El presidente Danilo Medina inaugiro este miércoles la Central Termoeléctrica Punta Catalina (CTPC), la cual aporta actualmente un promedio de 720 megavatios al Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI).
Punta Catalina costaba originalmente US$1,900 millones, pero terminó costando aproximadamente US$3,000 millones y todavía falta dinero para completar la inversión.
Fue construida por una de las empresas más corruptas del mundo, llamada Odebrecht, que pagó sobornos a funcionarios del gobierno de Danilo Medina por unos US$195 millones o su equivalente en pesos dominicanos de RD$9,790 millones a la tasa de ese periodo.
El terreno donde se construyó Punta Catalina fue arrendado por 20 años a la familia Vicini lo que es un verdadero escándalo cuando se trata de una planta que costo el 7% de la deuda del sector público no financiero.
La unidad II de la planta, con menos de un año en operación, fue cerrada varios días por «mantenimiento» luego de que un fuego causado suúestamente por una simple junta de goma que se rompió.
La planta está emitiendo desechos tóxicos en cantidades industriales que afecta toda la zona circundante y contamina extensas áreas a kilómetros de distancia.
La Termoeléctrica Punta Catalina, obra estrella de la gestión de Medina, ha supuesto una inversión 1,945 millones de dólares más el aporte de un fondo de contingencia de otros 336, cuya devolución al contratante o acreditación a la empresa constructora está condicionada por los resultados de un proceso de arbitraje internacional.
La planta, cuyos dos generadores sumarán una capacidad conjunta de 752 megavatios brutos, se construyó mediante un contrato EPC (Ingeniería, Procura y Construcción) a cargo del Consorcio Odebrecht-Tecnimont-Estrella.