Angula, la pesca millonaria de República Dominicana

Es 27 de diciembre y la noche está a punto de caer en Nagua, provincia María Trinidad Sánchez. Entre la autopista del nordeste y ese municipio costero son omnipresentes motores con diferentes tipos de redes de malla fina en una especie de marco, algunas de hasta metro y medio de largo, a las cuales coloquialmente le dicen naso.

En la desembocadura del río Nagua, una decena de casuchas recientemente construidas se encuentran dentro de los 60 metros de playa. Al preguntar a los locales sobre las mismas, dicen entre los dientes que son las de los compradores.

El sol apenas desaparece en el horizonte y se puede ver a un grupo de personas saltando entre rocas para encontrar la “mejor ubicación” para meter sus instrumentos de pesca, que pueden ser hasta coladores de cocina.

En la penumbra los focos de cabeza y mano se encienden, algunos dejan caer en el agua luces de color verde colgando de una vara, mientras sus miradas observan atentamente lo que se mueve en el agua. El tiempo para cada uno buscando la presa es indeterminado. Si están “cayendo” en las redes pueden durar la noche entera hasta el amanecer. Si la noche no promete, dejarán el lugar y probarán suerte horas después o la siguiente noche.

En las casuchas se observan personas con neveras, balanzas y son custodiados por militares o policías. Esperan por la mercancía la cual pagan en efectivo por gramo.

Unas 50 personas se encuentran dispersas en la desembocadura. Hombres y mujeres de diferentes edades que van al lugar como alternativa económica, otros se dedican exclusivamente a esta actividad mientras dure la temporada, que se extiende aproximadamente seis meses desde octubre hasta febrero.

Casuchas de los intermediarios a la orilla de la playa en Nagua.
Casuchas de los intermediarios a la orilla de la playa en Nagua. ( )
Dos pescadores de angula en Nagua han invertido más de RD$8,000 pesos en equipos de pesca que incluye luz y una batería de 12 v.
Dos pescadores de angula en Nagua han invertido más de RD$8,000 pesos en equipos de pesca que incluye luz y una batería de 12 v. ( )
Más de 50 pescadores de angula en la desembocadura del río Nagua la noche del 27 de diciembre de 2019
Más de 50 pescadores de angula en la desembocadura del río Nagua la noche del 27 de diciembre de 2019 )

Buscan alevines de anguila americana (Anguilla rostrata), conocida también como angula o anguila de cristal. Una especie de tres comestibles a nivel mundial, junto con la anguila europea (Anguilla anguilla) y la anguila asiática (Anguilla japonica).

Las tres especies se encuentran catalogadas como especies amenazadas en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), en el caso de la anguila europea como en peligro crítico de extinción.

La fiebre de la pesca de angulas se ha extendido por todo el norte y nordeste del país. Miles de pescadores se aglomeran cada noche en las desembocaduras de varios ríos para participar de un negocio del que sacan miles de pesos diarios, y que está controlado por pocos. El gobierno comenzó a definir los límites apenas en noviembre del año pasado, pero entonces ya el boom había cambiado el rostro nocturno de los pueblos costeros del norte y nordeste, desde Samaná hasta Montecristi.

Una angula recién capturada en el río Nagua.
Una angula recién capturada en el río Nagua. ( )

Diario Libre visitó el área de Las Terrenas y Portillo el 5 y 6 de enero de 2020 en busca de pescadores de angulas. Pudo observarse movimiento en el mismo pueblo de Las Terrenas, más hacia el este en Las Ballenas y en El Portillo.

Pescadores en El Portillo confirmaron a Diario Libre que la pesca en el norte es intensa, pero que al ser luna creciente, las angulas tienden a esconderse, por lo tanto abandonarían la actividad temprano. Solo habían capturado no más de 6 angulas, menos de un gramo.

Catalogan al que tiene la licencia de pesca como el dueño del río y es al único al que pueden vender la angula pescada, a no ser que logren llevarla a una especie de mercado negro o de un comprador sin licencia que adquiera el producto a mejor precio.

El sistema es el mismo en otras localidades, los pescadores deben entregar el producto al que identifican como el dueño de la licencia aunque la pesca sea abierta, lo que significa que cualquier persona puede participar de la pesca, pero se ve obligado a venderla en el mismo lugar al intermediario con pago en efectivo.

En otras playas como Boba en Nagua, la pesca es cerrada y el control sobre lo que se pesca es más estricto por el dueño de la licencia, no permiten que los pescadores saquen el producto a otra localidad donde se pague mejor.

Se trata de una especie de agua dulce, pero su reproducción es en mar abierto. Hasta apenas el 2015 era un misterio para la ciencia hacia donde migraba exactamente la anguila americana.

La revista especializada Nature publicó a finales de octubre de 2015 los resultados de un estudio realizado por un equipo de científicos canadienses, que utilizó etiquetas satelitales para rastrear una anguila hembra adulta desde la costa de Nueva Escocia hasta los límites norteños del Mar de los Sargazos en el medio del Atlántico Norte, en un viaje de más de 1,500 millas (2,400 kilómetros).

