unos RD$144,000 millones en créditos a más de 54,000 empresas y hogares del país. Lo anterior ha propiciado una reducción de la tasa de interés activa de la banca múltiple en más de 300 puntos básicos y a dinamizar el crédito privado en moneda nacional, que registra un crecimiento en torno a 10 % interanual, el más alto de la región.
En lo fiscal, el gobierno encabezado por el presidente de la República Luis Abinader, ha mantenido los programas de apoyo financiero a los segmentos más vulnerables de la población, a la vez que ha implementado, en alianza con el sector privado, motor principal de la economía, iniciativas para promover, el turismo, atraer nuevas inversiones y retomar e iniciar importantes obras de infraestructura como vías de transporte terrestre y marítimo, hospitales y acueductos. Estas medidas de política monetaria y de política fiscal contribuirían a mantener expectativas positivas de los agentes económicos, lo que se traduciría en un crecimiento más acelerado del consumo y la inversión.
Para concluir, resulta un hecho innegable que la pandemia tendrá efectos importantes que perdurarán en algunos elementos de la estructura económica internacional, tal y como la conocemos en la actualidad. Dadas las restricciones que impone la crisis sanitaria sobre el tránsito de personas y sobre el comercio internacional en sentido más amplio, es de esperarse que surjan cambios en el proceso de globalización, así como en los procesos de producción y en los patrones de consumo e inversión de los agentes económicos.
De igual forma, una vez terminado el periodo de pandemia, es probable que los bancos centrales a nivel global mantengan niveles bajos de tasas de interés, incluso cercanos a cero en los países industrializados, lo cual contribuiría a mantener altos niveles de liquidez en los mercados internacionales, facilitando el flujo del crédito y promoviendo el dinamismo de las economías.
Sin dudas, un escenario de este tipo, impulsado por la disponibilidad de una vacuna antes de lo esperado, junto al mantenimiento de una apertura prudente y de medidas de preservación de la salud de la población en el país, podría contribuir a una recuperación más rápida de la economía dominicana, incluso con un crecimiento superior el próximo año a lo que se ha proyectado inicialmente.