Prof. Higinio Santos Santos.
Desde que tengo uso de razón he conocido y aquilatado las obligaciones que tenemos los descendientes con nuestros progenitores. Esta obligaciones implican: protegerlos cuando por edad o enfermedad no tienen ingresos suficientes para vivir de forma digna: necesidades básicas cubiertas: alimentación, gastos en salud, gastos en algunos niveles de recreación, vestir adecuadamente, etc.
Hay padres que se han fajaado como titanes, aquí mi incluyo para ver crecer, educar y llevar por buen camino a sus hijos padres que han cumplido acabalidad con la crianza de sus descendientes, ellos hay deben sentirse feliz. La inmensa mayoría de estos padres/madres han hecho sus ahorros para cuando les llegue la vejez, pero resulta que hay una franja de esos padres/madres que pierden la capacidad de valerse por cuenta propia antes de morir y pasan a depender de a tutela de sus hijos e hijas, en algunos casos los descendientes se portan muy bien con sus progenitores dándole un trato humano con mucho amor hasta su desaparición física; pero la gran mayoría de los hijos/as asumen una conducta irresponsable abandonando a los progenitores en centros para el cuidado de envejecientes, (asilos o residencias de ancianos envejecientes) donde el trato humano y las condiciones de existencia no son las más adecuadas. Hay casos donde los hijos(as) reparten la herencia dejado por sus progenitores, se dan la buena vida, mientras abandona en asilos a quienes lo dieron todo para criarlos, formando y hacerlos hombres y mujeres; llegando al colmo de tirarlos como hierros viejos más nunca volver a verlos. ¡Qué pena! la formación dada a sus descendientes no sirvió de nada. Está triste situación de maltratos y abandonó de los progenitores es una conducta que se reproduce a nivel mundial.
Esta conducta de abandono de los progenitores por parte de los descendientes motivo a que varios países del mundo, encabezado por la china popular, hayan legislado en la dirección de obligar a los descendientes a proteger a los progenitores. La ley votada en China popular, obliga a los descendientes a asumir el cuidado de sus progenitores y sí eso no ocurre el estado chino, del salario o salarios que reciba el descendiente, le descuentan un por ciento para la manutención y cuidado de sus progenitores. Creo, y trabajaré para eso, que en la República Dominicana hay que trabajar para que el Congreso Nacional apruebe una legislación que obligue a los descendientes irresponsables a cuidar a sus progenitores y si no lo hacen descontarle vía nómina, tanto en el sector público como en las empresas privadas, un porciento de sus ingresos y con ello contribuir con el sostenimiento de los progenitores abandonados hasta su muerte.
El abandono de millones de progenitores en hogares de ancianos o residencias de envejecientes a nivel mundial por parte de sus descendientes, en este momento toma un matiz dramático con la aparición del coronavirus/COVID-19, sobre todo tomando en cuenta que el COVID-19 ataca mayormente a las personas que sobrepasan los 60 años y tienen alguna patología crónica de base. La población mundial ha estado viendo por TV, leyendo por periódicos o escuchando por radio; las dramáticas escenas donde envejecientes aparecieron muertos o abandonados en asilos o residencias para envejecientes en grandes paises del mundo, tales como: en Estados Unidos, España, Italia, Reino Unido, etc. La prensa mundial recoge que en España hay más de 10,500 envejecientes muertos, en Italia más de 12,800, en Estados Unidos sobre pasa los 12,000 envejecientes fallecidos en las residencias o asilos de envejecientes, etc.
El autor de esta nota, quiere llamar a la atención de los descendientes, tanto en el país como a nivel mundial, para que hagamos conciencia y entendamos que los progenitores son merecedores de un buen trato, esto implica: compartir con ellos en familia, disfrute de los nietos(as), etc. Es indigno que sea una ley la que nos obligue a atender o pagar de nuestros salarios para la subsistencia humana de nuestros progenitores. En estas líneas no me refiero a los descendientes que se portan bien sino a aquellos que han dejado de lado sus responsabilidades y han abandonado a sus progenitores.
Finalmente, hago un llamado ferviente a todos los líderes mundiales para que a través de la Organización de Naciones Unidas (ONU) se legisle para que se dé una protección real y efectiva a todos nuestros progenitores y así evitar tener que volver a ver las escenas dramáticas de envejecientes fallecidos en asilos o residencias que en muchos casos son una vergüenza mundial y que en esa misma vertiente se legisle para que en cada país perteneciente a la ONU se establezca una legislación donde los descendientes estén obligados a velar por la manutención y cuidado de sus progenitores y que en caso contrario de sus ingresos la ley que se establezca fije un descuento de los ingresos que resivan los descendientes de las actividades productivas que realizan.