Cuida de la honra a tus padres ¡No te equivoques!

Honra a tu padre y a tu madre, es el primer mandamiento con promesa. (Efesios 6:2, Éxodo 20:12)

Por Beris Castellanos

Escuchar a alguien honrar a sus maestros, mentores o pastores llamándolos papá y mamá, es muy común hoy día; hay algunos que censuran dicha práctica, pero no me detendré a argumentar tales juicios, más bien quiero señalar las virtudes contenidas en la misma y los cuidados que debemos tener al respecto.

Quienes llaman a líderes como padres, son personas agradecidas por sentirse acogidas y mentoradas, por aquellos que les instruyen, les brindan aceptación y le hacen parte de un grupo al que pertencen o le acompañan como guías o consejeros, esto es virtuoso. En la Biblia vemos el caso de Pablo, nombrando a Timoteo como hijo (1 Timoteo 1:2, 1:18), y tambien en otras cartas le escribe a la iglesia diciendo, Hijitos míos (Gálatas 4:19), como un reconocimiento de amor; no hay pecado en ello. La Biblia tambien hace referencia a las ancianas a que sean como madres o maestras del bien para las mujeres jóvenes (Tito 2:3-5), asi que si alguien puede acoger como hijos de fe a quellos que discipula o forma, ¡Gloria a Dios por ello!

De lo que tenemos que cuidarnos es de aquellos que buscan honra, como dice: (Mateo 23:8-12)

La honra es una buena práctica y es un mandato, pero los que la reciben, jamás deben procurarla y una vez recibida, deben canalizarla inmediatamente a quien merece toda honra: Dios.

El peligro más sintomático no está en quien asume el rol de la paternidad sino en quien lo otorga, me explico, he visto a algunas personas que tienen problemas con sus padres biológicos o de crianza y se volcan hacia sus padres espirituales otorgándoles a ellos toda admiración, cuidado, atención y descuidando y rechazando a sus progenitores o criadores, ¡Cuidado con eso, no te equivoques! Hay que estar bien claros y respetar los roles y honra de cada persona en tu vida.

Cuando la Biblia dice honra a tu padre y a tu madre hace referencia a tus padres biológicos (Mateo 19:19), cuando se refiere a los padres espirituales, dice honra a tus pastores (1 Timoteo 5:17) y cuando se refiere al Padre Celestial habla de honrar a Dios (Proverbios 3:9). No es concebible, honrar a Dios y a tus pastores, si no honras a tus padres, tal práctica no es sana.

Cuando alguna persona de las que mentoreo,  muestra rechazo por su madre o padre biológicos, entiendo que su honra hacia mípersona no es sana y me percato de trabajar el tema, porque no es verdad que si no perdona a su mamá, me perdonará a mí si yo le fallará, tampoco si no ha obedecido a su papá o mamá indistintamente de lo imperfectos que hayan sido, tampoco se someterá en salud a nuestras normas. Si no respeta la dignidad de su padre o madre, tampoco respetará la mía, en resumidas cuentas, la salud que evidencia la relación de un individuo con sus progenitores es un buen indicador de su salud espiritual.

Hoy día he visto muchos enfermos, sobrehintando a sus líderes y deshonrando a sus padres, esto no debe ser así. Hay promesa de bien y larga vida para aquellos que saben hablar bien de sus padres, que saben cuidar de ellos con amor y no con pesar; que aunque sus padres hayan cometido errores los perdonan y no los niegan con rechazo, aquellos que sabiendo que a ellos les es dificil cambiar, aún así le honran con respeto, atención y no los niegan, mas bien los aceptan, los visitan, los ayudan y no los abandonan, de pronto haciendo con ellos diferente a los que ellos hicieron y así mostrándoles a Cristo con sus comportamientos y amándolos.

¡Nunca niegues a tu padre o a tu madre, ni sobrevalores con tus actitudes a otros a quienes reconoces como tales, haz un equilibrio, dando honor como Dios manda a aquellos que el eligió para traerte a este mundo, estén vivos o muertos.

¡No te equivoques!, muévete a tomar el consejo biblico y pregúntate, ¿Qué estoy haciendo actualmente para agradar y honrar a mi mamá y a mi papá? ¿Qué le gustaría a ella o a él que yo le hiciera?

Anda, !Hazlo según tus fuerzas y espera, la bendición te alcanzará!

«Cerca,Lejos y Siempre, en la luz del Reino,»
Beris Castellanos