Las anguilas adultas pasan la mayor parte de su vida adulta en cuerpos de agua dulce conectados con el mar. Pueden vivir hasta 20 años o más antes de retornar al océano a reproducirse.

Al momento de salir a mar abierto la hembra deja alimentarse, preparando su cuerpo para albergar más de 3 millones de huevos los cuales son fertilizados en el Mar de los Sargazos por el macho, después de esto mueren.

Las larvas emprenden un viaje de regreso a gran parte del continente, buscando las desembocaduras de ríos desde Canadá hasta Brasil, donde cumplirán de nuevo su ciclo de crecimiento y reproducción. Lo mismo pasa con la europea.

Las larvas ya transformadas en alevines son capturadas por los pescadores con la técnica que se les ocurra, mientras sigan con vida.

En el siguiente gráfico se puede observar el ciclo de vida de la anguila americana (Anguilla rostrata). En las dessembocaduras de los ríos se captura en estado post-larvario denominado angula.

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La experiencia les ha enseñado que los mejores días son las noches sin luna y con el agua turbia que dejan las lluvias; sin embargo, hay quienes se aventuran sin importar estas condiciones.

El precio por gramo varía por temporada o por zona de pesca. El precio en la temporada 2019-2020 oscila entre los RD$200 y RD$230 pesos el gramo, el equivalente a siete y ocho angulas.

Antes del 2017 los precios por gramo rondaban entre RD$30 y RD$50 pesos, lo cual no era atractivo para muchas personas por lo difícil que es conseguir suficientes gramos por jornada de pesca.

Esterling y Marcos, ambos de 26 años, son residentes de Nagua y esta es su segunda temporada de angula. Esterling trabaja dos días a la semana en una “ruta de préstamos” y Marcos trabaja cinco días a la semana como cocinero en una venta de pollo frito.

Ambos han encontrado en la angula una fuente de ingresos importante. En una noche que consideran buena, pueden pescar el equivalente a RD$15,000 pesos o más sin mayor esfuerzo. En una noche mala pueden sacar alrededor de RD$2,000.

Marcos de 26 años, llega a la playa de Nagua para pescar angulas la tarde del 27 de diciembre de 2019.
Marcos de 26 años, llega a la playa de Nagua para pescar angulas la tarde del 27 de diciembre de 2019. ( )

La misma noche del 27 de diciembre, la gente en el río Nagua comentaba sobre que en el río Colorado, a unos 4 kilómetros al este estaban “cayendo” las angulas.

El equipo de Diario Libre decide trasladarse al río a eso de las 9 de la noche. A pocos metros de la carretera se encuentra la desembocadura del río y el movimiento de motores y personas era más que evidente.

Cientos de personas participaban de un frenesí de pesca. Las personas entraban y salían del agua con sus redes de diferentes tipos. La mayoría con botellas de plástico con una especie de embudo colgando de sus cuellos, en las cuales depositan vivas las angulas.

Cada quien tiene su espacio y respeta el del otro, sus miradas permanecen fijas apuntando con su luz de cabeza a las redes.

Desde el punto de vista de la cámara del dron, parece un gigantesco árbol de navidad que se extiende a ambos lados de la desembocadura del río.

Un joven repara su red en la orilla luego de que se rompiera con el oleaje. Al preguntarle cuánto es lo más que ha logrado vender en una noche esta temporada asegura que fueron cerca de RD$25,000 pesos.

Cientos de personas en un frenesí de pesca en el río Colorado en Nagua el 27 de diciembre de 2019.
Cientos de personas en un frenesí de pesca en el río Colorado en Nagua el 27 de diciembre de 2019. ( )
Desde un dron se puede observar a cientos de pescadores en la desembocadura del río Colorado en Nagua, la noche del 27 de diciembre de 2019.
Desde un dron se puede observar a cientos de pescadores en la desembocadura del río Colorado en Nagua, la noche del 27 de diciembre de 2019. ( )

Los permisos de pesca

La explotación y exportación de anguilas requiere de licencias especiales que son otorgadas por el Consejo Dominicano de Pesca y Acuicultura (Codopesca). Según esa instancia gubernamental, los pescadores deben residir en las zonas desde donde se extraen los alevines, estar “debidamente registrados” y tener carnet de identificación de las empresas a las que les venden los productos que, a su vez, deben contar con licencias de comercialización y exportación, de acuerdo a lo indicado en la resolución 02-19 de Codopescca vigente desde noviembre de 2019.

En teoría, hay una licencia para la explotación y otra para la comercialización y exportación, pero algunas empresas cuentan con una mega licencia que, según aseguraron fuentes del sector, se cotiza hasta en 150,000 dólares, unos 8 millones de pesos. Tramitar los permisos parciales puede costarle entre 25,000 y 50,000 dólares cada una a los interesados, señalaron fuentes del sector.

Y los carnets que deben poseer los pescadores como señal de registro formal solo existen en el papel. Varios pescadores del norte y nordeste del país revelaron a Diario Libre que la iniciativa de organizarse parte de ellos mismos y que lo hacen para que no se arrabalicen las costas en las que residen y operan.