El levantamiento del estado de emergencia junto a la violación del distanciamiento social en la semana previa a las elecciones del 5 de julio, le pasó factura a la República Dominicana este mes que finaliza con 406 fallecidos y 36,262 afectados por el COVID-19, lo que representa un crecimiento de 129.29% de los casos confirmados.
A nivel general, las defunciones están en 1,160, y los casos positivos en 69,649, según el boletín #134 del Ministerio de Salud Pública.
En junio, los casos confirmados solo aumentaron en un 71.29%, según las estadísticas del Ministerio de Salud Pública.
El promedio de personas más afectadas es de 38 años, debido a que los jóvenes son los que más violan el distanciamiento social y el toque de queda. Cuando empezó la pandemia, el promedio era 45 años.
La violación a las disposiciones gubernamentales trajo como consecuencia una saturación de las camas del sector público y privado. Para el 28 de junio, había 678 camas ocupadas. Sin embargo, para el 29 de julio había 1,066 camas en uso con personas afectadas por la enfermedad, según datos del Servicio Nacional de Salud (SNS).
De igual manera, los datos del SNS indican que el uso de camas de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pasó de 116 a 185 en este mes.
Ese abultamiento de las cifras provocó que las autoridades tuvieran que aumentar el número de camas en varios hospitales del Gran Santo Domingo y otras provincias.
El ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas indicó el viernes que el número de camas en UCI se amplió de 176 a 199. Agregó que los pacientes que están en UCI, el 41.55% están en centros del Gran Santo Domingo, 29.58% en Santiago y 16.55% en la provincia Duarte.