Alfonso Rodríguez: “Voy a Los Ángeles enfocado en conquistar inversionistas del cine”

El cineasta Alfonso Rodríguez, nombrado como cónsul dominicano en Los Ángeles, Estados Unidos, asume esa posición con varios retos: el efecto que pudiera tener en la industria del cine local el tiroteo protagonizado por agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas contra un equipo de producción de una película que terminó dejando el país, así como la conquista de oportunidades para que profesionales del cine se acojan al artículo 39 de la legislación en materia de incentivo a las producciones extranjeras.

Esos son solo algunos de los puntos que deberá encarar el experimentado cineasta y productor de televisión. Luego de conocerse la noche del pasado martes el decreto 451-20 en el que se establece su nombramiento en el puesto, colegas de la industria lo han celebrado a través de las diferentes plataformas de las redes sociales.

El nombre de Alfonso Rodríguez era uno de los que se barajó para ocupar la Dirección General de Cine, sin embargo, según fuentes, una negociación entre el expresidente Leonel Fernández y el presidente Luis Abinader, mantendría en el puesto a la actual titular Yvette Marichal.

“Me siento muy bien con la reacción de la comunidad de cineastas, porque todos sabemos que nosotros diseñamos una Ley que funcione y que las películas extranjeras tengan un rol importante en lo relativo al pago de las películas dominicanas. Sin el artículo 39 la legislación de cine no puede existir, y a fin de cuentas el Consulado Dominicano en Los Ángeles se creó con esa finalidad”, reveló a Diario Libre.

El director recordó que desde que se abrió la representación diplomática allí fue con el propósito de que contara con un personal del área cinematográfica que sacrificara dos o cuatro años para desarrollar una gestión para traer películas a la República Dominicana.

“No estamos hablando de los mega proyectos de Marvel o de Disney porque en Los Ángeles se filman aproximadamente unas 450 películas por año, de las cuales tienen un presupuesto que para ellos pueden ser bajos, pero, por ejemplo, una película de 30 millones de dólares es una mega producción. Y todo el que sabe eso está contento de que iré allí a buscar inversión extranjera para pagar la deuda de los locales. Nosotros nos quedamos debiendo algunos seiscientos o setecientos millones de pesos, pero eso lo cubren las más de 90 producciones que vienen del extranjero”, comentó.

Cuando llega al país una producción extranjera al final los números quedan en azul a favor del gobierno. Y es lo que se ha visto al final de los cierres fiscales desde que se aprobó la ley de fomento al cine. “Creo que todo el mundo entiende que no soy una persona de escritorio, me gusta hacer el trabajo al cien por ciento, pero más que eso, voy a una segunda patria para mí porque allí viví por doce años. En Los Ángeles me formé profesionalmente, me conozco los callejones y cómo funciona el asunto allá. En este momento tenemos una situación de imagen allí de la DNCD, que es igual a la DEA, de tirarle tiros a gente que está haciendo una película, porque no dan las declaraciones como son. Ahora alguien tiene que ir para allá a enfriarla y decir que las cosas no son así”, recordó.

Entre pandemia

El Covid-19 descalabró el negocio del entretenimiento. Esa es otra de las tareas con las que deberá lidiar para captar inversionistas. “Si nosotros logramos conquistar producciones para que vengan al país eso ayudará a darle oxígeno a una economía afectada por el Covid-19. Nosotros somos un país caribeño con gente dispuesta a trabajar. Se han manejado unos protocolos para la filmación y entiendo que sí, que podemos lograrlo”.

Salir del país y convertirse por primera vez en funcionario del Estado no lo alejará del cine, porque su nuevo rol no se lo impide. “Si me hubieran puesto en la DGCINE no podría, pero como cónsul no. Yo creo que continuaré haciendo uno que otros proyecto como productor, creo que pudiera dedicar el tiempo a eso durante dos años”.