Conversando con una amiga pude evidenciar, una angustia que detonaba ante la impotencia que se siente al ver la ingenuidad de la gente que asume como verdad o como palabra de Dios, todo lo que se publica en las redes sociales hasta el punto de creer, defender y difundir argumentos con tal seguridad que más que pena, da vergüenza, perdonen mi sinceridad, pero no puedo tener doblez.
Esa ingenuidad se manifiesta en las actitudes impulsivas de promover informaciones y sin aras de hacer mal juicio, da mucho que pensar, cómo la gente acoge y cree publicaciones que rayan en lo falso, sensacionalista y ambiguo.
A pesar de que siempre habrá gente que el orgullo no les dejará reconocer que están en lo incorrecto, creo que se vale darse una desahogadita por aquí.
La pregunta sería, ¿Qué es verdad y qué no lo es?, está pregunta parece difícil de responder, me circunscribiré en la medida de lo posible a compartir con honestidad lo que a mí me ha servido.
Internet no es Dios, tampoco la panacea de información; todo lo que se publica, ¡No es verdad!, hay muchos engaños, falsedades y simplezas que no hay que creer.
Es cierto, que no conviene alterarnos con los simples pues no los podremos erradicar de la tierra, por lo tanto, debemos relajarnos y no tomárnoslo tan en serio.
Por otro lado, siempre existirán los que le gustan las cosas fáciles y resulta más fácil asumir como verdad lo que alguien dice, para evitar la fatiga en una actitud vaga.
Ahora bien, si eres de las personas que quieres saber, ¿Qué es cierto y que no?, comparto algunos consejos que me han dado resultado, pues aunque no lo creas, una vez pequé de ingenua y promoví en mis redes “Una causa justa” que terminó siendo un engaño, ¡Jejeje!, ¿También a ti, te pasó?, no te de pena, más bien saca lo precioso de toda experiencia desagradable.
¿Lo creo o no lo creo?
De manera, sencilla pero no simple te animo a considerar estas humildes sugerencias:
- Valida las informaciones.
- Sé paciente al leer y controla la impulsividad de expresar “Me gusta”, o de emitir un comentario, cuando hay inseguridad.
- Al recibir una información, filtra con otras fuentes, es decir, pregunta a personas con conocimientos al respecto de lo que has leído o investiga en documentos o libros autorizados.
- Haz conciencia y disciplina de que no hay que opinar en todo; ser discretos y aguardar puede evitarnos muchos errores.
- Escoge una buena fuente de noticia que uses como cedazo para informaciones relevantes.
- Cuando, se trate de temas de salud, no corras riesgos innecesarios, consulta tu médico o especialista, considera que los organismos son diferentes y no responden de la misma manera a los tratamientos.
- No te dejes impresionar por una persona que firme con un título profesional; los profesionales también pueden ser cuestionados, no son Dios.
- No te dejes manipular de gente aprovechada que quiere usarte para sus intereses, sé asertivo, eres libre para decidir lo que sea importante para ti, promover o no.
- Lee, “Saber no pesa”; el conocer da poder y ese poder se traduce en discernimiento, es decir diferenciar algo en esencia de lo que no es.
- Por último, renuncia a la simpleza, la Biblia dice:
“El simple todo lo cree; más el avisado mira bien sus pasos” Proverbios 14:15
Espero que creas por convicción y no por emoción u obsesión, está es una manifestación de ingenuidad y orgullo, que tarde o temprano se desvanecerá, sin embargo la primera (Convicción), es el resultado de la seguridad que te afirma cuando encuentras la verdad.